04-02-2018
Por Emiliano Cassani, Ciencia UNAM-DGDC
¿Cuánto dinero se les destinó a la ciencia en 2018? El viernes 10 de noviembre de 2017, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2018, el cual es de 5 billones 279 mil 667 millones de pesos. Dentro de esos recursos, se encuentra el Ramo 38 del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), al cual se le asignaron 300 millones de pesos más de lo previsto.
Pese a que al CONACyT se le asignaron más recursos de lo previsto originalmente por la Secretaría de Hacienda, al quedar en 31 mil 091 millones 273 mil pesos aprobados por los diputados, la realidad es que el presupuesto para la institución cabeza del sector científico mexicano tiene una reducción de 3.7 por ciento en términos reales, respecto a lo asignado en 2017.
La razón es que nuestra moneda ha perdido valor por la inflación, y por tanto, todas las cifras deben deflactarse, es decir, expresarse en términos reales a precios constantes, en este caso de 2018, para ser comparables. Lo que significa que a pesar del incremento de los recursos, hay una reducción del presupuesto al CONACyT en términos reales.
Las cifras anteriores surgen al tomar en cuenta el deflactor implícito del Producto Interno Bruto (PIB) para 2017 y 2018, basado en las estimaciones de crecimiento del PIB contenidas en los Criterios Generales de Política Económica 2018: un incremento de 6.4 por ciento para finales de 2017 y de 4.8 por ciento para 2018.
Por otra parte, el Presupuesto Total del Ramo 38 (que incluye recursos propios: venta de servicios tecnológicos, administración de proyectos, inscripciones a doctorados, maestrías, cursos de educación continua, diplomados, servicios de metrología y asesorías, y la producción de publicaciones), disminuye 3.2 por ciento en términos reales.
Esta contracción había sido de menos 2.3 por ciento en 2016 y menos 24.1 por ciento en 2017. Cabe señalar que los recursos propios del Ramo 38 no muestran ningún crecimiento este año (0 por ciento real).
Aunado a los recortes presupuestales que se dieron en términos reales, el CONACyT deja de ser el organismo con la mayor participación en el total del presupuesto destinado al Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación, como indica un análisis realizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Este año representa sólo el 33.8 por ciento del monto total de erogaciones destinadas al programa de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.
En años anteriores, CONACyT había recibido cerca del 40 por ciento del presupuesto de CTI consistentemente; sin embargo, para 2018, por primera vez la Secretaría de Educación Pública recibió una porción más grande que CONACyT (34.4 por ciento del total de recursos para CTI y 12.7 por ciento más presupuesto que en 2017).
Lo anterior pese a la importancia del papel que tiene CONACYT como cabeza del sector científico en nuestro país.
“El presupuesto para el 2018 sigue a la baja y será un año difícil para CONACyT y para todo el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en México. CONACyT debería ser quien tuviera los mayores recursos en CTI ya que es la cabeza del sector científico, por lo tanto requiere un mayor presupuesto en términos reales año con año."
“Hay muchas problemáticas a enfrentar. Por ejemplo, la demanda del sector privado en cuestiones científicas y tecnológicas no es muy grande y las empresas que lo requieren casi no acuden a los Centros Públicos de Investigación ni a las universidades. Por otro lado, las universidades no tienen la vinculación adecuada y la conexión entre los grupos académicos es muy incipiente, lo cual repercute negativamente en el futuro del país”, indicó el doctor José Franco, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
No obstante que hay indicios esperanzadores en cuanto a los esfuerzos públicos en materia de CTI, el PEF 2018 plantea sólo un incremento marginal al Programa de CTI (1.6 por ciento a los recursos totales y 3.1 por ciento a los recursos fiscales aprobados por diputados al Programa de CTI) y un recorte más al Presupuesto Fiscal del Ramo 38 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (menos 3.7 por ciento respecto a 2017), lo que refleja un insuficiente crecimiento del Gasto Neto Total del gobierno para el siguiente año fiscal (3.0 por ciento más que en 2017).
El total del gasto programable del Ramo 38, que se ha visto reducido significativamente para el año 2018, se ha reflejado de la siguiente manera en las asignaciones presupuestarias individuales de los programas:
Las Becas de Posgrado, por su importancia, obtuvieron 1.4 por ciento más. Además su participación en el total del gasto programable del CONACyT ya alcanza el 37.1 por ciento de participación.
El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) recibió 3.7 por ciento más para 2018, mientras que le corresponde el 18.4 por ciento del total asignado al ramo 38.
“El CONACyT mantiene tres programas muy importantes para el desarrollo del país: las Becas de Posgrado, el Sistema Nacional de Investigadores y las Cátedras CONACyT para jóvenes investigadores. Estos tres programas están creciendo, lo cual quiere decir que todos los otros programas tienen que absorber los ajustes, pero esto también es delicado ya que la convocatoria de ciencia básica puede verse reducida.
