11-11-2015
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
Los antiguos mayas diseñaron grandes ciudades con imponentes pirámides, muchas de las cuales sobreviven al paso del tiempo en el sureste de México y Centroamérica.
Esta cultura milenaria desarrolló un avanzado lenguaje escrito y amplios conocimientos de matemáticas y astronomía.
Noboru Takeuchi y Marisol Romo han retomado esa sabiduría en el libro “Números y Estrellas Mayas”, un material ideal para regalar a nuestros niños.
Editado por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC), de la UNAM, el libro abre un pasadizo para mostrar al mundo maya como pocas veces podemos verlo: con una perspectiva colorida que describe conceptos importantes de esta cultura que atrapa la atención de los niños.
Al presentar el texto en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), Noboru Takeuchi comentó que el pueblo maya era místico, tenían alrededor de 200 dioses; Itzamná era el más importante, creador de todo y dios de la sabiduría.
“Los mayas fueron excelentes agricultores, y aunque produjeron una gran variedad de hortalizas, tubérculos, frijoles y hierbas, el cultivo principal fue el maíz. Era tan importante que una ofrenda especial para los dioses consistía en tamales de maíz, preparados solamente por hombres, pues las mujeres no podían hacerlo ya que eran consideradas ritualmente impuras”, señaló el autor, quien es investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM,
Los mayas eran excelentes matemáticos: sabían contar, sumar y multiplicar, expresó a los niños asistentes a la presentación. Estos conocimientos, agregó, les sirvieron para estudiar los astros y elaborar su calendario.
Aunque al parecer no usaban los números fraccionarios, los mayas calcularon la duración del año con una exactitud casi perfecta. “Todo lo hacían con palitos, bolitas y un caracolito”, detalló.
Acompañado de la otra autora, Marisol Romo, Noboru Takeuchi dijo que en nuestro sistema de conteo, el número diez es muy importante, quizá porque tenemos diez dedos en nuestras manos contamos de diez en diez y usamos diez dígitos; los mayas usaban veinte dígitos, tal vez porque al igual que nosotros, empezaban a contar con sus diez dedos de las manos, pero su calzado abierto les habría permitido continuar fácilmente con los diez dedos de los pies.
Tere y Goyo son los personajes centrales de esta historia, quienes van conduciendo a los pequeños lectores por los recovecos de esta civilización y su legado.
Los conocimientos astronómicos de los mayas, estaban muy relacionados con sus otras actividades como la escritura, matemáticas, religión y agricultura. Por ejemplo, para crear su calendario utilizaron tanto el lenguaje escrito como su sistema numérico. Por mucho tiempo estudiaron la trayectoria del Sol, de la Luna y de algunos planetas, narra el pequeño Goyo para los lectores de “Números y Estrellas Mayas”.
Por su parte, Tere expone que la lengua maya sigue viva gracias a los millones de sus descendientes que aún la hablan, aunque no se puede decir lo mismo sobre su lenguaje escrito.
Cuando llegaron los españoles pensaron que los textos mayas eran un obstáculo para la Conquista y evangelización, y trataron de destruir todos los vestigios de esta cultura, quemaron libros, destruyeron monumentos y les prohibieron que hablaran en su lengua nativa.
A lo largo del libro se proponen actividades para que el lector practique los conocimientos adquiridos, además de presentar algunas de las bellas historias del Popol Vuh sobre la creación del mundo maya. ¡Búscalo en librerías de la UNAM!
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