Coronavirus. Impactos económicos de la pandemia

Mientras la expansión de COVID-19 continúa, uno de los aspectos que más preocupa es el impacto económico de la enfermedad.

Se prevé que los estragos económicos serán catastróficos. En este momento, hay que esperar para saber de qué magnitud será la epidemia en México, cuántos infectados y muertos habrá, y de ahí, calcular el costo directo para el Sistema de Salud, considera Óscar Ugarteche Galarza, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

Los costos indirectos vendrán después de la pandemia, agrega el investigador. Cuando empezó el brote, las fábricas automotrices, por ejemplo, cerraron por falta de insumos. China es la fuente de cinco ramas de la economía mundial: automotriz, aeronáutica, farmoquímica, telecomunicaciones y electrónica. El cierre de las fábricas y del comercio del país oriental frena la producción de estas cinco ramas en el mundo.

En México también queda analizar qué pasará con los pequeños comercios, con los puestos ambulantes y con los mercados populares que se verán afectados ante la reducción de ventas. Esta es una población cuya actividad económica se verá severamente afectada y su recuperación dependerá del restablecimiento del país en ese tema, ya que la gran mayoría habrá perdido su capital de trabajo, advierte el economista.

Directos e indirectos

“Tenemos entonces dos tipos de impacto: los costos directamente del sistema de salud y los costos indirectos sobre la actividad económica de la que dependen muchas familias. Estudios económicos realizados, estiman que México tendrá una contracción de 1.9%; sin embargo, parece una contracción moderada, ya que para Estados Unidos la estimación es de 4%, y por ende, para México tendría que ser similar, si se mantiene la simetría vista en la dinámica económica en los últimos veinticinco años”.

En realidad, el desempeño de México fue peor que el de Estados Unidos el año 2019, lo que puede indicar que el impacto podría ser peor para nuestro país, salvo que se tomen políticas contra cíclicas, lo que hasta ahora no ha sucedido.

La gran pregunta es si habrá un efecto rebote y la economía se recupere relativamente pronto, o si se detendrá por algunos trimestres para luego recuperarse de manera lenta. Esta última podría darse por la falta de suministros para las cadenas de producción.

Otros analistas ven un panorama más pesimista. Ellos prevén que habrá una caída considerable seguida de un estancamiento porque el relance económico vendrá acompañado del cambio de matriz energética. Mientras ese cambio no ocurra no habrá recuperación económica firme.

Ya hay un acuerdo casi universal: el planeta no puede soportar más contaminación de CO²; la excepción es Estados Unidos. El precio bajo del crudo juega en contra de este cambio de matriz. Hay que aclarar que se trata de una crisis que no fue generada por el virus, sino que éste disparó el problema económico mundial que ya existía.

Aunado a lo anterior, los precios del petróleo han bajado, y esto que debería ser una buena noticia no lo es; al contrario, es una mala noticia.

Por el momento (25/03/2020) China ha dejado de importar petróleo para sus termoeléctricas, lo que significa que ha reducido la generación de energía con el hidrocarburo. Todo esto ocasionará que el precio del petróleo caiga y que además no se recupere. El problema radica en que México está apostando por petróleo, no por energías limpias, advierte el economista peruano.

Por otra parte, las bolsas de valores en el mundo han caído 30% y caerán otro poco más antes de tocar el piso, y todavía habrá que ver qué impacto tendrá esto sobre el sistema crediticio.

Cada semana, Óscar Ugarteche y un grupo de especialistas en economía comparten información relevante en la página del Observatorio Económico Latinoamericano (OBELA), acerca de la pandemia y sus efectos en la economía, que por cierto son múltiples: sobre el mercado de commodities, de valores, de energía, sobre las líneas de producción, el comercio internacional, entre otros.

Riesgo para el mundo

En uno de sus análisis, el especialista señala que “si bien China comienza a tener consecuencias en su sector manufacturero, los estragos que el mundo sufre son cada vez de una mayor magnitud”.

Por el lado de los países exportadores de materias primas, agrega, hay una disminución de precios que se ha agudizado y una caída en el volumen exportado, impactando sobre su crecimiento económico aún más.

Los primeros impactos ya se sienten en los ingresos de las exportaciones y se pueden apreciar en la depreciación de las monedas en todos los países de América Latina. Igualmente se puede ver la caída en los índices de bolsa ante la anticipación de recesiones en la región y la búsqueda de refugio en el dólar ante la incertidumbre.

A decir del especialista, los problemas económicos de fondo han sido puestos en evidencia de manera accidental por el brote de COVID-19 (...) la incertidumbre sobre la dinámica de la economía real ha impactado sobre las expectativas en las bolsas de valores y en crecimiento económico del mundo. El resultado es una depreciación general de las monedas con una apreciación del dólar, lo que tendrá como resultado una contracción del consumo en el mundo en los años 2020 y 2021, por lo menos.