Preguntamos porque somos niños, tres años de navegar por el conocimiento científico

Una de las bases del método científico es cuestionar la realidad; a lo largo de tres años, los integrantes del programa radiofónico Preguntamos porque somos niños, han seguido este principio y han interrogado a los científicos que van a la cabina para exponer sus investigaciones. Así, “los preguntones” se han atrevido a indagar en la vida y trabajo de los investigadores como sólo ellos pueden hacerlo.

De esta forma, el programa producido por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y Grupo Imagen ha logrado unir las vivencias de los científicos que han acudido cada domingo a las 10 de la mañana a responder las inquietudes que tienen los niños.

Claudia Ojesto, jefa del Departamento de Radio de la DGDC, productora y conductora de la emisión, explica que en un principio querían hacer un programa de divulgación de la ciencia para niños, en donde se mostrara de una manera lúdica el trabajo que hacen los científicos.

“Queríamos romper mucho con los estereotipos del científico solitario, taciturno, con los pelos parados, descuidado en su aspecto físico, con bata blanca, porque muchos de ellos no hacen su labor en bata blanca; queríamos mostrar el apasionante y muy divertido juego científico en el día a día, en cómo la observación llevó a estos científicos a desarrollar su trabajo. También siempre quisimos que nos hablaran de sus influencias, para que fuera inspiracional el programa.”

A través de una dinámica en la cual se expone un tema diferente cada semana, se invita a un investigador y son los niños quienes, de la mano de Claudia Ojesto, van haciendo diferentes preguntas, las cuales están relacionadas con la temática tratada. Sin embargo, a los menores también les surgen inquietudes desde cómo fue que los científicos se convirtieron en tales, qué se realiza en un laboratorio y cómo es el trabajo de campo, hasta cómo es su vida cotidiana con su familia, qué les gusta comer, cuáles son sus libros favoritos.

Los niños se convierten en entrevistadores profesionales que se adentran al mundo de la ciencia a través de las vivencias que les comparten los entrevistados.

“Los chicos saben que a partir del programa de radio pueden aprender, convivir y platicar con la ciencia; cuando un científico les habla de lo que colecciona, desde cuándo quiso ser científico, de sus películas favoritas, conecta con ellos y les hace pensar en cuánta ciencia hay en lo que a ellos les gusta”, explica la licenciada Ojesto, quien en 2019 obtuvo el Premio Nacional de Locución que otorga la Asociación Nacional de Locutores de México A. C. por su trabajo en el programa Preguntamos porque somos niños.

Crecimiento conjunto

Cuando el programa inició –la primera emisión se transmitió el 4 de febrero de 2018– sólo contaba con cinco niños, quienes entrevistaban al científico; hoy, a tres años, han pasado por el programa más de 100 niños de distintos estados de la República mexicana como Tamaulipas, Querétaro, Chiapas, Yucatán y Ciudad de México.

Desde un principio se pensó que sería un programa en el que no sólo los niños participarían, sino que sus papás también se iban a convertir en una pieza importante, aunque algo que ha resultado una sorpresa para la productora es que también los abuelos de los niños se han involucrado en esta labor, ya que envían preguntas, proponen información.

“Hemos crecido con los niños, hemos abrazado el conocimiento científico y el aprendizaje, todos: los papás, la producción y los propios niños… Yo creo que se ha superado todo lo que pensábamos en estos 3 años, pues hemos encontrado niños extraordinarios”.

Asimismo, Claudia Ojesto agrega que, aunque empezó siendo un programa para niños entre 7 a 12 años, en la actualidad su público se ha extendido a adolescentes hasta de 18 años y personas mayores, además de que se ha convertido en un programa familiar.

“No tratamos a los niños como ñoños, eso lo tenemos clarísimo desde la UNAM; los tratamos como ciudadanos que tienen una corta edad, que tienen un conocimiento suficiente para entender todos los fenómenos de la ciencia y si de ahí formamos vocaciones científicas o sembramos esa semilla, eso es extraordinario, el poder incidir en sus vidas”, destaca la licenciada Ojesto, quien comparte esta aventura radiofónica con Alma Cuadros y Susana Trejo, de la DGDC-UNAM, y Vanesa Iturbe y Oto Vargas, de Grupo Imagen, todos ellos a cargo de la producción del programa.

