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Fuga de cerebros, la diáspora del conocimiento

Talentos mexicanos buscan oportunidades en otros países. Diseño: Bárbara Castrejón Gómez.

07-01-2013

Por Miriam Maltos, DGDC-UNAM




La fuga de cerebros es un término acuñado por la prensa británica en los años 60. Este concepto define a los profesionales que han desarrollado una carrera universitaria en su país y emigran a otros sitios para continuar con su educación, desarrollar investigaciones o encontrar mejores oportunidades de trabajo.

A esta categoría pertenecen más de medio millón de profesionistas mexicanos, según datos publicados en 2008 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Secretaría de Educación Pública.

El término “fuga de cerebros” tuvo su origen en las pérdidas económicas que esta situación generaba, realidad que aún produce estragos. Sin embargo, fue remplazada debido a que dicho término puede ser ofensivo al categorizar a los individuos como “cerebros” o indirectamente señalar que los profesionales se han “fugado”.

Para definir de manera más clara este fenómeno, se optó por el término Migración Altamente Calificada (MAC).En el caso de nuestro país, en 2011 el Banco Mundial estimó que había 400 mil profesionales mexicanos residiendo en Estados Unidos, muchos de ellos se desempeñan como ejecutivos de importantes empresas de tecnología.

Este tipo de migración se ha presentado a lo largo de la historia, siendo el siglo XX una época de incremento sustancial. Camelia Nicoleta Tigau, investigadora del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, comenta las características de este tipo de migrantes cuando se les compara con los indocumentados.

“Mientras que el migrante altamente calificado sale de su país para mejorar una situación determinada, que si bien a veces es para mejorar su calidad de vida, no es una migración que cumpla urgencias, como el que no tenga una casa donde vivir.”

Desde el punto de vista político también existen claras discrepancias, pues se han establecido acuerdos, por ejemplo en el marco del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), a través de los que se ofrecen visas a los migrantes altamente calificados, mientras que para los indocumentados ni siquiera existe un convenio a través del cual puedan cruzar fronteras libremente.

La felicidad fuera de México

Camelia Tigau ha realizado diversas investigaciones sobre migración calificada, especialmente en América del Norte; en una de ellas se aventuró a revisar La fuga de cerebros mexicanos y su felicidad fuera del país, título del análisis en el que expone qué tan bien se sienten los profesionales que han decidido seguir su carrera profesional en el extranjero.

A través de un cuestionario publicado en Internet en el año 2010, 137 migrantes altamente calificados que viven en diversas partes del mundo, la mayoría en Estados Unidos y Europa, respondieron sobre la calidad de vida que tienen en el país en donde residen, describieron cómo es su desarrollo profesional allá y si quisieran regresar a su nación de origen.

De 137 encuestados, 127 mencionaron que su calidad de vida es buena, mientras que 10 se declararon insatisfechos; en cuanto al lugar de residencia, 48 respondieron que se quedarían en el mismo sitio en donde se encuentran viviendo ahora, mientras que 38 regresarían a México bajo ciertas condiciones (si la inseguridad nacional no fuera tan vergonzosa, si disminuyera la corrupción, entre otras), y 35 elegirían un lugar de residencia distinto al actual, señalando que éste no sería México.

En cuanto a las condiciones de vida, la investigadora clasificó a los encuestados en: los optimistas, quienes consideraron que la situación en México ha mejorado desde que decidieron migrar; los contentos, los que se manifestaron satisfechos con su nivel de vida actual; los agradecidos, quienes expresan su agradecimiento al país por la formación académica que recibieron; los nostálgicos, aquellos que extrañan diversos aspectos de la vida en el país.

También están los resentidos, que son el grupo que prevalece sobre los demás, aquellos que critican aspectos tanto económicos, políticos o sociales de la nación; los autodefensores, quienes defienden el hecho de haber migrado en busca de mejores oportunidades de desarrollo y promueven que más personas lo realicen; y los militantes, los cuales quieren que México logre un mejor desarrollo, por lo que pueden convertirse en los actores principales de las políticas de organización de la diáspora.

Límites económicos

México se ha convertido actualmente en la cuarta nación a nivel mundial en exportar profesionistas, situación que está determinada por diversos factores, principalmente económicos, como afirma Tigau.

“Generalmente los profesionistas encuentran trabajo aquí y en otro país, entonces no se trata de una migración por desempleo, sino que es una migración que mejora la calidad de vida.”

La académica refiere que una mejor opción laboral no sólo significa sueldos, sino también trabajar un menor número de horas por el mismo ingreso, tener un trabajo mucho más agradable, o en el caso de los estudiantes de una carrera científica, estar cerca del investigador reconocido que realiza investigaciones en el campo de estudio de interés.

Aunados a estos factores existen otros de igual importancia, como la reunificación familiar. “La gente va para estar con su pareja o porque conoció a alguien en el extranjero y va a residir, ya sea en el país de la pareja o en un tercer país; personas que migran por los hijos pues quieren darles un mayor nivel educativo y por ello van al extranjero.”

Actualmente la situación académica se ha convertido en un elemento muy importante de la MAC, ya que la mayoría de los estudiantes que consiguen continuar sus estudios en el extranjero deciden ya no regresar.

Circulación de cerebros

La Migración Altamente Calificada implica la pérdida de la inteligencia: talentos que otros países aprovechan. Al parecer la repatriación no es la única solución para recuperar a los talentos perdidos. El Banco Mundial menciona una nueva generación de programas a nivel mundial que se concentran en las llamadas Redes de Circulación de Cerebros, las cuales buscan maximizar el uso del talento que se encuentra en el exterior a través de diversas redes, en vez  de intentar repatriarlos físicamente al país de origen.

En México, a partir de este proyecto, se estableció desde 2005 la Red de Talentos, impulsada por la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (CONACyT), el Instituto de los Mexicanos en el Exterior y la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC).

Sus funciones son ensamblar un equipo de mexicanos en el exterior, y con su apoyo, desarrollar proyectos de tecnología e innovación, además de promover vínculos entre los migrantes calificados en el exterior y sus contrapartes en el país. El modelo de organización de esta red es a través de capítulos, los cuales vinculan el trabajo de la diáspora mexicana calificada alrededor del mundo.

El CONACyT también estableció la Política de Retorno y Repatriación que tiene como objetivo predominante estimular a los investigadores que se encuentran en el extranjero a que se incorporen en instituciones de educación superior, así como a centros de investigación científica en nuestro país, inscritos en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas.

El inconveniente con esta política, advierte la académica universitaria Camelia Tigau, es que sólo está dirigida a aquellos investigadores que acrediten el grado de doctor y que sean becarios del CONACyT.

La investigadora del CISAN indica que a partir de estos estatutos cabría una mejoría en el sentido de establecer una vinculación con empresas para quienes no quisieran regresar al ámbito académico y ofrecerles la posibilidad de regresar e integrarse a empresas, lo cual también beneficiaría al desarrollo del país.

Basta recordar a Albert Einstein, quien dijo que “todos los imperios del futuro van a ser imperios del conocimiento, y solamente serán exitosos los pueblos que entiendan cómo generar conocimientos y cómo protegerlos.”

  

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