Elecciones 2018. Una reflexión sobre la democracia

“Casi todas las democracias reales contemporáneas están volviéndose, o ya se volvieron, autocracias electivas,”. Esto significa darle el poder a un individuo o grupo a través del voto y entonces, “las decisiones caen desde lo alto sobre los ciudadanos, quienes ya no son ciudadanos sino súbditos.”

Esas fueron las palabras del italiano Michelangelo Bovero, académico de la Universidad de Turín y una de las figuras más reconocidas en el campo de la ciencia política contemporánea.

Aquel martes 8 de febrero de 2011, Bovero visitó la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, en el marco de la celebración del Centenario de la Universidad. En esa ocasión presentó la conferencia Democracia y participación ciudadana, dentro del ciclo Las ciencias en la UNAM. Construir el México del futuro.

Previo a su encuentro con la comunidad universitaria, el politólogo compartió algunas reflexiones con un grupo de comunicadores. Sus palabras siguen vigentes hoy en día y vale la pena recordarlas en el momento que vive México: las elecciones 2018. 

Degeneración de los sistemas democráticos

Recuerdo que en aquella charla Bovero profundizó en las condiciones que propiciaron la degeneración de los sistemas democráticos. En primer lugar mencionó la personalización de la vida política a través de los medios de comunicación, en especial la televisión.

“Los medios de comunicación no son ni buenos ni malos, depende de cómo los uses, pero técnicamente una comunicación televisiva impone la lógica de la imagen que muchas veces le pega al razonamiento (…). Entonces valen más las caras que las ideas, valen más los candidatos que los programas y esto es uno de los grandes males que han impulsado el proceso de degeneración de las democracias reales.”

Señaló otro golpe a la democracia: la concentración de poder económico, político e ideológico en unos cuantos grupos que da origen a la profunda desigualdad que aqueja a muchas sociedades.

Narró un caso sonado en aquel momento en Turín, Italia, en el que el director general de una empresa automotriz propuso a sus trabajadores descontentos, un acuerdo en el que estableció horarios, sueldos y otras condiciones laborales. Si los empleados no aceptaban, advirtió que trasladaría la empresa a otro país.

“Él tiene el poder de dejar fuera de posibilidades de vida a miles y miles de individuos y los demás ¿qué pueden decirle? El desequilibrio de poderes es el factor más abrumador que presenciamos en el mundo”.

¿Desinterés en la política?

Frente a la autocracia y la desigualdad, ¿qué puede hacer el ciudadano? El filósofo italiano habló de una ciudadanía dividida en dos. Por un lado, los que están mirando el acontecer sin darse cuenta de cómo pudo suceder. Por otro, aquellos convencidos de que así es la naturaleza de las cosas y no hay más. También están los ciudadanos sumidos en sus problemas sean de salud, económicos o de acceso a la justicia. 

• "El mayor castigo para quienes no se interesan en la política es que serán gobernados por las personas que sí se interesan.” Arnold J. Toynbee, historiador inglés.

Es cierto, el ciudadano “tiene problemas y no se le ha enseñado a ver que participando se podrían cambiar las cosas”, enfatizó Michelangelo Bovero. Pero ¿cómo alentar la participación? En aquel entonces, el filósofo italiano sugirió un plan de educación basado en el aprendizaje de la lógica formal, es decir, de las reglas del razonamiento correcto.

Cabe preguntarnos —siete años después de aquella visita de Bovero— ¿qué tanto hemos avanzado en el aprendizaje de ese razonamiento? 

Después de aquella visita de 2011, Bovero ha visitado México en otras ocasiones expresando sus ideas y visiones de la democracia, la ciudadanía, la libertad y otros temas de las sociedades de nuestro tiempo. Nació en Turín en 1949. Es autor de varios libros, uno en coautoría con Norberto Bobbio (1909-2004), uno de los pensadores italianos más reconocidos en el campo de la filosofía, ciencia política y la teoría social.