18-07-2019
Por Laura García, Ciencia UNAM-DGDC
El pasado 21 de febrero de 2019, las noticias en gran parte del mundo hicieron eco del lanzamiento del Bereshit, el primer módulo lunar no tripulado de origen israelí lanzado desde Cabo Cañaveral y cuya misión era no solo llegar a la Luna, sino estudiar su campo magnético.
Aunque el módulo financiado por SpaceIL, una empresa privada y el grupo estatal Industria Aeroespacial de Israel, no pudo completar su misión porque falló al momento del alunizaje, el mensaje es claro: el ser humano aún desea explorar la Luna.
Y es que tras años de constantes pasos hacia la exploración del espacio donde los científicos y tecnólogos de diferentes nacionalidades han logrado enviar robots exploradores a Marte y misiones no tribuladas a otros planetas del Sistema Solar como Júpiter, el éxito de la misión del Apollo 11 que culminó con la llegada del hombre a Luna en 1969, sigue siendo un evento histórico para la humanidad.
Era octubre de 1957 cuando la Unión Soviética lanzó desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, el primer satélite artificial en la historia. Ese gran logro encerraba algo más que un extraordinario avance científico y tecnológico, era un símbolo de poder en medio de las tensiones políticas, sociales y económicas producto de la Guerra Fría.
“Los primeros que decidieron utilizar la tecnología de misiles y cohetes para enviar algo al espacio fueron los soviéticos. Cuando lanzaron el primer satélite artificial, el Sputnik 1, tomó por sorpresa al mundo”, recuerda el doctor Miguel Alcubierre Moya, director del Instituto de Investigaciones Nucleares de la UNAM.
Aunque meses después los estadounidenses pusieron en órbita su propio satélite, el Explorer 1, el panorama no parecía muy esperanzador para los Estados Unidos mientras los soviéticos lograban lanzar animales al espacio como la perrita Laika, poner en órbita al primer hombre y la primera mujer y de dar la primera caminata espacial.
En medio de una guerra que no parecía favorable, en 1962 el presidente John F. Kennedy lanzó una primicia que parecía muy arriesgada: antes de que terminara la década, su país conseguiría llegar a la Luna.
En Estados Unidos eran conscientes que si bien no habían sido los protagonistas de los logros espaciales anteriores, había un reto que, según explica el doctor Alcubierre, por la dificultad técnica, económica, la precisión en los diseños del cohete y los cálculos para el alunizaje y el combustible aún no habían podido realizar y que todavía a 50 años es muy difícil: llevar a un humano a la Luna.
Tras siete años y tras ver como los soviéticos fracasaban por la falta de diseño efectivo, el 20 de julio de 1969 los astronautas norteamericanos Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins transmitían las primeras imágenes del hombre pisando la superficie lunar, colocando la bandera de Estados Unidos y reclamando los créditos de la hazaña.
- Durante su estancia recogieron piedras lunares. Gracias a esto se ha podido estudiar la química de las rocas e identificar que tiene una composición idéntica a la de la Tierra.
- Se colocó la matriz retrorreflectora de medición láser lunar. Este panel cubierto de espejos, permite enviar rayos láser desde la Tierra y conocerla distancia hacia la Luna y como se aleja progresivamente al planeta.
- Demostraron que era seguro caminar sobre la Luna sin hundirse.
- Se colocaron sismógrafos para medir la actividad sísmica en la Luna
“Yo creo que nos adelantamos un poco en llegar a la Luna, porque fue más por cuestiones políticas y no había un objetivo científico claro. Después de la última misión del Apollo 17, se perdió el interés del público; para los gobiernos resultaba muy caro, además los norteamericanos habían ganado y los soviéticos nunca tuvieron un buen diseño del cohete”, concluye el doctor Alcubierre.
Una vez que la misión del Apollo 11 logró llegar a la Luna, le siguieron exitosamente las misiones tripuladas de Apollo 12, 14, 15, 16 y 17. Pero tras años de grandes avances en la conquista del espacio, la URSS y Estados Unidos comenzaron a priorizar nuevos objetivos y destinando menos recursos al desarrollo espacial.
Sin embargo, de acuerdo a la NASA, las diferentes exploraciones de la Luna permitieron a los científicos descubrir que esta tiene la misma composición química que la Tierra; que la inclinación de nuestro planeta gracias a la gravedad de la Luna, mantiene su equilibrio ya que una inclinación más exagerada causaría estaciones más extremas.
También se ha podido especular que muchos de los meteoritos que llegan a la Tierra, posiblemente impactaron previamente en la superficie de la Luna y fueron eyectados hacia nuestro planeta.
Además se ha logrado medir el brillo de la Luna, el brillo del planeta e incluso de la composición de la atmósfera de la Tierra.
Mientras la mayoría de los habitantes de la Tierra disfrutamos con sólo mirar la Luna, actualmente varios países, incluido China y Estados Unidos, tienen como objetivo volver a enviar humanos al satélite ¿quién será el primero en lograrlo?
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