17-10-2018
Por María Luisa Santillán, DGDC-UNAM
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, más de 800 millones de personas en todo el mundo aún viven con menos de 1.25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados. Como una forma de luchar y crear conciencia sobre esta problemática, el 17 de octubre de cada año se celebra el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza.
La pobreza puede ser definida como un conjunto de carencias, negación, privación o insuficiencia socioeconómicas que van desde la falta de lo más necesario como alimentación y falta de acceso a la canasta básica, hasta de otros satisfactores, por ejemplo, vivienda, salud, educación y transporte, entre los más importantes.
De acuerdo con la doctora Flor Mireya López, del Instituto de Geografía de la UNAM, la política pública y social se ha enfocado en tratar de “aliviar” la pobreza más que en combatir sus causas. Por lo que el objetivo de disminuirla no ha sido la estrategia ni la acción principal de las políticas públicas, prueba de ello es que con los programas sociales federales no se ha logrado reducirla de manera concreta.
“Lo anterior revela que las políticas para combatirla han sido erráticas, han caído en un retroceso y fracaso, pues han contribuido a exacerbarla. Por lo tanto, es necesario buscar nuevos enfoques, comprender a profundidad las causas y, sobre todo, saber qué ha hecho el Gobierno Federal para mitigarla”, destacó.
Existe una enorme proporción de la población que está por debajo de la línea de pobreza, entre 50% para algunas instituciones como el Consejo Nacional para la Evaluación de Políticas Sociales (CONEVAL) y 70% (para algunos autores como Julio Boltvinik) de la población en el país.
Esta realidad no ha permitido que la población se desenvuelva con mejores empleos, que exista una población más calificada con mejores salarios, que haya una población saludable y con los requerimientos necesarios en su vivienda, por ejemplo, que tenga regularmente agua potable, los 365 días del año.
De esta manera, son muy bajas las posibilidades de que en México exista un amplio sector de la población sin respuesta competitiva que contribuya al desarrollo socioeconómico nacional, destacó la investigadora.
Asimismo, agregó que la expansión espacial de los pobres es hacia todas direcciones. Sobre todo, se identifica en las ciudades o en zonas metropolitanas en sus diferentes etapas, con diferente patrón de crecimiento entre el centro y la periferia, y en periodos de tiempo cortos, con lo cual ha identificado un proceso de metropolización de la pobreza muy bien definido.
No obstante, en algunos casos las zonas de pobreza tienden a concentrarse y reconcentrarse, es decir, el patrón de distribución de la pobreza se reproduce en el mismo espacio a lo largo del tiempo, aspecto identificado por Adrián Guillermo Aguilar como periferización de la pobreza. Uno de los espacios característicos con esta tendencia son las periferias urbanas, las cuales son las orillas de las ciudades, desprovistas de los servicios más necesarios como agua, luz, transporte, salud, acceso a abastecimiento de alimentos, etcétera.
De esta manera, las diferencias socioterritoriales son distintas y hasta cierto punto no es equiparable la pobreza urbana con la rural y no se pueden medir de la misma manera para comparar las que se encuentran en mayor pobreza.
Esto porque las rurales están territorialmente más dispersas, alejadas de la extensión continua de la infraestructura eléctrica e hidráulica, es decir, se localizan en condición de aislamiento, lo cual hace que prácticamente la infraestructura de servicios públicos en estas zonas sea casi nula.
- El 17 de octubre de 1987 más de cien mil personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. En ese lugar, se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948. Aquel 17 de octubre los ahí reunidos proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos. La ONU declaró a esa fecha como Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Los más vulnerables
Existen sectores de la población a los que la pobreza afecta de manera más intensa que a otros, ya sea por falta de capacidad de respuesta a nivel individual como general, por las condiciones económicas y políticas a nivel nacional.
“Con capacidad de respuesta individual me refiero sobre todo a los adultos mayores, quienes no pueden ejercer trabajos pesados, por su edad ya no encuentran trabajo y reciben pensiones muy bajas o a los jóvenes que no pueden acceder a la educación y sólo pueden conseguir bajos salarios o emplearse en el mercado informal. Además de que ambos grupos no tienen acceso a la salud”, destacó la universitaria.
En otro grupo se ubican las mujeres, quienes en la mayoría de los casos se encuentran muy por debajo de las condiciones laborales y salariales de los hombres. Además, se ven obligadas a trabajar hasta triple jornada para lograr menos de un salario mínimo, aunado a que la mayoría tiene que dividir su tiempo entre el trabajo y el cuidado del hogar.
“Es el sector de la población que más trabaja y que menos percibe, sobre todo cuando el gasto del hogar recae en una mujer jefa de familia. A nivel general, por las condiciones socioeconómicas, hay poca voluntad política de los gobiernos para crear mecanismos que atiendan las necesidades de la población más vulnerable como adultos mayores y jóvenes en primer lugar, mujeres en segundo lugar y hombres en tercer lugar”, puntualizó.
Sobre la aportación de la Geografía al estudio de la pobreza, la investigadora destacó que la contribución más importante es que esta disciplina nos permite identificar ¿dónde están y cómo están los pobres?
Por lo que el análisis socioespacial de la pobreza no sólo implica que esta condición quede en cifras e instrumentos que ayuden a combatirla, sino que es esencial identificar el comportamiento vertical de la pobreza, es decir, el incremento del número de pobres o la incorporación de nuevos pobres.
“También es relevante su comportamiento horizontal, es decir, cómo es que la pobreza se está expandiendo en el territorio, creando desde nuevas configuraciones como conjuntos o clústers hasta grandes franjas muy localizadas en determinados espacios que llevan a analizar procesos como la periferización hasta la metropolización de la pobreza”, concluyó.
En México, a través de instituciones como el CONEVAL, el Banco Mundial o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a nivel internacional, existen diversas formas y variables para medir la pobreza y quizá esto es parte del problema, ya que las cifras nunca son concordantes entre sí.
En general, suelen utilizarse los mismos indicadores, no obstante, éstos se entienden de diferente manera y, por lo mismo, se definen los umbrales de los indicadores con distintos límites, lo que arroja como resultado final diversas magnitudes de pobreza.
En el Día Internacional de la Juventud: futuro incierto para los jóvenes en tiempos de coronavirus
¡Bienvenido 2023. Año Internacional del Mijo!
Bienvenido 2020: Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Por la salud de las plantas