Esperanza de vida del mexicano impacta al sector salud

El incremento de la esperanza de vida de los seres humanos, y sobre todo en condiciones poco saludables, tendrá consecuencias negativas sobre la sostenibilidad de la sociedad en el mediano y largo plazo, sobre todo por el aumento de los costos asociados al cuidado de la población de la tercera edad. Un panorama, señaló el maestro Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, que representa diversos desafíos para el sector salud mexicano.

Detalló que la tecnología médica y la creación de instituciones de salud como el IMSS o la Secretaría de Salud, han sido determinantes para la transición demográfica que enfrenta México, ya que permitieron que la salud del mexicano se beneficiara, de tal manera que en 1930 fallecían 138 niños por cada mil nacimientos y en la actualidad sólo mueren 13.

El mexicano hoy tiene una esperanza de vida de alrededor de 75 años, siendo una de las más altas en el mundo, a diferencia de la década de los 30 en donde era de tan sólo 36 años.

Además, existen nuevos arreglos familiares en los que las parejas conyugales se unen más de una vez y a edades cada vez mayores o con amplías diferencias entre las edades de los cónyuges, así como que en ciertos sectores de la sociedad se pospone la maternidad, lo cual demanda atención de la tecnología médica y los servicios de salud para responder a estos nuevos patrones conyugales y reproductivos.

Respuesta del sistema de salud

El especialista en Población y estudios demográficos comentó que aunado al aumento de la esperanza de vida, aparecen distintas enfermedades crónico-degenerativas o discapacidades que han permitido tener una sobrevivencia en condiciones de deterioro, por lo que el mexicano al acercarse a la vejez se encuentra con limitaciones físicas cada vez más importantes.

“Fundamentalmente porque el incremento de la esperanza de vida genera condiciones para que las enfermedades crónico degenerativas aparezcan, es decir, se está en un periodo de exposición a factores de riesgo que inciden sobre estas enfermedades que son el resultado de la interacción de factores biológicos con factores sociales”, explicó el universitario.

Esta situación también se refleja en las causas de muerte, pues mientras que en la década de 1940 el mexicano moría de enfermedades infecto-contagiosas y parasitarias, en 2012 fallece por cáncer, padecimientos del sistema digestivo y otras causas externas como la violencia.

Además, con el envejecimiento se incrementa el número de población con alguna discapacidad y aparecen las enfermedades mentales, por lo que señaló que para 2050 se espera que en México haya 2 millones de personas con demencias.

“Ante este panorama es indispensable darnos cuenta que la institución familiar no puede ser el soporte de los viejos, además de que necesitamos un sistema de salud y seguridad social que responda a las necesidades de las transformaciones demográficas que se han dado en nuestro país en décadas recientes”, puntualizó.

El principal reto de la ciencia y la tecnología enfocada en el cuidado de la salud consiste en lograr una oferta de medicamentos, instrumental médico quirúrgico y métodos para el diagnóstico de enfermedades que sean accesibles en costo a toda la sociedad. Sin embargo, dijo, también es un problema de economía política, de asignación y distribución de la riqueza.

“No sirven de nada los desarrollos tecnológicos si no logramos que la totalidad de la población tenga acceso a estos. Lamento que se tenga la visión de que la medicina privada podrá hacer aportes en el estado de salud de la población de un país como el nuestro. No hay nada más falso que eso. En materia de salud estamos en proceso de hacer desaparecer, desde las esferas de las decisiones políticas, a los sistemas públicos de salud de seguridad social con un esquema de privatización de la salud, con resultados desastrosos para la sobrevivencia de los individuos”, concluyó.