18-10-2017
Por Susan Irais, DGDC-UNAM
Todas las mañanas al bañarse, Daniel mira su pene con detenimiento; “es tan pequeño”, piensa para sí. Ha buscado y probado un sinfín de métodos caseros para agrandarlo. En sus relaciones sexuales es un fracaso porque siente vergüenza de su tamaño; cree que no va satisfacer a su pareja. Vive inconforme en una búsqueda incansable por tener la “medida estándar”.
El tamaño del órgano reproductor es uno de los temas que más ansiedad genera en los hombres, e incluso en algunas mujeres, debido a la estigmatización que hay en nuestra sociedad. Albures, insultos y hasta halagos tienen que ver con el pene. Se cree que entre más “grande”, es más “hombre”, incluso se liga su tamaño al placer sexual.
Pero ¿realmente el tamaño del órgano sexual masculino está relacionado con la salud o el placer sexual?
“La relación existente entre lo que mide el pene y el vivir una sexualidad plena, no se limita a las características físicas del órgano”, dice a Ciencia UNAM el doctor Eusebio Rubio, especialista en salud sexual.
- El pene es un órgano con funciones urinaria, sexual y erótica.
Hay medidas que se vinculan directamente con la salud, por ejemplo el tamaño de la cintura está relacionado directamente con enfermedades cardiovasculares, pero en el caso del miembro viril, no existe esta relación directa, depende de lo que le signifique a la persona y sus expectativas.
Existe una media poblacional; en el caso de México el pene en erección es de 13 a 15 centímetros en promedio, sin embargo no es una regla, la mayoría de los hombres tienen centímetros más centímetros menos, explica Eusebio Rubio, Director General de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual y profesor del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Sin embargo, para muchos hombres, al igual que Daniel, la media poblacional no sirve para calmar su sentimiento de inadecuación, al contrario, refuerza su creencia porque no están informados.
El tamaño del órgano no afecta directamente la salud sexual, si está en las dimensiones de normalidad.
De acuerdo con estudiosos de la anatomía humana, un aparato reproductor masculino extremadamente grande, de 20 a 22 centímetros en erección, suele tener problemas en su función porque el incremento en la demanda de circulación sanguínea es muy grande, por ello tienen problemas de rigidez y en muchas ocasiones son incapaces de mantener por tiempo prolongado una erección.
En el caso contrario, los hombres con micropene, una malformación anatómica donde la longitud en erección es de 3 a 4 centímetros, también tienen problemas para mantener una erección o ni siquiera la logran.
La dimensión es una condición física, por lo cual cada sujeto debe asumirla y explorar junto con su pareja diferentes técnicas de placer; es necesario que ambas partes estén informadas y haya en su relación un alto nivel de comunicación, afirma la doctora Susana Robles Montijo, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.
- Para producir niveles altos de excitación y placer, la penetración no lo es todo. Es más importante la calidad de la relación de pareja.
La sociedad ha estigmatizado al miembro viril masculino. El pene caracteriza al hombre, “entre más pene, más macho, más masculino”; esa asociación del tamaño con la calidad de la persona es primitiva.
Si bien es cierto que se han hecho estudios donde las mujeres han preferido un tamaño discretamente más grande, esto no lo ha comprobado la ciencia empírica ya que la reacción es medida en un contexto aislado; a la hora de investigar la interacción sexual de parejas vinculada a las dimensiones peneanas, la preferencia es menor, nos dice el doctor Eusebio Rubio.
Según los investigadores, una de las explicaciones a la preocupación por el tamaño del miembro viril son las expectativas fantasiosas que genera la exposición a la pornografía, ya que los hombres se comparan con estos estándares poco realistas y se sienten totalmente inadecuados.
La inadecuación puede tener repercusiones directas en la vida sexual. Estas pueden manifestarse con disfunciones sexuales como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil o un pensamiento de fracaso en cada relación sexual.
Cuando el sentimiento de inadecuación es drástico, agrega la doctora Robles, el hombre se enfrenta a un problema psicológico respecto a la apreciación de su cuerpo, la dismorfofobia, es decir, una distorsión de su imagen corporal. Esta insatisfacción le puede llevar a una búsqueda de modificaciones, con tal de tener la medida estándar.
Cuando se ha llegado a este trastorno, el individuo ha probado métodos caseros para agrandar el miembro y en casos extremos recurre a cirugías plásticas. Aún no hay estudios científicos serios que demuestren que las modificaciones a la anatomía del pene no dañen el mecanismo de la erección.
Los investigadores concluyen que el tamaño del órgano sexual masculino no tiene repercusión directa en la salud ni en la satisfacción sexual, pero cuando un hombre se siente inadecuado en el ámbito sexual, a pesar de la información, estamos frente a un problema psicológico que puede causar disfunciones sexuales.
No se trata de centímetros, ni de la media estándar. Un pene es tan pequeño según como lo aprecie el hombre que lo posea o tan complaciente, según sea su relación en pareja.
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