“Los proyectos de ciencia básica no están teniendo los recursos que deberían y como ahora tenemos un mayor número de investigadores, entonces los proyectos de este mayor número de investigadores tienen que competir por una bolsa todavía menor de dinero. Esto implica que la situación no se ve adecuada en cualquiera de los ámbitos de investigación, ya que los proyectos de infraestructura también son importantes y van a sufrir recortes, al igual que la convocatoria de innovación que tendrá un recorte muy sustancial”, dijo preocupado José Franco.
Investigación, desarrollo y publicaciones recibe 18.6 por ciento del recurso este año, a pesar de que sufre un recorte de 2.5 por ciento con respecto a 2017.
Los programas de Infraestructura, Fondos Sectoriales y el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) sufren los mayores recortes: menos 68.2 por ciento, menos 33.2 por ciento y menos 26.3 por ciento respectivamente. Lo más preocupante aún, es que su participación conjunta en el total asignado para 2018 apenas alcanza un 7.9 por ciento de la participación en el Ramo 38, mientras que en el 2015 era de 20.3 por ciento.
El Programa de Estímulos a la Innovación había recibido incrementos cada vez menores a su presupuesto en el transcurso de los cincos años anteriores: 47.4 por ciento en 2012-2013; 27.3 por ciento en 2013-2014; 12.5 por ciento en 2014-2015; menos 1.1 por ciento en 2015-2016; y menos 57 por ciento en 2016-2017. De manera similar, para el siguiente periodo el PEI sufre un recorte de 26.3 por ciento en términos reales. La participación del PEI en 2011 había alcanzado un 18.4 por ciento del Ramo 38, en la actualidad solo representa el 6.2 por ciento de esa partida presupuestal, casi tan bajo como cuando se creó.
Los demás rubros que también sufrieron recortes: Apoyos para CTI (menos 19.5 por ciento), Función Pública (menos 0.6 por ciento) y Apoyo Administrativo (menos 0.2 por ciento).
Es de destacar que el Presupuesto Total del Ramo 38 no sólo presenta el segundo incremento más bajo de por lo menos los últimos siete años (menos 3.2 por ciento), sino también se plantea por debajo de la tasa anual promedio del periodo 2011-2018, que fue de 2.93 por ciento.
No obstante que hay indicios esperanzadores en cuanto a los esfuerzos públicos en materia de CTI, el PEF 2018 plantea sólo un incremento marginal a los recursos fiscales del Programa de CTI (1.6 por ciento) y un recorte más al Presupuesto Fiscal del Ramo 38 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (menos 3.7 por ciento respecto a 2017), lo que refleja un insuficiente crecimiento del Gasto Neto Total del gobierno para el año fiscal 2018 (3.0 por ciento más que en 2017).
Es así como el PEF 2018 plantea una serie de retos importantes en materia de CTI, principalmente, en el muy corto plazo, lograr que el Gasto en Investigación Científica y Desarrollo Experimental (GIDE) alcance el 1 por ciento del PIB antes de que finalice este 2018, señala el estudio del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
En opinión de Franco, utilizar a la ciencia y tecnología como una palanca de desarrollo debe ser una política de Estado, en eso deben de participar todas las estructuras de nuestro gobierno y todas las instituciones nacionales. Todos los actores relevantes tienen que trabajar en esa dirección, no es responsabilidad única del gobierno federal, los gobiernos estatales tienen que asumirlo, tienen que estimularlo y el capital emprendedor nacional también tiene que asumirlo.
“Se tiene que generar una cultura científica, la cual debe desarrollarse con metas bien definidas y hay que inyectarle recursos, hay muchas cosas en las cuáles trabajar. No van a realizarse por decreto, tiene que haber un convencimiento de todos los actores para obtener los avances que el país necesita”, concluyó el coordinador general del Foro Consultivo.
Ante la inquietud de la comunidad científica y académica de no abandonar lo que se ha logrado en la actual administración en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), así como garantizar que los avances tengan una línea transexenal que pueda mantenerse y eventualmente tenga una mejor maduración, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, propuso la modernización de la Ley de Ciencia y Tecnología.
“Le di indicaciones al director del CONACyT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), para que junto con la Consejería Jurídica podamos revisar el marco normativo de la Ley de Ciencia y Tecnología y la podamos modernizar, presentar la iniciativa ante el Congreso y logremos que lo que ha resultado positivo y de éxito se extienda y se mantenga en el tiempo”, declaró el presidente durante la inauguración del edificio del Centro Nacional de Tecnología Aeronáutica (ubicado en el municipio Colón, en el estado de Querétaro) y la entrega de los Premios de la Academia Mexicana de Ciencias, y México de Ciencia y Tecnología, llevado a cabo el 12 de enero.
“Generamos incentivos fiscales para que la inversión del sector privado en innovación, desarrollo tecnológico e investigación por parte del sector privado fuera deducible, y ahí todavía hay una ventana de oportunidad para el sector industrial de nuestro país”.
Es así que pese a las reducciones presupuestales en este año, de cumplirse las promesas del presidente, el panorama de la ciencia en México podría experimentar una mejora sustancial.
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