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Posibles causas de la hepatitis aguda infantil

El aumento de casos mantiene atentos a los sistemas sanitarios del mundo.

20-06-2022

Por Marlene Corona*, Ciencia UNAM-DGDC


La inflamación del hígado es una condición grave; si ocurre de manera rápida y abrupta, el médico la considera una hepatitis aguda. Esta enfermedad ha captado la atención mundial desde el reporte del aumento de casos en niños y niñas en varios países, principalmente europeos.

Algo que encendió la alerta sanitaria, es que decenas de los enfermos recibieron el diagnóstico de “hepatitis aguda de origen desconocido”. Actualmente existen algunas explicaciones por parte de la comunidad científica, una de ellas apunta a la COVID-19.

Un breve recuento

A inicios del mes de abril (2022) en Reino Unido fueron reportados los primeros casos, principalmente en Escocia. El primer reporte fue emitido a la Organización Mundial de la Salud el 5 de abril, y una semana después se notificaron nuevos casos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Hasta el 29 de abril se dieron a conocer 169 casos en 12 países.

Mientras tanto en México el 12 de mayo se reportaron los primeros cuatro casos en el Estado de Nuevo León; posteriormente el 6 de junio se dio a conocer el caso de una menor de 3 años en el Estado de Morelos; y hasta el 11 de junio se han reportado seis casos sospechosos de hepatitis aguda grave de causa desconocida en Jalisco.

Conforme las autoridades sanitarias notaron que no se trataba de un caso aislado, la OMS hizo un llamado a los diferentes países para vigilar a su población infantil e identificar las posibles causas.

Un dato que llamó la atención fue que un gran número de menores, de entre un mes a 16 años de edad, no padecían ninguna otra enfermedad antes de contraer la hepatitis aguda grave.

La mayoría de niñas y niños que han sido estudiados resultaron ser negativos a los virus que habitualmente causan hepatitis aguda de tipo A, B, C, D y E; sin embargo, en unos pacientes se detectó la presencia de adenovirus, principalmente el tipo 41, como causa de la infección.

De acuerdo con la doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, existen posibles explicaciones respecto al incremento de hepatitis aguda grave en niños; una de ellas es que, debido a la baja circulación de los adenovirus durante la pandemia, quienes no estuvieron en contacto con los virus tienen una susceptibilidad mayor a enfermarse.

Otra explicación podría ser la existencia de un adenovirus nuevo con algún tipo de mutación que cause infección en los niños y por lo tanto, una hepatitis; o que pudiera tratarse de una co-infección de SARS CoV2 y adenovirus.

“Los adenovirus causan infecciones gastrointestinales, respiratorias, oculares, y se ha descrito que ocasionan hepatitis en personas que tienen baja inmunidad, pacientes inmunocomprometidos. Su forma de transmisión puede ser por gotas respiratorias, vía fecal-oral y por contacto directo de una persona infectada”, explica la especialista.


¿Qué es la hepatitis aguda?

Es una inflamación del hígado que puede ser de causa infecciosa (por algún virus) o de causa tóxica (debido al abuso de medicamentos). De acuerdo con la OMS, las hepatitis virales ocasionan más de un millón de muertes al año.

Una de las principales funciones que realiza el hígado es captar la bilirrubina que se obtiene cuando los glóbulos rojos se revientan, posteriormente se vierte al intestino y finalmente es eliminada. 

“Cuando tenemos una inflamación del hígado que no permite que la bilirrubina se elimine de manera adecuada, ésta queda almacenada en el cuerpo y el color amarillo va a ser evidente en la piel y en las escleróticas, parte blanca, de los ojos. La coloración de la orina va a ser más amarilla y las heces van a ser pálidas”, comenta el doctor Sarbelio Moreno Espinosa, director de Enseñanza del Hospital Infantil de México Federico Gómez.

Si la inflamación ocurre de manera rápida y abrupta, se trata de una hepatitis aguda.

Esta enfermedad no suele ser grave en los niños, sin embargo, en los casos reportados recientemente, muchos de ellos han sido hospitalizados. Actualmente se desarrollan múltiples protocolos de investigación para conocer el origen.

Hasta el momento, las pruebas de laboratorio excluyen que se trate de hepatitis virales conocidas, como las infecciones por virus de hepatitis A, B, C, D y E.

¿Cuáles son los síntomas a los que debemos estar atentos?

Existe cierta preocupación en la población, debido a la propagación de hepatitis aguda infantil, pues se teme que más niñas y niños puedan enfermar gravemente. Los especialistas recomiendan prestar atención a aquellos síntomas que son indicadores de esta enfermedad.

Los síntomas más comunes que han presentado los menores son vómito, diarrea, dolor de estómago y, sobre todo, ictericia, una coloración amarilla en los ojos y en la piel. Suelen aparecer en una semana o un par de semanas. “El cuadro diarreico dura de 4 a 5 días y después empiezan con la ictericia”.

Si crees que tu hijo presenta estos síntomas, lo recomendable es llevarlo con un médico y realizarle pruebas de función hepática para asegurarte de que no presenta inflamación del hígado.

De acuerdo con el doctor Sarbelio, si el paciente empieza a tener falla hepática, que el hígado deje de funcionar, debe ser hospitalizado y contar con una vena permeable que permita la sustitución de líquidos y contrarrestar el amonio, metabolito que causa problemas; se llaman medidas antiamonio.

Por otro lado, la doctora Wong recomienda que, en caso de tener un menor en casa con hepatitis, es importante manejar adecuadamente las heces fecales, por ejemplo, echar cloro al ir al baño y lavar muy bien las cosas con agua y jabón 

“Si tuviera otros síntomas respiratorios, es importante aislarlo del resto de las personas que viven en casa; en casos graves, es necesario realizar un aislamiento de contacto”

¿Qué pueden hacer los padres para proteger a los menores?

Las medidas de higiene son básicas: lavarse las manos frecuentemente antes y después de preparar alimentos, después de ir al baño o cuando se cambia un pañal; cubrir nariz y boca al estornudar y toser; limpiar y desinfectar juguetes y objetos que los menores se llevan a la boca.

Consumir agua potable, de preferencia hervida o filtrada; realizar un manejo adecuado de las heces fecales y completar el esquema básico de vacunación de los menores. Algunos tipos de hepatitis son prevenibles mediante la vacunación.

Por el momento, la hepatitis aguda de origen desconocido sigue bajo el monitoreo de las autoridades sanitarias. 


Fuente:

Hepatitis viral grave en infantes, Facultad de Medicina, UNAM



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