Víctor Manuel Mendoza Núñez, impulsor de la Gerontología comunitaria en México

Entrada la década de 1990, el doctor Víctor Manuel Mendoza Núñez empezó a trabajar el tema del envejecimiento en México. Es uno de los pioneros en abordar esta temática, que en aquellos años ya se vislumbraba como de gran interés, pues las estadísticas de salud apuntaban a que en décadas posteriores aumentaría la población envejecida en los países.  

Uno de sus primeros acercamientos lo tuvo cuando participó en el primer curso postécnico de Enfermería en Geriatría y Gerontología que se realizó en México, en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, en 1992. Aunque en ese momento participó como profesor –en la asignatura de metodología de la investigación–recuerda que se dio cuenta que para poder asesorar a los asistentes en el tema de envejecimiento era necesario tener una formación académica en esta área.

Esta necesidad llevó a crear el primer Diplomado de Gerontología en la UNAM, que sigue vigente hasta la fecha, y del cual el doctor Mendoza Núñez formó parte de la primera generación de egresados.

Relata que cuando se empezó a trabajar estos temas en México, hace más de tres décadas, predominaba una visión completamente distinta del envejecimiento de la que se tiene en la actualidad.

“En ese momento nuestra visión era negativa, equiparando a la vejez como pérdida y pobreza. Pensábamos hay que darles algo, lo que sea, porque eran pobres en todo: pobreza económica, en limitación en la capacidad física y darles ayuda por el solo hecho de ser viejos y hablábamos de viejitos y abuelitos, una serie de términos totalmente inadecuados”.

Esta visión fue cambiando a partir de su formación en la maestría en Gerontología, que también cursaron otros de sus colegas, lo cual permitió la especialización de s profesionales en esta área.   

“Esto ayudó mucho, realmente nos abrió muchas vertientes de investigación, fue muy intensiva, tuvimos mucho material que leer y consultar. Posteriormente, fuimos revisando ya con detalle y digiriendo todo el contenido y las posibilidades que teníamos y se generaron varias vertientes y líneas de trabajo y de investigación”.

Una de las líneas que surgió y de la cual ha sido pionero no sólo en México, sino también en Latinoamérica, es la Gerontología comunitaria, un área de estudio enfocada en que el adulto mayor tenga una buena salud, funcionalidad y calidad de vida, tanto a nivel individual como en su entorno social y comunitario.

Dentro de este campo también son importantes tres pilares: el autocuidado, la ayuda mutua y la autogestión, utilizando redes de apoyo formales e informales para lograr un envejecimiento saludable y activo.

Otras líneas que ha impulsado es la relación del estrés oxidante y la osteoporosis, así como la estimulación mental en el adulto mayor, con el fin de prevenir el deterioro cognitivo y mantener una capacidad funcional en éste el mayor tiempo posible.

Núcleos gerontológicos

En 1996, el doctor Víctor Manuel fundó la Unidad de Investigación en Gerontología en la FES Zaragoza, la cual dirige desde entonces.

Uno de sus primeros trabajos fue la creación de un modelo de Núcleos gerontológicos, que “se sustenta en el envejecimiento activo, el cual establece que las personas adultas mayores potencialmente constituyen un capital social para su propio desarrollo y de las demás personas envejecidas”, tal como se explica en el libro Promoción de la salud de la mujer adulta mayor.

Estos núcleos se integrarían por un grupo de adultos mayores independientes que pudieran llevar a cabo sus actividades básicas de la vida diaria, como comer, desplazarse, que no dependieran de otra persona.

Además, los adultos mayores recibirían información sobre los cambios biológicos del envejecimiento y las enfermedades crónicas no transmisibles vinculadas, cómo prevenirlas o controlarlas y la importancia de mantener estilos de vida saludables.

Al momento de la creación de este modelo, en 1996, se integraron con entre 8 y 15 adultos mayores que vivían cerca de la FES Zaragoza para que pudieran asistir a una reunión semanal, tomar un curso sobre cambios biológicos en el envejecimiento, hacer un día ejercicio físico y estimularlos a que el resto de la semana lo hicieran en casa.

“Con estos núcleos logramos que hubiera algunos cambios respecto al control de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes mellitus, algunos cambios afectivos como disminuir problemas de depresión, que es ahora un dominio importante que señala la OMS, el bienestar. De alguna manera, desde ese tiempo, logramos que estos núcleos se pusieran la camiseta universitaria y se identificaban como grupos de adultos mayores formados por la UNAM”.

Posteriormente, estos núcleos también fueron implementados en otros sitios, uno de ellos fue el estado de Hidalgo, en donde incluso se logró que en el reglamento del Instituto de Envejecimiento de Hidalgo se incluyera el término de envejecimiento activo. También se trabajó en la implementación de este modelo en Guanajuato.

Una nueva visión

El doctor Mendoza Núñez no sólo ha sido un gran promotor del envejecimiento saludable y activo, sino también ha impulsado la formación de recursos humanos sobre Gerontología comunitaria y de promotores de salud gerontológica

“Yo creo que el acierto y el planteamiento que nosotros hemos insistido mucho de los núcleos gerontológicos no es que se reúnan y que platiquen, no, hay que darles una capacitación, un entrenamiento para el desarrollo humano durante el envejecimiento y la vejez”, expresa en entrevista con Ciencia UNAM.

Durante años ha resaltado la importancia de que las personas mantengan una capacidad funcional y sean independientes. “Le apostamos a que el conocimiento era clave para que ellos se empoderaran, se responsabilizaran de la situación, se revaloraran, entonces, ya no era el pobre viejo, sino que ellos reconocían el conocimiento que tenían para ellos mismos y para otros”.

Destaca que cuando la persona mayor mantiene algún proyecto, remunerado o no, pero satisfactorio y reconocido, en el cual se emplee su experiencia para que pueda realizar una labor con gusto, esto le proporciona más años de vida saludables.

El doctor Mendoza Núñez es un referente nacional en materia de estudios gerontológicos y en el cambio de paradigma en torno a la vejez y el envejecimiento, porque con sus aportaciones se ha dejado de ver al adulto mayor como una persona con poca actividad, más pendiente de sus enfermedades que de su propio desarrollo.

En cambio, ahora se promueve visualizarlo como alguien independiente, activo socialmente, que pueda transitar durante esta etapa con una vida saludable, capaz de autocuidarse y de mantener una funcionalidad en su cuerpo.

Egresado de la primera generación de la carrera de Médico Cirujano de la FES Zaragoza de la UNAM, el doctor Mendoza Núñez es maestro en Gerontología por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor en Ciencias Biológicas por la UNAM.

Además, es profesor de tiempo completo de la FES Zaragoza, de la cual fue su director durante el periodo de 2010 a 2018.  Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Recibió la Medalla al Mérito Social 2016, otorgada por la Academia Nacional para el Desarrollo del Adulto Mayor de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Y en 2019 fue reconocido con el Premio Universidad Nacional en el área de Docencia en ciencias sociales.

Es autor de nueve libros relacionados con el envejecimiento, uno de ellos titulado Gerontología comunitaria es un material de referencia para los estudiosos del tema.