19-11-2018
Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM, DGDC
En el ambiente existen diversas sustancias que contaminan el entorno y por ende, causan daños a la salud en ocasiones tan crónicos que son irreversibles. Por esta razón, el Instituto de Geofísica de la UNAM y el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) desarrollaron tres apps para analizar los contaminantes llamados proxis. Una de las virtudes de estas aplicaciones es que son rápidas y económicas.
El proyecto denominado “Sistema de monitoreo de la contaminación por metales pesados en la CDMX”, ha logrado instrumentar tres tipos de técnicas rápidas para el análisis de metales pesados: en los suelos, los polvos y las plantas, explican Francisco Bautista, investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) y Avto Goguichaishvili, del Instituto de Geofísica, ambos de la UNAM.
Los metales pesados se encuentran en las pinturas, gases que despiden los automóviles, chimeneas y en casi todos los residuos sólidos. La mayoría de ellos es perjudicial para la salud.
El suelo tiene la particularidad de que atrapa estos metales y los almacena, pero cuando se supera esa capacidad amortiguadora, los convierte en polvo que contamina.
Este polvo es el que respiramos diariamente y con el que tenemos contacto por la piel o que de algún modo llegamos a ingerir; y las plantas son esa fracción respirable de la contaminación que se encuentra en la atmósfera.
Para medir los contaminantes, se llevan a cabo diversas pruebas; una de ellas detecta el color de manera numérica con equipo especializado. Cabe señalar que todas las muestras de metales pesados tienen propiedades magnéticas que al medirlas, se puede saber el nivel de contaminación, para ello, se utiliza la prueba magnética, precisa Francisco Bautista.
Existe otra técnica más costosa que consiste en hacer pruebas de fluorescencia de rayos equis (FRX) mediante un equipo manual que detecta la cantidad de metales pesados que tiene una muestra.
Estas tres técnicas, se evalúan con las medidas tradicionales químicas finas y se comparan entre sí. La principal función del sistema de monitoreo es identificar las zonas más contaminadas con el propósito de que el Gobierno de la Ciudad de México lleve a cabo acciones de remediación en esos puntos.
Las tres aplicaciones, para polvo, plantas y suelo, serán herramientas a disposición de personas del Gobierno de la Ciudad de México que se dedican a analizar la contaminación. Con ellas es posible saber el lugar exacto donde se está tomando la muestra y qué tipo de muestra es, así como sus características.
“Estas tres apps mandan la información y la señal de la muestra a los servidores del CIGA y al Instituto de Geofísica a fin de conocer sus características y así poder realizar el mapeo de los lugares más contaminados. Los datos se reciben en tiempo real con lo cual se corrobora la calidad de la información”.
De acuerdo con el especialista, 27 mil personas mueren al año por enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental, cifra alarmante que los tomadores de decisiones deberían tomar en cuenta.
El Sistema de Monitoreo de la Contaminación por Metales Pesados en la CDMX, es financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la Ciudad de México.
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