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Si los glaciares de las montañas desaparecen…

El hielo glaciar va en descenso en las montañas de nuestro territorio.

30-10-2019

Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM-DGDC

Un 10% de la Tierra está cubierta de glaciares, y en tiempos geológicos recientes ese porcentaje llegó al 30%.[]Los glaciares del mundo acumulan más del 75% del agua dulce del planeta.[] En la actualidad 91% del volumen y 84% del área total de glaciares está en la Antártida.

Los glaciares son producto del clima[] y están permanentemente intercambiando masa con otras partes del sistema hidrológico. []Los glaciares crecen con la adición de nieve y otros tipos de hielo y pierden masa por fusión de hielo en agua, evaporación (sublimación) y el desmembramiento de témpanos de hielo.[

La glaciación en México se da por la altura de nuestras montañas, las cuales rebasan los 5 mil metros de altitud. La presencia de glaciares se debe fundamentalmente a que haya precipitación sólida y que ésta permanezca como tal a lo largo de un año, explica Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la UNAM.

El también especialista en glaciares en volcanes activos, precisa que lo anterior permite que se forme un cuerpo de hielo glaciar y que perdure por algún tiempo. Esto significa que hay una altitud por encima de la cual la temperatura promedio anual siempre está por debajo de los cero grados.


Glaciares volcánicos

En México, existen tres montañas que tienen o rebasan los 5 mil 200 metros de altitud. Hablamos del Iztaccihuatl, con 5 mil 240 metros, el Popocatépetl que tiene 5 mil 420 metros, y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba que cuenta con una altitud de 5 mil 670 metros.

Así, en esas tres montañas deberían existir glaciares por la altitud que poseen; sin embargo, en el caso del Iztaccíhuatl, la temperatura ambiente ha ido en aumento debido al calentamiento global, y la altitud a la que la temperatura de cero grados prevalece, que es con la que el agua permanece en estado sólido, también se está elevando.

Entonces, todos los cuerpos de hielo de esa montaña son vulnerables ante el aumento de temperatura y eventualmente, se verían afectados fundiéndose y por ende desaparecerían.

La segunda montaña más alta en México es el Popocatépetl , cuyos glaciares tuvieron una evolución distinta, pues si bien estaban siendo afectados por el cambio climático, se vieron afectados desde 1994, por las erupciones. Eso significa que con cada explosión volcánica, el material incandescente que cae sobre los flancos del volcán, afectó el hielo glaciar, y las cenizas que absorben la radiación solar favorecen  el derretimiento de los glaciares.

A partir el año 2001 los científicos declaramos que la cobertura de hielo glacial en el Popocatépetl prácticamente había llegado a su extinción; es decir, aunque todavía existen algunos cuerpos de hielo cerca de la cumbre del volcán, éstos ya no tienen un régimen glaciar como tal”.

Permanencia del hielo glaciar

Para que un cuerpo de hielo sea considerado glaciar, es necesario que tengan un régimen de captación y alimentación de precipitación sólida, así como de pérdida por fusión; y en este equilibro debe existir un excedente de agua sólida que permanezca en la montaña.

Este ciclo de alimentación y fusión se ha interrumpido, y lo único que queda son cuerpos de hielo abandonados en el proceso de retroceso, y paradójicamente, cuando se acumula material volcánico, éste protege al hielo y evita su fusión.

Los glaciares en el Iztaccíhuatl están a punto de desaparecer, y en el Pico de Orizaba el glaciar está retrocediendo de manera importante y eventualmente, se desvanecerá, aunque esto se espera que suceda después que los del Iztaccíhuatl.

Una de las consecuencias de que los glaciares se extingan, refiere Delgado Granados, es que ya no habrá fusión o deshielo que aporte agua al sistema hidrológico no solamente de manera superficial sino por percolación del agua al sistema de aguas subterráneas.

Si desaparecen los glaciares en su totalidad, se terminará el aporte de agua en estos sistemas en épocas de sequías. Además, podrían darse una serie de cambios de carácter climático en las cimas de las montañas.

Por otra parte, debido al calentamiento global, se está observando no sólo en los glaciares de México sino de todo el mundo, una fusión extraordinaria de los cuerpos de hielo, lo que implica que a nivel global está ocurriendo un calentamiento importante que no es de carácter natural, sino que está asociado a las actividades humanas y la liberación de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).

La única forma de que se regeneren los glaciares es que existan las condiciones necesarias para ello. Esto es, que haya precipitación sólida que se preserve a lo largo de un año, para lo cual se requiere que las temperaturas sean bajas, menores a cero grados centígrados en las cumbres de nuestras altas montañas. Desafortunadamente, en este momento o en el futuro inmediato, no se vislumbran esas condiciones. 


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