20-03-2015
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
El racismo y la intolerancia pueden adoptar diversas formas: desde la negación de los principios básicos de igualdad de las personas hasta la instigación del odio étnico que puede llevar al genocidio y los desplazamientos forzados, los cuales destruyen vidas y fraccionan comunidades.
El racismo causa enorme sufrimiento a millones de personas en todo el mundo debido a que impide la movilidad social, genera esclavitud y desigualdad en ámbitos como el ideológico económico, educativo y cultural.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se conmemora cada 21 de marzo, Natividad Gutiérrez Chong, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, indicó que el racismo en México es una causa de la profunda desigualdad social.
El racismo, abundó la investigadora, afecta más a las mujeres que a los hombres. Un claro ejemplo de ello es el tráfico de mujeres y niñas que generalmente ocurre con las más vulnerables y en condición de pobreza. Paradójicamente, dentro de la industria del sexo, las mujeres indígenas son menos cotizadas a diferencia de las que traen de Europa del Este.
Otro ejemplo contundente de racismo ejercido a ciertas mujeres, es la violencia obstétrica, ya que la negación del acceso y el servicio a las madres indígenas en labores de parto, es un caso de violación extrema de derechos humanos. No obstante, esta violencia racista hacia las mujeres es muy frecuente.
Sobre el tema de este 2015 “Aprender de las tragedias históricas para combatir la discriminación racial del presente”, la investigadora subrayó la importancia de estudiar las características y los tipos de racismo y discriminación de nuestra sociedad actual.
Una buena parte de la humanidad ha sufrido discriminación para justificar y legitimar la explotación de otros. El racismo se nutre de ideologías que fomentan la inferiorización y la dominación, y como toda ideología, requiere de desinformación y analfabetismo, por lo que el recuento y actualidad del pasado debe ser un recordatorio permanente de este flagelo.
En entrevista para Ciencia UNAM, la doctora Gutiérrez hizo referencia al racismo y discriminación de las poblaciones indígenas que ha significado limitaciones de movilidad social, su desplazamiento o acaparamiento de tierras, además de la falta de prestigio cultural.
Por su parte, Olivia Gall Sonabend, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, mencionó que una de las razones por la que no hemos logrado superar el racismo, es que seguimos construyendo prejuicios en torno a los otros en lugar de querer entender quienes son. Dichos prejuicios terminan por convertirse en prácticas o restricciones que alimentan el racismo y la xenofobia.
Coincidió con Natividad Gutiérrez en que la discriminación causa sufrimiento en la gente. “Las personas excluyen a los otros sobre la base de pertenencia étnica, cultural o nacional. Tendemos a segregar a quienes creemos son inferiores a nosotros”, apuntó.
La lucha contra el racismo es una cuestión prioritaria para la comunidad internacional. Desde su fundación, la Organización de Naciones Unidas ha mostrado su interés por esta cuestión, por lo que la prohibición de la discriminación racial ha quedado consagrada en todos los instrumentos internacionales básicos de derechos humanos.
Esos instrumentos imponen a los Estados obligaciones y tareas destinadas a erradicar la discriminación en las esferas pública y privada. El principio de igualdad exige también a los Estados que adopten medidas especiales para eliminar las condiciones que causan o propician la perpetuación de la discriminación racial.
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