24-10-2022
Por Laura García J., Ciencia UNAM-DGDC
¿Te imaginas tener acceso ilimitado a una revista de mapas, en la que además de poder revisar materiales en línea, tengas acceso abierto a la base de datos con la que se crearon?
Pues ahora es posible gracias a Terra digitalis, un journal internacional creado por el Centro de Geociencias, el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental y los Institutos de Geografía, Geología y Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En esta revista, especialistas de diferentes campos del conocimiento, aprovechan las nuevas herramientas digitales y tecnológicas para crear trabajos cartográficos capaces de explicar fenómenos complejos como: el hundimiento de la ciudad de México, la evolución de la pandemia en un municipio determinado, los patrones espacio-temporales de movilidad de las Ecobicis y la distribución espacial de la vegetación acuática de un lugar, entre otros.
Terra digitalis se rige por los siguientes principios para compartir datos:
Es encontrable, ya que cada mapa y su artículo está identificado por un DOI (digital object identifier)
Es accesible, cualquier persona puede descargar los mapas y sus capas mediante HTTP.
Es interoperable, todos los datos y los metadatos de los mapas, se publican con los estándares del Open Geospatial Consortium (ISO, FGDC, NASA DIF, DublinCore).
Es reusable, cualquier usuario puede copiar, transformar y redistribuir los materiales que se han publicado, siempre y cuando se otorguen los créditos necesarios y no se utilicen con fines de lucro (licencia Creative Commons (CC BY-NC-SA 4.0)).
El mapa más allá del papel
La doctora Penélope López Quiroz, del Centro de Geociencias de la UNAM, es la editora técnica de esta revista. Ella nos explica, que terra digitalis es una revista sumamente revolucionaria, en donde los usuarios no solo pueden interactuar con los materiales, sino acceder a la base de datos de cada mapa.
“Lo que hacemos es crear una infraestructura de datos espaciales, es decir, formamos una base de datos que está disponible en línea, lo interesante es que los usuarios pueden descargar las capas que forman los mapas y mediante su análisis generar nueva información para sus propias investigaciones”, explica.
De esta forma, los académicos o las personas interesadas en un tema en específico ya no necesitan empezar sus investigaciones desde cero, sino que pueden ocupar la base de datos que creó otro colega para su propio trabajo, eso sí, siempre y cuando se den los debidos créditos al autor.
TIPO DE MAPAS
-Estático. Son mapas que no son interactivos y su formato generalmente es el PDF. Pueden imprimirse y ser muy útiles en trabajo de campo y para hacer diversos análisis sobre el papel.
-Interactivos o dinámicos. Pueden tener animaciones y múltiples capas, además de que permiten a los usuarios alejarse, acercarse y consultar información puntual de cada una de las capas que los componen. Sus capas forman parte de la Infraestructura de Datos Espaciales y están disponibles para descarga.
Terra digitalis es una revista relativamente joven que tiene 5 años en circulación, sin embargo han logrado ser incluidos en diferentes directorios e índices de renombre como MIAR, Latindex, DOAJ (Directory of Open Access Journals) y próximamente buscan ser admitidos en SciELO y el Science Citation Index.
Aunque está principalmente enfocada en trabajos sobre México y América Latina relacionados con las Ciencias de la Tierra, la Atmósfera y la Geografía, se encuentra abierta a la recepción de trabajos sobre otros campos del conocimiento y cualquier región del planeta.
La editora técnica nos detalla que el sistema de arbitraje que utilizan para decidir que material es publicable o no, se llama doble ciego. En él, no se conoce ni la identidad de los autores ni la de los que revisan los productos, esto para garantizar que haya imparcialidad en el proceso de selección.
“Nosotros recibimos los materiales y estos son revisados cuidadosamente por el editor en jefe, quien evalúa si el trabajo pasa o no a la siguiente etapa. Si él determina que sí, asigna un editor de sección, quién elige a un par de revisores para sugerir correcciones y observaciones sobre el mapa y el artículo, mismas que se comunican al autor. Tomando en cuenta los comentarios de los revisores y una vez que el autor lleva a cabo las correcciones sugeridas, el editor en jefe, junto con el editor de sección, toman la decisión de publicar o no, el material”.
Así que si eres investigador y ahora mismo te estás preguntando cómo puedes publicar en esta revista, la doctora Penélope López Quiroz detalla que todos los materiales deben: ser completamente originales y el mapa debe venir acompañado de un artículo de entre 2000 y 4000 palabras, en donde se explique el trabajo y la metodología que se siguió para crear el mapa.
Aquí puedes consultar la revista.
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