13-12-2018
Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM-DGDC
Desde noviembre de 2016, fecha en que Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, México vivió en la incertidumbre por no saber qué destino tendría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El TLCAN fue calificado por Trump como el peor en la historia de Estados Unidos, argumentando una creciente pérdida de empleos y grandes desventajas para su país. Fue así que durante su campaña prometió impulsar un nuevo acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá; la promesa se cumplió al alcanzar el convenio denominado Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá (AEUMC), que finalmente se llamaría Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Los representantes de los tres países concretaron la firma del tratado el 30 de noviembre en el marco de la Cumbre del G20, en Argentina.
¿En qué consistió este acuerdo? Con él se continúa garantizando los accesos de los productos mexicanos a Estados Unidos y la modernización para incluir el comercio digital entre ambas naciones. Con Canadá, aunque los intercambios comerciales son menores, se mantienen de manera estable y cordial, explica Roberto Zepeda, investigador del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN), de la UNAM.
Así, entre los beneficios que México tendrá según lo convenido con Estados Unidos, están: mayor certidumbre para las inversiones, mayor estabilidad económica, estabilidad financiera, fortalecimiento del peso en los mercados financieros, así como blindaje frente a posibles aranceles impuestos por Donald Trump al sector automotriz por cuestiones de seguridad nacional.
El presidente Trump, inicialmente proponía que el Acuerdo se refrendara cada cinco años; al final se pactó que sea cada 16 años. Uno de las propuestas del presidente del vecino país del norte, era restringir las exportaciones agrícolas desde México hacia Estados Unidos con el objetivo de proteger a sus productores agrícolas. Afortunadamente la propuesta fue desechada.
“El reciente tratado es muy parecido al anterior, sólo se realizaron algunas modificaciones para incluir otros temas, como el comercio digital, la inclusión de capítulos relacionados con el sector energético, así como con el sector ambiental y el laboral. Éstos dos últimos no formaban parte del anterior acuerdo, sólo eran anexos”, precisa Roberto Zepeda, especialista en relaciones internacionales.
Incluir el tema laboral, agrega, implica la libre sindicalización y el derecho de los trabajadores a que participen en la negociación colectiva, además de otros aspectos que se contemplan en distintos convenios que México tiene con la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el tema ambiental ahora también forma parte del tratado. Todos los anteriores serían lo más positivo que contiene el AEUMC para México.
Pero también está el lado negativo, como las restricciones en el sector automotriz, en donde al menos 75 por ciento de las autopartes tendrán que ser producidas en la región de Norteamérica (en comparacion con el 62.5% del TLCAN) en un lapso de 5 años, con lo que este sector podría perder competitividad, la cual se mantenía precisamente por las piezas que provenían de otras regiones.
Respecto al tema migratorio, el especialista señaló para Ciencia UNAM que en el capítulo laboral se habla de que Estados Unidos debe respetar los derechos de los migrantes, sobre todo los laborales.
Por otra parte, se contempla obstruir el camino a empresas asiáticas que se instalaban en México y manufacturaban autos con piezas de sus países de origen. Ello significa que se blindará toda la región de América del Norte con el fin de hacer una plataforma manufacturera donde la mayor parte de piezas provenga de algunos de los tres países que componen este nuevo acuerdo.
En ese sentido, conocedores del tema han manifestado que esta situación podría afectar a los consumidores, pues el costo de los automóviles aumentaría entre un 10 y un 20 por ciento, aunque hay que resaltar que esto no es todavía un hecho; todas las propuestas realizadas para el nuevo acuerdo, deberán ser aprobadas por los Congresos de los tres países para que posteriormente se convierta en una ley que entraría en vigor en el año 2020.
Con referencia al aspecto salarial, se estableció que en el 40 por ciento de las plantas que producen autos se pague al menos 16 dólares la hora, incluido México, en donde actualmente se paga alrededor de tres dólares por hora.
De manera indirecta, esto originaría que los salarios en nuestro país aumenten de manera generalizada, lo cual se sumaría a la propuesta del presidente electo en México.
El investigador considera que la relación entre México y Estados Unidos se encuentra en un momento muy importante, ya que Donald Trump y el entonces presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, habían hablado sobre los conflictos que a ambos competen y han podido resolverlo en muy buenos términos.
De hecho, México tuvo un papel importante en este acuerdo, pues contribuyó a que Canadá y Estados Unidos lograran “limar asperezas” y se pudiera llegar al convenio que beneficiara a los tres países.
Lograr el acuerdo trilateral no fue fácil, por lo que hay que cuidar la relación con Estados Unidos. Pero en un futuro, lo mejor sería contemplar la posibilidad de diversificar el mercado y aprovechar los tratados que ya se tienen firmados con más de cuarenta países y que no se han aplicado, concluye Roberto Zepeda.
Luego de la firma del T-MEC, el paso siguiente será el comienzo del proceso de aprobación del acuerdo, con base en los lineamientos de cada uno de los países miembro.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fue aprobado el 22 de noviembre de 1993, y entró en vigor el 1 de enero de 1994. 24 años después, los tres países acordaron un nuevo convenio comercial.
Los temas considerados por México como los más importantes a negociar en el nuevo tratado fueron:
1.- Avanzar hacia un comercio regional, inclusivo y responsable,
2.- Fortalecer la competitividad de América del Norte.
3.-Promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte.
4.- Aprovechar las oportunidades de la economía del Siglo XXI.
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