La luz tendrá casa en Mérida, Yucatán

El Museo de la Luz se renueva, y para ello cambiará de sede y de imagen, sin alterar la esencia que siempre lo ha caracterizado: un museo temático en el que se exploran las diferentes facetas del fenómeno de la luz y su relación con otros campos de la ciencia.

Ahora que se muda a Mérida, Yucatán, era necesario diseñar “su nueva casa” y que ésta cumpliera con los requisitos indispensables para su funcionamiento; así que la UNAM, a través de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, la Dirección General de Obras y Conservación, y el Museo de la Luz, realizaron una convocatoria para el concurso de ideas y conceptos arquitectónicos, por invitación, dirigida a Escuelas y Facultades de Arquitectura.

Lo anterior, con el objetivo de que los participantes presentaran un diseño arquitectónico conceptual de la nueva sede del Museo de la Luz que se ubicará dentro de los terrenos de “La Plancha” en el sureño estado. El fallo se dio a conocer el pasado 29 de junio, resultando ganadora la Universidad Anáhuac Mayab.

Un gran logro

Para César Domínguez Pérez-Tejada, director de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, que el Museo de la Luz se vaya a ubicar fuera de la Ciudad de México resulta de gran importancia, sobre todo tratándose de un museo de ciencia, ya que la mayor oferta museística se encuentra en la capital mexicana.

En entrevista para Ciencia UNAM, resalta que “aunque ya existen otros museos de ciencia en la región, este es distinto, pues será interactivo; uno de los propósitos es que tenga un mayor alcance”.

Aunado a lo anterior, el Museo de la Luz complementará la oferta educativa; se sumará a la Escuela Nacional de Estudios Superiores y a los diversos proyectos de investigación que la UNAM ha puesto en marcha en Yucatán.

Decidir que el Museo de la Luz se trasladara a Yucatán no fue difícil, ya que cuenta con un número considerable de institutos y centros de investigación, universidades públicas y privadas a las que la UNAM se ha sumado, pues tiene una presencia importante. Fueron muchos los factores positivos que contribuyeron a que éste fuera el lugar ideal para ser la nueva sede del Museo de la Luz, manifiesta César Domínguez.

Museo vanguardista

El proyecto, que será financiado 50 por ciento gobierno del Estado de Yucatán y 50 por ciento UNAM, a través del Conacyt, será un museo de vanguardia que responderá a la idiosincrasia del lugar, teniendo en cuenta la influencia de la Cultura Maya, y todas las características particulares de la región como los cenotes y los ciclos naturales.

De acuerdo con José Ramón Hernández Balanzar, director del Museo de la Luz, el proyecto presentado por el equipo de la Universidad Anáhuac Mayab, propone una conceptualización emanada de dos factores: la naturaleza misma de la luz, la cual es su sustancia primigenia de trabajo, y el contexto en el cual el proyecto se encuentra inserto, ya que corresponde a un sector del polígono de protección conocido como Centro Histórico de Mérida, Yucatán.

El proceso de selección fue totalmente transparente en el que todos los que cumplían con los requisitos y que desearan participar, pudieron hacerlo. “La participación de quienes conocen el entorno de Mérida como los propios yucatecos, reflejaron ideas muy interesantes, con características del lugar y presentando diseños que consideran las condiciones climatológicas, topográficas y de vegetación de la región.

Se trata de una arquitectura de vanguardia combinada con la arquitectura del estilo de la Ciudad Blanca. En el proceso han intervenido diversos sectores: el colegio de arquitectos, la UNAM, la Academia Yucateca y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros.

Deseamos que este nuevo espacio para el museo se convierta en un recinto en donde los distintos saberes del conocimiento dialoguen, aprovechando también la experiencia académica de otras instancias educativas, científicas, culturales y de tecnología e innovación de la región, así como el gran legado de la cultura maya.

Se afianza la presencia de la UNAM

La representación de la UNAM, resalta José Ramón Hernández, se consolida en Yucatán con la llegada del Museo, ya que cuenta con la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Mérida; el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS), y otros centros de investigación que se han instituido en la entidad.

Mérida será una excelente sede, ya que los antiguos mayas eran expertos conocedores de la luz, el tiempo y la astronomía. El nuevo Museo de la Luz, será una renovación total; su museografía será novedosa y versátil, interactiva y moderna. Será un museo repensado en espacios y contenido sin alterar su objetivo esencial: la promoción y comunicación de la ciencia. Así, lo que buscamos es que el Museo de la Luz se perfile como una opción más de la oferta turística nacional e internacional.

Luego de que se seleccionara el proyecto ganador, mediante un concurso abierto, sólo se espera la aprobación para comenzar con la construcción, explica Julio Valencia Navarro, director de Proyectos de la Dirección General de Obras y Conservación de la UNAM.

El proyecto debía acatar requisitos específicos, entre ellos, cumplir con la normatividad del Centro Histórico de la ciudad de Mérida, y que el diseño arquitectónico fuera armónico con el entorno.

De este modo, la propuesta seleccionada se apegó a las bases del concurso cumpliendo con todo lo que solicitaba: la viabilidad de construcción, costos de la infraestructura y flexibilidad de espacios adecuada para las condiciones museográficas que se requieren. Este museo será todo un éxito, pues se trata de un proyecto muy valorado por los yucatecos y por la propia UNAM.