Entre las cualidades de ser niño están la honestidad y la capacidad infinita de asombro. A través de los ojos de los infantes podemos descubrir maneras distintas de ver la vida. Y si esto lo conjuntamos con la ciencia es posible adentrarnos a un mundo en el que la naturaleza nos sigue revelando sus más íntimos secretos, los cuales nos son revelados, de una manera lúdica y divertida, cada domingo en el programa Preguntamos porque somos niños.

Preguntando a los Preguntones

María Regina Flores Martín. 13 años. 2 años de preguntona

“Para mí Preguntamos porque somos niños significa algo hermoso, es un equipo increíble. Se me hacen de las mejores oportunidades de la vida. Es genial, me encanta participar en estos programas y más si hablamos de ciencia, a mí me encanta la ciencia, cada vez que hablábamos de un tema y se presentaba la oportunidad de aplicarlo en la escuela, lo hacía. Es genial aplicar los conocimientos porque no es como la escuela, el método de repite, repite, aprende, éste lo platicamos y lo aprendes porque te gusta, tienes interacción con el científico o la persona invitada”.

Diego Axalco Beltrán. 13 años. 2 años de preguntón

“Antes de entrar al programa la ciencia se me hacía un poco aburrida. Yo veía a los científicos un poco aburridos y ahora que los he visto me impresiona qué conocimientos tenían y cuánto sabían. Es un orgullo y un honor estar en Preguntamos porque somos niños por la oportunidad que me han dado. He puesto en práctica la ciencia en mis tareas, exposiciones y exámenes que me han dejado. El programa es una forma divertida de entender la ciencia”.

Diego Chávez. 11 años. 3 años de preguntón

“Para mí el programa me ha dejado muchas cosas. De mis temas favoritos está la biología. Tengo un amigo con el que plantamos en nuestro jardín muchas plantas, en nuestra escuela vemos muchos bichos, los intentamos ver en un libro, en un celular. Antes y después del programa me gustaba mucho la biología, me preocupa mucho el medio ambiente, el planeta. Preguntamos porque somos niños es una de las mejores cosas que me han pasado, porque he podido estar en la radio, aprender muchos temas, esos temas los he aplicado en lugares como mi escuela, en mi vida cotidiana y viceversa los temas que he aprendido en mi escuela los he aplicado en el programa”.

Manuel Pacheco Rivera. 12 años. 3 años de preguntón

“Me siento afortunado y orgulloso de haber estado desde el inicio, porque el programa y yo fuimos creciendo juntos. Ha sido una de las mejores experiencias. A partir de que entré al programa me empezó a gustar más la ciencia y empecé a investigar diversos temas que me llegaron a interesar. Preguntamos porque somos niños es algo hermoso, es un honor y un orgullo. Me ha ayudado bastante. Entre la escuela y Preguntamos… como que voy aprendiendo de las dos. En las exposiciones a veces como que no era mucho de participar, y ahora yo quiero decir la mayoría”.

Alejandro Cuéllar Avilés. 15 años. 3 años de preguntón

“Me gusta la ciencia. Siempre he sido un gran aficionado desde la ciencia, desde pequeño mi materia favorita siempre fue la ciencia. De los primeros programas fue de los súper héroes y siempre fui un gran fan y lector de los cómics y ha sido el tema que más me ha interesado, aunque todos me han interesado. Todo el equipo detrás de esto me ha tratado súper bien, es un gran honor que me hayan invitado a participar, me gusta mucho participar y aprender”.

Papás y Mamás

Moisés Luna Rivera. “Esto significa para nosotros una gran oportunidad, no sólo como padres e hijo, sino como familia; estar interactuando con la ciencia de una manera muy accesible y divertida. En realidad, hemos tenido la oportunidad de que él experimente en diferentes ramas, y ha cambiado también él su perspectiva de ser científico, de repente dice `quiero ser matemático, biólogo, cirujano´. Ese abanico de temas que se tocan de una manera muy científica y amigable le abre sus opciones”.

Claudia Lugo Mena. “La experiencia la disfrutamos tanto nosotros como nuestro hijo. Es un espacio en donde nosotros como familia podemos aprender; también los adultos aprendemos de manera divertida, todo con un fundamento científico, con una respuesta súper clara de parte de los expertos y especialistas que invitan. Es un lugar donde los niños preguntan lo que los adultos no nos atrevemos a preguntar”.