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Adultos con déficit de atención

Por lo general, el diagnóstico del TDAH se hace en la edad adulta.

10-06-2016

Por Andrés Fernández, DGDC-UNAM

Roberto recuerda que en la primaria tenía dificultades para mantener la atención en clase, olvidaba hacer sus tareas, sus compañeros se burlaban de él.

Ahora, a sus 40 años se siente deprimido y ansioso; se ha casado tres veces y no permanece mucho tiempo en los trabajos. Acudió con el médico psiquiatra y su  diagnóstico fue: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

De acuerdo con los psiquiatras y neurólogos, dos tercios de los niños con TDAH continúan presentando manifestaciones clínicas en la edad adulta.

El TDAH inicia en la infancia antes de los 12 años, y se presenta de forma diferente en cada etapa de la vida; tiene un impacto en la vida familiar, social, laboral y/o escolar, destaca la doctora Silvia Ortíz, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Los niños con este trastorno tienen problemas para concentrarse, se olvidan de hacer sus tareas escolares, están inquietos, son impulsivos y no pueden mantenerse sentados; llegan a ser objeto de burlas por sus compañeros.

En la adolescencia, se suman otros factores, pues por distracciones o impulsividad las personas pueden tener problemas legales, accidentes automovilísticos y son más proclives al consumo de drogas.

Al llegar a la adultez son explosivas, intrépidas, realizan actividades o deportes que ponen en riesgo su vida y por más esfuerzos que realicen, no pueden organizarse en las actividades cotidianas.

“La gente los puede percibir como indiferentes, egoístas, poco detallistas. En los empleos cometen errores o no cumplen con sus responsabilidades. En su vida amorosa, llegan a tener varios matrimonios”, esto se debe a que su atención es dispersa, controlan poco sus emociones, destaca la especialista.

El doctor Jesús Gómez Plascencia y Castilla, investigador de la Universidad de Guadalajara, explica que este trastorno es la principal causa de fracaso escolar, y el principal factor de riesgo para el abuso de sustancias.

Resaltó que en muchos de los casos, el diagnóstico de TDAH se hace hasta la edad adulta, cuando el paciente llega con el especialista presentando patologías asociadas, como ansiedad y depresión.

¿Qué lo origina?

El doctor Jesús Gómez Plascencia y Castilla, investigador de la Universidad de Guadalajara, señala que hay varios genes de riesgo implicados que pueden ser activados por factores ambientales: violencia intrafamiliar, estrés emocional de la madre durante el embarazo, consumo de alcohol y/o tabaco en esta etapa. También existe riesgo de presentar TDAH si el producto tuvo bajo peso al nacer y/o fue prematuro.

Por su parte, la doctora Leticia Munive Báez, presidenta de la Sociedad Mexicana de Neurólogos Pediatras, destaca que en este trastorno existe una alteración específicamente de dos neurotransmisores: dopamina y noradrenalina, los cuales se relacionan con funciones cognoscitivas, como la concentración, la atención y la memoria.

Es fundamental tomar en cuenta el contexto ambiental, como la dinámica familiar, educación, estrato socioeconómico, entre otros, ya que este puede potencializar o acotar los síntomas de la persona con el trastorno.

Tratamiento

De acuerdo a una valoración médica especializada, se indica el fármaco más adecuado. En México, se utilizan el metilfenidato y la atomoxetina.

Actualmente, ya está disponible un profármaco llamado lisdexanfetamina (Vyvanse) que en los últimos años ha probado una efectividad mayor al 85 por ciento en personas de todo el mundo que padecen TDAH, tanto niños como adultos, informa la neuróloga Daniela Morales Martínez, gerente médico para neurociencias de Shire.

Este medicamento actúa “poniendo orden” a los neurotransmisores involucrados. De esta manera, el cerebro tiene una estimulación adecuada y el paciente mejora su atención.

“Un profármaco es una sustancia que se ingiere de forma inactiva y al ser absorbida se transforma en su forma activa en la sangre y hace su efecto en el organismo, destaca Silvia González, enlace médico científico de Shire.  

El tratamiento farmacológico en combinación con la terapia cognitivo conductual ha probado ser útil para el manejo de estos pacientes.

Mediante este enfoque psicoterapéutico, los especialistas buscan que el paciente tenga una estructura en su vida diaria, a través de generar hábitos y cumplir ciertas tareas; le ayudan a manejar sus emociones y controlar sus impulsos. Se trabaja con sus potencialidades y fortalecer sus debilidades, señala Leticia Munive Báez.

Si sospechas que tu hijo o tú mismo tiene este trastorno, acude a una valoración neurológica o psiquiátrica. Recuerda que el diagnóstico temprano favorece el control del TDAH y una mejor calidad de vida tanto para el paciente como para los familiares.

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