16-03-2021
Por Laura García/Elizabeth Cruz, Ciencia UNAM-DGDC
Cuando usamos ropa se desprenden pequeñas capas de piel; con frecuencia, esos pedacitos tienen grasa que es absorbida por la tela, y se mezclan con sudor y polvo, generando la “suciedad”. Ese tipo de manchas que se producen en la ropa son muy difíciles de eliminar; sólo el jabón puede hacerlo. Por ello, se emplea una solución diluida de hipoclorito de sodio con agua.
El hipoclorito actúa frente a la materia orgánica, oxidándola, facilitando que se elimine la mancha. La ropa de color contiene una gran cantidad de colorantes que actúan frente a la luz que reciben, absorbiéndola o rebotándola.
Al poner en contacto el hipoclorito de sodio diluido con las prendas, éste oxida los colorantes volviéndolos más solubles y haciendo que las prendas “pierdan color”.
Frente al virus
El hipoclorito es un compuesto que reacciona frente a la materia orgánica sin discriminar si pertenece a un organismo vivo o a un microorganismo o material inorgánico.
Aunque los virus no se consideran seres vivos, tienen la capacidad de infectar células y afectar tejidos y órganos. Están compuestos por un genoma de ADN o ARN cubierto de una capa de proteína llamada cápside. El virus del SARS-CoV-2 es de ARN. Está recubierto por una capa lipídica y proteínas. La proteína S facilita al virus reconocer a células “receptoras” para infectarlas.
Al aplicar una solución de hipoclorito con agua, éste reacciona con las proteínas del virus y lo desnaturaliza; es decir, genera un cambio estructural de las proteínas o ácidos nucleicos, rompiendo sus enlaces y lo elimina.
Cada vez aprendemos más sobre el virus SARS-CoV-2 y la Covid-19. Antes pensábamos que el contagio sólo se daba por contacto directo; ahora sabemos que después de toser o estornudar el virus permanece flotando en el aire, o por cierto tiempo en las superficies”, comenta el doctor Rodolfo Pastelin Palacios, académico y jefe del Departamento de Biología de la Facultad de Química de la UNAM.
“Por ello es importante que no bajemos la guardia y continuemos con las prácticas de lavado de manos constante, uso de cubrebocas y careta; mantener distancia, quedarse en casa en la medida de las posibilidades de cada uno, y continuar desinfectando superficies y objetos de empleo constante.
Cuidado con las dosis
Siguiendo las recomendaciones oficiales y a bajas concentraciones, es muy poco probable que los desinfectantes lleguen a provocarnos un daño crónico. Pero cuando subimos las concentraciones podemos comenzar a sentir irritación en la nariz y en la mucosa de los ojos; asimismo, dolor de garganta e incluso provocar que estornudemos y tosamos, porque el gas liberado está afectando los pulmones.
Ante la emergencia sanitaria es importante conocer el uso y las dosis adecuadas para llevar a cabo la desinfección, pues su desconocimiento podría llevarnos a mezclar productos y generar un daño severo en nuestra salud.
En caso de que una persona sea hipersensible al hipoclorito, se recomienda aplicar el lavado con jabón y usar otro producto desinfectante. El doctor Pastelin Palacios también alerta sobre la importancia de no mezclar el hipoclorito con otros productos de limpieza, pues es un químico altamente reactivo y al combinarse puede generar gases o compuestos tóxicos que podrían derivar en afectaciones severas a la salud e incluso la muerte.