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Álvaro López López: la relación con el espacio y el territorio

La geografía ayuda a saber dónde estamos parados y por qué estamos ahí: Álvaro López. Foto y diseño: Bárbara Castrejón.

06-01-2014

Por María Luisa Santillán, DGDC-UNAM

Para el doctor Álvaro López López, estudiar geografía siempre fue una opción. En algún momento pensó dedicarse a la música, pues pertenecía al coro de la preparatoria donde asistía; sin embargo, ser geógrafo era algo en lo que ya pensaba desde la secundaria.

Cuando llegó el momento de decidir, acudió a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde se otorga la licenciatura en geografía, a investigar y hablar con estudiantes para conocer su punto de vista sobre esta especialidad. Recuerda que todo lo que le contaron fue muy grato y en ese momento se afianzó su deseo por esta carrera. De entonces a la fecha ha pasado 26 años dedicado al estudio e investigación en esta área.

Álvaro López cursó los estudios de licenciatura, maestría y doctorado en dicha Facultad y al concluirlos se incorporó al Instituto de Geografía de la UNAM como investigador asociado. Como parte de esta institución realizó un posdoctorado en la Universidad de Waterloo, en Canadá, y a su regresó fue nombrado investigador titular.

“Lo importante para mi carrera es que toda mi formación ha estado dentro de la geografía, es decir, dentro del análisis, la reflexión de muchos fenómenos geográficos en su relación con el espacio y el territorio. La geografía es una ciencia muy compleja, muy amplia y siempre se tienen que estar aprendiendo cosas nuevas; es todo un reto pero ha sido muy agradable”, comenta.

Acercamiento a la geografía del turismo

Dentro de las opciones que el doctor Álvaro López podía tener en su carrera escogió transitar por los caminos de la investigación. Comenta que justo a la mitad de la licenciatura ingresó al programa de becas “Iniciación a la investigación”, el cual pretendía atraer estudiantes con buen promedio para becarlos y para que trabajaran con algún investigador del Instituto de Geografía y así fomentar nuevas áreas de conocimiento.

En su primer acercamiento a un laboratorio de investigación trabajó con el doctor Adrián Guillermo Aguilar, quien estudiaba aspectos de geografía urbana. Posteriormente se enfocó en la geografía económica, especialidad que empezó a trabajar con el doctor Álvaro Sánchez Crispín y la cual mantiene hasta la fecha.

Sus primeras investigaciones fueron sobre geografía minera, enfocándose en el impacto de esta actividad en la economía nacional y en el territorio mexicano. “En la maestría mis estudios se dirigieron a la transformación de la minería hacia el turismo, es decir, algunas localidades que tenían minería luego tuvieron un impacto, un viraje, hacia el turismo, como Zacatecas, Taxco y Guanajuato”.

A partir de su doctorado se ha orientado más al estudio de la geografía turística, enfocándose en el crecimiento exponencial del turismo en México, en qué lugares se ha instalado mayormente esta actividad, cómo se ha transformado el espacio a partir de la infraestructura construida para el turismo, así como los impactos positivos y negativos que genera en la población local la presencia de esta actividad.

Turismo sexual

Dentro de la geografía turística, Álvaro López ha realizado estudios sobre turismo masivo, litoral y sexual, entre otros. En el ámbito del turismo sexual realizó un proyecto en el que analizó la interacción entre turistas y anfitriones, a partir de la cuestión del consumo de servicios sexuales en espacios abiertos, cerrados y dentro de localidades.

Como parte del estudio analizó siete lugares: Distrito Federal, Veracruz, Tijuana, Guadalajara, Puerto Vallarta, Acapulco y Cancún. Fue una investigación dirigida a varones que ofertaban servicios sexuales a otros hombres.

Uno de los hallazgos es que existen dos modalidades de espacio donde se ofertan estos servicios dependiendo de la posibilidad económica del consumidor; la tendencia a hacer menos visible el turismo sexual, sobre todo porque la presencia de la internet hace que sea más anónimo, y por último, el tipo de ofertadores de servicios sexuales. Producto de esta investigación, apoyada por CONACyT, se publicará un libro.

El valor de la geografía

Gracias a su labor académica, el doctor Álvaro López López ha sido galardonado con tres distinciones. En 2001 recibió el Premio a la Mejor Tesis Doctoral en el área de Ciencias Sociales que otorga la Academia Mexicana de Ciencias; en 2008, esta misma institución le dio el premio de Investigación a jóvenes menores de 40 años y durante ese año la UNAM lo distinguió con el Reconocimiento Universidad Nacional a Jóvenes Investigadores.

De acuerdo con el doctor López, el estudio de la geografía a nivel secundaria ha cambiado. Ahora se engloban varias disciplinas dentro de las ciencias sociales y se ha disminuido el número de horas que se enseña esta especialidad. Dijo que eso es una pérdida tremenda del valor que tiene y una falta de sensibilidad de parte de autoridades involucradas en el manejo de los currícula en secundaria, pues no se ha reconocido el valor de la geografía.

“En nuestras manos está poner en alto y manifestar la importancia que puede tener, pues esta área es fundamental para el desarrollo humano, ya que nos brinda la posibilidad de tener una visión, un conocimiento y reconocimiento del espacio en el que vivimos, tenerlo presente, saber dónde estamos parados y por qué estamos parados ahí y qué relaciones tenemos con los demás, en términos del ámbito físico, social, económico, cultural”.

Este conocimiento se ha enriquecido con su función como secretario académico del Instituto de Geografía, que además de permitirle conocer mejor la estructura interna de la institución, también ha sido para él una oportunidad de reconocer el impacto que tiene para la Geografía latinoamericana e internacional.

“Nunca había ocupado ningún puesto administrativo, nunca fui representante de investigadores ante el Consejo Interno, ni jefe de departamento y para mí llegar a la Secretaría Académica, que es un puesto relevante dentro de la estructura del instituto, representó todo un reto. Yo era un investigador que normalmente me dedicaba a mi tema y asistía a los eventos de mi especialidad. Estar ahí me ha permitido conocer la enorme riqueza que tiene”. 

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