22-03-2021
Por Naix’ieli Castillo, Ciencia UNAM-DGDC
En los cuerpos de agua de manera natural habitan microorganismos, la mayoría de ellos son benéficos, pero algunos pueden enfermarnos.
Los microorganismos más comunes que pueden vivir naturalmente en los cuerpos de agua son virus, bacterias y protozoarios. Estos tienen una función: ayudar al reciclaje de nutrientes, por lo que es fundamental entender que no todos son dañinos.
La doctora Marisa Mazari, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, explica que para vivir en los cuerpos de agua los microorganismos requieren de alimento y de un sustrato al que adherirse. Algunos microorganismos prefieren agua con oxígeno abundante y otros prefieren un medio sin oxígeno. También les afecta la cantidad de luz, de sólidos y la temperatura.
Los virus son partículas que contienen material genético, pero que en realidad no están vivos; generalmente necesitan un hospedero para replicarse, ahí encuentran la temperatura y los componentes orgánicos que requieren.
Los protozoarios por otro lado son de mayor tamaño y forman quistes, que pueden estar en el agua y flotar en ella libremente sin mudar a sus estadios adultos y cuando encuentran las condiciones propicias, por ejemplo, el tracto digestivo humano, se desarrollan.
La luz ultravioleta desactiva o afecta a estos microorganismos, por esa razón, algunos de estos organismos sobreviven mejor en el fondo de los cuerpos de agua donde hay poca luz y donde se acumula la materia orgánica que usan para alimentarse.
Los seres humanos somos los principales actores que aportamos elementos ajenos a los cuerpos de agua, contaminándolos con diversos compuestos químicos o microorganismos. Con nuestras acciones causamos alteraciones que después se revierten en contra de nosotros mismos como especie.
Por ejemplo, cuando se vierten las aguas del drenaje o aguas residuales a los ríos, lagos y océanos, les aportamos microorganismos, además de materia orgánica y compuestos químicos como fertilizantes y plaguicidas.
Cuando la materia orgánica aumenta considerablemente en el agua las poblaciones de microorganismos se multiplican y se rompe el balance que existe en la naturaleza. Es entonces cuando se desarrolla una mayor cantidad de microorganismos que pudieran no ser benéficos, apunta la especialista.
- En tiempos de pandemia, científicos han reportado la presencia del SARS-CoV-2 en aguas residuales en varios países. En México también se investiga la resistencia del coronavirus y las posibilidades de contagio por esta vía.
La dosis infectiva es el número de microorganismos que se necesitan para causar enfermedad. En las bacterias, por ejemplo, se necesitan de 100 mil a millones para que causen daño. Por eso, es muy importante determinar la cantidad de microorganismos presentes en los cuerpos de agua.
- Los virus y protozoarios parásitos son más resistentes que las bacterias a la desinfección con cloro, el método más común utilizado en México.
La especialista señala que es muy importante monitorear la calidad del agua, pero no únicamente la destinada a consumo humano, sino también la calidad del agua de riego, pues lleva microorganismos que terminan en las hortalizas que consumimos crudas.
Como individuos debemos tener cuidado de desinfectar las frutas y verduras que consumimos, especialmente las hortalizas. También recomienda tratar las aguas del drenaje antes de que lleguen a los cuerpos de agua y vayan a los sistemas de agua subterránea.
Bacterias
Salmonella. Una de las enfermedades más serias causada por estas bacterias es la fiebre tifoidea.
Shigella. La infección por esta bacteria produce una enfermedad intestinal, disentería, que es una inflamación del intestino que muchas veces produce diarrea con sangre o pus.
Legionella. Esta bacteria, que se desarrolla muy bien en ambientes de agua cálida, ocasiona una infección pulmonar que en los casos más graves causa neumonía.
Virus
Hepatitis A. Este virus llega al agua por contaminación fecal. La mayoría de los pacientes se recuperan y adquieren inmunidad pero una pequeña porción puede morir por hepatitis fulminante.
Rotavirus. Un virus potencialmente transmitido por agua contaminada; es la causa más común de diarrea en niños pequeños, menores de 5 años.
Protozoarios
Giardia lamblia. Es una de las parasitosis más comunes en México; se propaga por la contaminación de alimentos o agua. Produce una enfermedad intestinal que tiene como síntomas diarrea, malestar y fatiga.
Cryptosporidium parvum. También es causante de diarrea, afecta más severamente a niños, ancianos y pacientes inmunosuprimidos.
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