02-05-2020
Por Alejandra Medellín E.
Todas las noches, alrededor de las diez llega un visitante. Se asoma por la ventana y nos observa. Al ver que no hay actividad, voltea y hace popó en el techo de la casa.
Hace alrededor de seis meses unas popós misteriosas empezaron a aparecer en el techo. Se acumulaban y era claro que no eran humanas ni de perro o gato.
Se puso una trampa cámara para ver quién era el visitante. Esta se pone en algún lugar por el que uno crea que pasan los animales; la cámara detecta el movimiento y toma una foto o video, dependiendo de cómo la programes. Unos días después, se vio el cacomixtle en video tomado por la cámara.
Los cacomixtles son una especie nativa que convivió con nuestros antepasados prehispánicos. En casas en México están empezando a haber más cacomixtles. No son tlacuaches, no son gatos y no son mapaches. Son unos mamíferos pequeños con cola anillada y una cara delgada, como de gato.
Horacio Bárcenas, experto de la Facultad de Ciencias de la UNAM en mamíferos y en el uso de trampas cámara, ha notado este crecimiento desde hace diez años. Los vecinos de la zona de Xochimilco, en la Ciudad de México, donde él vive, le comentaban que habían visto "mapaches o algo parecido".
Desde entonces han ido aumentando las historias de gente que ve algo que parece gato, pero con cola de mapache. Aún así, tuvieron que pasar varios años para que Horacio pudiera ver uno con sus propios ojos.
La gente que vive más al sur de la ciudad ha podido ver cacomixtles seguido. Rafael de la Sota reportó que llega uno a su casa, en la zona de Tepepan. "Se llama Juanito. Le dejo manzana partida y deja el plato limpio. Sube como a las diez de la noche y se come las croquetas de Catrina, la gatita".
"A mi casa llega una familia. Viven en un terreno baldío en la calle de atrás", cuenta Diego Olvera, habitante de La Joya. Alrededor de 70 personas confirman haber visto cacomixtles, algunos desde hace más de unos meses, incluso hace años, a diferencia de Horacio.
El experto asegura que fue hasta hace unos meses que pudo ver un cacomixtle, y hace unas semanas vio uno cruzando la calle. Testigos en Tepepan, en cambio, reportan haberlo visto desde hace años.
Por ejemplo, Mariana Gómez hace dos años escuchó un ruido en su jardín y se encontró a su perro viendo a un cacomixtle. "Era como del tamaño de mi mano. Metimos a Trucas y mi papá lo sacó con un palo para liberarlo".
Bruno Tello dice que ve uno cada noche en las calles de Tepepan, a unas cuadras de la Noria y cerca del cerro de la Cruz; y no los empezó a ver recientemente, los reporta desde hace alrededor de dos años.
Uriel Caballero, quien vive muy arriba por la Picacho Ajusco, tiene uno que sospecha vive en el techo de su casa. "Lo vemos correr por la barda viniendo de la calle, hacia adentro de la casa".
Sí se ha observado que el crecimiento de la población de cacomixtles de la Ciudad de México se ha concentrado en el sur de la urbe; lo ha visto gente común que los confunde con gatos o mapaches, o también científicos, sabiendo perfectamente lo que son.
Horacio habló sobre una página llamada Naturalista, de la Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad). En esta página, la gente marca en un mapa dónde ha visto cacomixtles, y es interesante que se ha enfocado principalmente en el sur de la ciudad. Sí hay reportes de cacomixtles en el centro de la ciudad, pero muchos más al sur.
Se pueden ver unos en Ciudad Universitaria. Teniendo la enorme reserva ecológica ahí, no es sorprendente que haya cacomixtles cerca. Entre las 70 personas que han sido testigos de cacomixtles, lo más lejano que reportaron fue uno en Iztapalapa y otro por la campestre de Churubusco, que se puede ver en el mapa también.
No se sabe exactamente porqué está creciendo la población de cacomixtles en la Ciudad de México, pero hay hipótesis al respecto. Por ejemplo, puede ser que se empezaron a adaptar tanto a las nuevas posibilidades de vivienda y al alimento disponible.
Horacio cuenta que en su casa tienen el tinaco puesto sobre unos soportes huecos y él ha visto lo que parece una madriguera de cacomixtles ahí mismo. Hay otro caso de una chimenea que no se usa y se cree que ahí están viviendo. En general buscan vivir en pequeños huecos en los que se puedan refugiar de depredadores y del frío para que las crías sobrevivan.
Por donde vive Horacio, en Xochimilco, los vecinos tenían plantaciones de chayote y empezaron a notar que se comían los chayotes tiernos. También ahora se están alimentando de basura que la gente pone en las calles y en lo que llega el camión de la basura, los animales comen de ahí.
Los cacomixtles son carnívoros no estrictos, esto quiere decir que pueden comer otras cosas como insectos, frutas y verduras. Lo que se cree que pasa es que se han acostumbrado a comer las otras cosas como frutas y verduras, por lo que probablemente han aumentado.
Hay otro punto que puede ser el responsable del éxito de los cacomixtles y es la falta de depredadores.
A Horacio le han contado que también ha incrementado el número de halcones de Harris en la ciudad. Estos son aves carnívoras que suelen comer mamíferos pequeños, como ratas, ratones y ardillas. Ahora la gente ha reportado que ellos se están llevando cacomixtles (e incluso gatos), pero esto los haría los únicos depredadores ya que también hay testimonios de que los gatos y los cacomixtles son amigos.
No sólo Juanito y Catrina, también Horacio ha visto varias veces que pasa un cacomixtle frente a un grupo de gatos y no hacen nada. Los perros podrían ser un depredador, pero el cacomixtle tiene una increíble habilidad para escalar desde árboles hasta las casas.
Esta habilidad se debe a que pueden girar sus patas 180 grados para poder subir o bajar sin lastimarse, como lo hacen las ardillas. Entonces es probable que si un perro lo empieza a perseguir, el cacomixtle escala y ya está a salvo, lejos del alcance del posible depredador.
Los científicos no saben en qué afecta este crecimiento a poblaciones de animales nativos, introducidos (traídos por el humano a propósito o por accidente) o exótica (que llegó, no habita ahí normalmente) porque no se ha hecho un estudio sobre el impacto de los cacomixtles sobre ellos.
Se cree que no va a haber un impacto negativo, ya que en realidad son una especie que no es agresiva y por lo tanto no va a crear un problema. Si acaso habría un problema de competencia, pero se verían desplazadas especies introducidas por el humano que le quiten los recursos a esta especie nativa.
La especie de cacomixtle que vive en la Ciudad de México (Bassariscus astutus) no está en peligro de extinción, pero su primo, el cacomixtle del sur (Bassariscus sumichrasti) sí. Este habita en el sur del país y es un poco más oscuro y pequeño que su primo citadino. Se encuentra en peligro por la destrucción de su hábitat.
Horacio espera llevar a cabo un proyecto que logre responder todas las dudas de este crecimiento de población. No hay explicaciones de por qué hasta ahora empezó a aumentar, qué cambió y si es en todos los lugares que habitan o sólo en la Ciudad de México. Los cacomixtles están adaptándose a un territorio que es de ellos desde antes de que llegaran los Españoles a conquistar nuestro país y aún no se sabe a qué se debe esta adaptación.
Si quieres contribuir a conocer más a nuestro vecino el cacomixtle, por favor reporta tus observaciones de cacomixtles con la M. en C. Claudia Moreno Arzate (@Yaya Morena) del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología, UNAM.
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El cacomixtle, nuestro peculiar vecino en la ciudad