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Cambio climático, amenaza constante para especies marinas

Los organismos marinos producen gran parte del oxígeno que respiramos.

10-09-2020

Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM-DGDC

La vida marina la conforman las plantas, los animales y otros organismos que viven en el agua salada de los mares y océanos, o el agua salobre de los estuarios costeros. En un nivel fundamental, la vida marina ayuda a determinar la naturaleza misma del planeta. Los organismos marinos producen gran parte del oxígeno que respiramos. Las costas están en parte conformadas y protegidas por la vida marina. 

La mayoría de las formas de vida evolucionaron inicialmente en hábitats marinos. Los primeros vertebrados aparecieron en forma de peces, que viven exclusivamente en agua. Algunos de estos evolucionaron en anfibios que pasan tiempo de sus vidas en agua y en tierra.  

Desafortunadamente, la vida en los mares está en peligro. La actividad antropogénica sin respeto hacia las demás especies ha derivado en un acelerado calentamiento global, que según las estimaciones está elevando la temperatura media de la atmósfera terrestre y de los océanos. 

El calentamiento global no es homogéneo en todo el mundo. En algunas zonas, las afectaciones por este fenómeno son más visibles que en otras. Así como las aves, los osos polares y muchas otras especies se están extinguiendo por el cambio climático, también una gran diversidad de animales marinos atraviesa por esta situación, advierte Felipe Amezcua Martínez, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. 

Especies afectadas en México 

Tortugas marinas, algunas especies de peces, ballenas y pingüinos están siendo severamente afectados por el calentamiento global. Se sabe que en los Polos es en donde más se resienten estas afectaciones. 

  • El cambio climático es capaz de modificar el patrón de las corrientes, así como alterar el movimiento de las masas de agua del fondo hacia la superficie, haciendo que organismos como el plancton, donde habitan larvas de peces e invertebrados (camarones, cangrejos, caracoles), así como los pelágicos menores (sardinas y otros peces que forman grandes cardúmenes), cambien sus patrones de distribución, de comportamiento y de vida. 

“Las especies que se explotan comercialmente y que se cree que podrían ser las más afectadas en el país, son los pelágicos menores, ya que hay cambios cíclicos en el clima en el Pacífico, que es donde se lleva a cabo la mayor parte de pesca, y que además está muy influenciada por El Niño y la oscilación decadal del Pacífico”. 

Según diversos estudios, cuando se presenta este fenómeno disminuye la sardina pero aumenta la anchoa, por ejemplo. Esta información permite determinar que estos organismos se ven afectados por cambios en la temperatura, señala Felipe Amezcua. 

Un molusco muy afectado 

El calamar gigante es uno de los seres que está sufriendo las consecuencias del cambio climático. Se trata de una especie de la cual se desconocen diversos aspectos de su biología y ecología, pues en algunas épocas es difícil encontrarla, por lo que resulta complejo entender los procesos biológicos asociados a él.  

Sin embargo, se estima que el cambio climático ocasionará una alta variabilidad en su abundancia, lo que podría impedir el desarrollo de planes de manejo y la creación de una pesquería sustentable para esta especie.   

Otras especies que se pueden ver afectadas son el atún y especies de peces costeros, como lo son meros, pargos, robalos que son altamente vulnerables debido a la degradación de su hábitat, como lo son arrecifes, zonas de manglar y sistemas estuarinos.  

El cambio climático, agrega el especialista, aumenta la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, ocasionando que el agua se vuelva más ácida, es decir, el pH cambia afectando a los organismos más sensibles como los corales de tal manera que pueden llegar a morir junto con toda la diversidad asociada a él. Entonces, los peces que dependen del coral para llevar a cabo su ciclo de vida, se ven afectados. 

Estudios realizados en la zona del Golfo de California y del Pacífico Mexicano indican que el impacto no es tan catastrófico aún; la temperatura del mar está aumentando cerca de un grado centígrado más de lo normal. Para el año 2080, se prevé que haya aumentado dos grados centígrados, en tanto que para otras zonas del planeta se cree que la temperatura podría crecer casi tres grados, precisa Felipe Amezcua. 

Estudio de temperaturas a través de los peces 

Actualmente, integrantes del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, en conjunto con académicos del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura, y la Universidad de Florida del Sur, están llevando a cabo investigaciones con sardina crinuda del Golfo de California, para reconstruir las temperaturas del agua en las que la sardina habitó, y verificar si la temperatura tiene una tendencia al alza.  

Este trabajo se hace mediante el análisis de isótopos de oxígeno de los otolitos de la sardina, que son pequeños cuerpos calcáreos situados en el oído interno de los peces.  

Estos órganos, al no degradarse, pueden guardar esa información durante años de tal manera que si se cuenta con otolitos de organismos capturados desde la década de los ochenta hasta la época actual, será posible reconstruir las temperaturas del Golfo de California durante los últimos 40 años. Con el valor del isótopo de oxígeno se puede estimar el valor de las temperaturas en las que la sardina habitó a lo largo de su vida.   

Menor cantidad de oxígeno 

Otro problema con el calentamiento global, es que el agua entre más caliente permanezca, menos oxígeno puede retener.  

“Generalmente, en el fondo del océano, la capa de oxígeno es muy baja (hipóxica), o incluso anóxica, es decir, que carece de oxígeno, debido a la existencia de numerosas bacterias que lo consumen.  

Esto ocasiona que las especies que dependen del oxígeno para respirar resulten severamente afectadas y en el peor de los casos, mueran”. Si ocurre un evento de surgencia, es decir, el ascenso a la superficie de masas de agua del fondo e hipóxicas o anóxicas, se puede llegar a producir una alta mortandad de fauna.  

  • Las afectaciones a los océanos por el cambio climático también tienen repercusiones para los humanos, pues mucha gente depende de la pesca, tanto industrial como artesanal o de pequeña escala.  

De acuerdo con proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el cambio climático repercutirá ampliamente en los ecosistemas, las sociedades y las economías, y aumentará la presión sobre los medios de vida y el suministro de alimentos, incluidos los que provienen del sector de la pesca y la acuicultura. 

La presión a que serán sometidos los recursos alimenticios será mayor, y ello determinará que la disponibilidad y acceso a los recursos pesqueros se convierta en una cuestión de desarrollo cada vez más crítica, advierte la FAO.

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