20-07-2018
Por María Luisa Santillán, Ciencia UNAM, DGDC
Si hoy los aficionados al fútbol ríen o lloran en los partidos, imaginemos las reacciones de los aficionados al juego pelota que practicaban nuestros antepasados.
El juego de pelota es una práctica que se realizó durante muchos años en Mesoamérica. Hoy, incluso, la cancha en que se practicaba es una característica que distingue a dicha región, la cual abarca desde Zacatecas hasta Costa Rica.
Además de ser una actividad deportiva, el juego de pelota tenía una connotación religiosa, que escenifica contextos rituales y en donde se llegaban a ver prácticas de sacrificios. Asimismo, estudiosos en el tema hablan de que durante esta práctica también existían las apuestas y se resolvían conflictos.
De la arquitectura de las canchas, la más conocida es la que tiene la forma de I, integrada por un largo pasillo y a los extremos de éste una cabecera de cada lado. Algunas tenían al centro unos discos de piedra con un orificio en medio, conocido como marcador, el cual tenía labradas distintas imágenes.
El doctor Jesús Galindo Trejo, del Instituto de Investigaciones Estéticas, en el libro El juego de pelota mesoamericano, explica que “hacer pasar la pelota de hule, a través de dicho marcador representaba una de las más grandes hazañas durante la ejecución del juego”.
- En náhuatl juego de pelota se dice tlachtli. La pelota estaba hecha de hule extraído del árbol de hule que le permitía botar. El juego de pelota, que se realizaba principalmente con la cadera, se practicaba por lo menos desde el año 1400 a. C.
Durante años se ha hablado de una posible vinculación entre el juego de pelota y los cuerpos celestes, como el Sol y la Luna. Algunas propuestas relacionaban esta práctica con conceptos religiosos, representando el juego entre dioses asociados a la noche y al día.
En algunos códices, como por el ejemplo en el Borgia, se puede observar esto; aparecen dos Tezcatlipocas jugando, uno representando al Sol y otro a la noche. En ciertas canchas puede apreciarse incluso la representación del planeta Venus.
El doctor Galindo Trejo explicó que desde que se empezaron a estudiar las canchas del juego de pelota, se planteó la posibilidad de que tuvieran alguna conexión con el cielo y con el calendario. Sin embargo, destacó que en la orientación de las canchas hay variantes que no siempre tienen relación con la salida o puesta del Sol.
Por ejemplo, en las canchas que tienen una orientación norte-sur, se considera que la pelota en movimiento representa simbólicamente el tránsito del Sol en el firmamento durante todo el año. Aunque en aquellas cuya orientación es este-oeste el mismo movimiento se relacionaría con la salida y puesta del Sol o de la Luna.
Cabe destacar que en Teopantecuanitlan, en el estado de Guerrero, se ha documentado la presencia, en una plaza hundida, de cuatro monolitos con rasgos de jaguar al estilo olmeca. El que se encuentra ubicado en el noreste de dicha plaza el día del equinoccio, por la mañana, proyecta una sombra que poco a poco se desplaza hasta llegar al punto medio de la cancha del juego de pelota, en el centro de la plaza.
El investigador explica que, en Mesoamérica, algunas estructuras arquitectónicas, como las pirámides, están orientadas hacia la salida y puesta del Sol, aunque de acuerdo con la investigación arqueoastronómica se ha detectado que la orientación de algunos de estos edificios no tiene relación con eventos astronómicos importantes como solsticios o equinoccios, sino que poseen una relación mayor con el sistema calendárico mesoamericano, el cual estuvo vigente por cerca de tres milenios.
- En el Popol Vuh se narra que los gemelos Hunahpu y Xbalanqué derrotan a los dioses del inframundo después de competir en la cancha del juego de pelota y luego ascienden al cielo como Sol y Luna, respectivamente.
La ciudad de Cantona, al noreste de Puebla, es uno de los sitios en donde se han descubierto más canchas de juego de pelota: entre 24 y 27. Asimismo, en este lugar se tiene el registro de la cancha más pequeña que se haya encontrado, la cual mide 13 metros de largo por 2.1 metros de ancho.
“Cantona es un sitio muy extraño en el sentido de que es un sitio de lava, sin cementante entre las piedras, hay grandes pirámides. Tienen un conjunto muy popular con una pirámide, una plaza, una cancha y un altar. De esos hay varios grupos en toda la región”, destacó el doctor Jesús Galindo Trejo.
Otros dos sitios en donde se han encontrado varias canchas de juego de pelota son en El Tajín, donde existen 17 canchas, y en Chichén Itzá, en donde hay 13. Esto resalta la importancia que representaba esta práctica para los mesoamericanos
- Para los mexicas, Xolotl era la deidad patrona del juego de pelota y su día calendárico correspondía a ollin, es decir, movimiento y hule, ambos relacionados con la pelota. Por otra parte, Xolotl se identifica con Venus como Estrella de la Tarde. Además, el nombre calendárico del Sol es precisamente 4 Ollin, ya que éste representa la más clara manifestación del movimiento.
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