Galería fotográfica: Volcanes ardientes

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  México es un país de volcanes activos que en algún momento arrojan el magma, esa mezcla de roca fundida y gases disueltos acumulados en el interior. Aquí el volcán de Colima captado por la cámara del vulcanólogo Robin Campion.

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  Explosión del Volcán de Colima. Los gases son el motor de las erupciones volcánicas. Permiten al magma subir hasta la superficie, mientras que su expansión rápida fragmenta y propulsa los fragmentos hacia la atmósfera.

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  Mediciones remotas de gases en los alrededores del volcán Popocatépetl usando cámara ultravioleta, equipo que se opera desde el suelo. El registro de gases se realiza durante el día, ya que se necesita luz ultravioleta.

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  El vapor de agua es el gas más abundante que expulsan los volcanes, seguido del bióxido de carbono y bióxido de azufre; este último es característico de la alta temperatura y es uno de los gases más fáciles de medir porque absorbe la radiación ultravioleta.

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  Robin Campion calibrando su equipo de monitoreo.

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  El Popocatépetl es uno de los volcanes en el mundo que más gases emite.

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  Luego del registro en campo, se procesan los datos hasta obtener una cartografía de la emisión de gases, como esta, que muestra la distribución del bióxido de azufre en la pluma del Popocátepetl en enero de 2013. El color rojo es indicador de la mayor concentración.

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  En campaña fuera de México. Medición de gases del volcán Copahue, ubicado en la frontera entre Chile y Argentina.

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  La potente actividad del volcán de Fuego, en Guatemala.

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  Lago de lava hirviendo. Esta imagen fue tomada cerca del cráter del volcán Masaya, en Nicaragua.

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  Según las condiciones de acceso y riesgo, los vulcanólogos buscan el mejor punto de ubicación para la visibilidad de la actividad volcánica.

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  Aunque el principal objetivo es el monitoreo volcánico, al final también se viven momentos emotivos al ser testigo de las inquietantes fuerzas internas de la Tierra que expresan los volcanes.