11-09-2023
Por María Luisa Santillán, Ciencia UNAM-DGDC
En el mundo se ha documentado desde hace varios años sobre la problemática de salud que representa el consumo de agua potable de mala calidad, por ejemplo, con alto contenido de fluoruro y arsénico. Según normas de salud, como la NOM-127-SSA1, se sabe que si esta agua es consumida durante muchos años provoca enfermedades en la población como fluorosis dental o esquelética hasta enfermedad renal o cáncer.
Acuíferos del centro y norte de México han enfrentado por años este problema, por lo cual se buscan medidas para el tratamiento del líquido.
Es línea de investigación que ha seguido el doctor José Iván Morales Arredondo, del Instituto de Geofísica de la UNAM. Ingeniero geólogo de formación, egresó de la Facultad de Ingeniería de la UNAM para después realizar la maestría y el doctorado en Ciencias de la Tierra, desde donde empezó a trabajar en contaminación y calidad del agua.
Durante su doctorado se acercó al doctor Ramiro Rodríguez, investigador del Instituto de Geofísica, con quien se enfocó y trabajó en la problemática del arsénico y el fluoruro en aguas subterráneas del estado de Guanajuato. En ese momento, su labor la desarrolló en los municipios de Juventino Rosas, Villagrán y Celaya.
“El doctor Ramiro ya había trabajado en algunas otras regiones justamente el problema del arsénico y el fluoruro, y habían observado que la gente presentaba algunos tipos de enfermedades, específicamente arsenicosis y fluorosis dental y esquelética”, explica el doctor Morales Arredondo.
Parte del trabajo que realizó con el doctor Ramiro Rodríguez (quien ya falleció hace algunos años) fue el desarrollo de una metodología para caracterizar el agua e identificar el origen de estos elementos en ella, por lo que se enfocó en aspectos relacionados con la hidrogeoquímica, es decir, estudiar cómo el agua durante su trayecto en un sistema acuífero va interactuando con el medio geológico, incrementando la presencia de elementos químicos.
- Ingresó al Instituto de Geofísica a la edad de 36 años, es uno de los investigadores más jóvenes enfocados en el estudio del agua subterránea y su calidad.
En la actualidad, el doctor Ramiro Ramírez ha extendido su zona de estudio hacia sitios de Chiapas, Ciudad de México e Hidalgo. Ahora, no sólo ha enfocado sus investigaciones en el arsénico y el fluoruro, sino también con otros elementos como nitrógeno amoniacal, nitratos y nitritos, ya que se sabe que una vez que éstos se incorporan al agua afectan su calidad y son un riesgo para la salud de la población.
En su trabajo utiliza parámeteros físico-químicos para definir si el origen de esta contaminación es por causas naturales, por ejemplo, el medio geológico, la fuente podría ser la actividad volcánica, ya que en las regiones donde se presenta pudiera haber concentraciones mayores de arsénico, pero si es por factores antropogénicos, significa que hay incorporación de sustancias producidas al agua subterránea por la actividad humana.
Al respecto, destaca que es importante identificar cuál es la fuente de estos elementos en el agua y cuáles pudieran estar en concentraciones altas, y no cumplir con los límites establecidos en la NOM-127, la cual está enfocada en el agua para uso y consumo humano, y establece los límites permisibles de calidad y tratamientos a los que debe someterse el agua para su potabilización.
Cuando se incorpora agua de mala calidad al acuífero altera sus propiedades fisicoquímicas naturales. Una vez ahí los investigadores utilizan algunos parámetros químicos, isotópicos y físicos para ir identificando si pudiera deberse a actividades naturales.
En este punto los investigadores se apoyan de la geología del medio, las actividades antropogénicas y el agua que conserva propiedades naturales de la zona, para identificar la elevada concentración de algún contaminante, y a partir de esos valores poder inferir si hay un valor atípico según la región.
Si en el agua se detecta un elemento químico que rebasa los límites permitidos por la norma debe recibir un tratamiento por parte de los organismos encargados de su distribución antes de que llegue a los distintos hogares, con el fin de que sea de buena calidad para su consumo humano.
"En las evaluaciones de calidad de agua le doy bastante importancia a como el agua interactúa con el medio geológico, pues esta información sirve para definir si la contaminación pudiera deberse a alguna actividad antropogénica o natural”, concluye el investigador.
“No hay escasez de agua”: José Joel Carrillo Rivera
Los desafíos del agua en México, en la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades 2021
Dotar de agua potable a toda la población es posible: María Luisa Torregrosa