14-06-2018
Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM, DGDC
La salud mental se basa en el bienestar psicológico, emocional y social y puede afectar la forma en que enfrentamos la vida, nuestros sentimientos y emociones, incluso, puede ser determinante a la hora de tomar decisiones y de relacionarnos con los demás.
Se ve perturbada cuando existen problemas familiares, entornos violentos o un alto consumo de sustancias adictivas estupefacientes, dice Diana Patricia Guizar, académica de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Nuestra salud mental también resulta afectada por alteraciones en la producción de algunas sustancias en nuestro cerebro.
Uno de los padecimientos mentales más frecuentes es la depresión. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que para el año 2020 esta afección será la segunda causa de discapacidad laboral después de las enfermedades cardiovasculares, pues la frecuencia con la que se está presentando va en aumento.
Asimismo, menciona que la ansiedad, ocupa el segundo lugar en términos de enfermedades mentales más frecuentes.
Algunas enfermedades mentales no son tan frecuentes como la esquizofrenia, sin embargo, son de las más discapacitantes.
Cabe destacar que las enfermedades mentales también pueden ser genéticas. Si existe en la familia alguien con algún trastorno ya sea depresivo, bipolar o esquizofrenia, pone en mayor riesgo a sus descendientes, aunque esto no significa que sea determinante para padecerlos.
El tener una enfermedad crónica como diabetes, hipertensión o algún tipo de cáncer, también puede ser un factor que desencadene de algún padecimiento que distorsione la mente.
Por otra parte, se sabe que hay diferencias entre los padecimientos entre hombres y mujeres. Las mujeres son más propensas a sufrir depresión o ansiedad, en tanto que los hombres tienden a consumir más sustancias tóxicas que las mujeres.
Fortalece tu salud mental
Hay aspectos que pueden beneficiarla, por ejemplo, factores sociales como mejores condiciones laborales o económicas, ya que esto contribuiría a disminuir el nivel de estrés. El vivir en un entorno sin violencia ya sea social o intrafamiliar también relaja nuestra salud mental.
La especialista menciona que desde la infancia es posible fortalecer la salud mental a través de diversos hábitos y entornos tales como crear ambientes lejos de amenazas que favorezcan el desarrollo emocional de los niños o entornos libres de violencia escolar.
En el aspecto físico es importante hacer ejercicio y mantener una alimentación balanceada que nos ayuden a estar mentalmente sanos.
Igualmente, tener una vida equilibrada en lo personal, familiar y laboral también es de gran ayuda.
- La salud mental influye en nuestra capacidad de razonar, de analizar las situaciones y de poder tomar decisiones adecuadas. Si nuestra capacidad de decidir se ve afectada por algún trastorno mental, esto afectará también nuestras relaciones personales.
Por lo general, son personas que no se sientes satisfechas consigo mismas, con baja autoestima, problemas en más de un área de sus vidas (familiar, laboral, pareja) un problema por sencillo que sea, los abruma; magnifican situaciones que cualquier persona pasaría por alto y pueden tener explosiones de ira ante pequeños estresores. Explotan mostrando un gran coraje.
Además, manifiestan gran cantidad de agresión, tienden a aislarse de otras personas en ocasiones para consumir sustancias tóxicas.
Si sospechas que alguien cercano o tú mismo padeces algún trastorno mental, el primer paso es acudir con un psiquiatra que realice una evaluación para determinar si se trata de una patología mental o algo que los especialistas llaman reacción de ajuste, esto es, que después de un evento fuerte para la persona como la muerte de un familiar o un divorcio, se dé este proceso que no es definitivo.
Diana Guizar señala que en caso de ser diagnosticado con un padecimiento mental, el tratamiento debe ser multidisciplinario, es decir, farmacéutico y psicoterapéutico. Advierte que algunos padecimientos pueden tener cura, como es la depresión y la ansiedad; sin embargo, si no se diagnostican oportunamente, el cuadro clínico puede agravarse.
En el caso del trastorno bipolar y la esquizofrenia, son enfermedades que sólo pueden ser controladas sin llegar a tener una cura total. Afortunadamente, quien padece un trastorno como estos puede llegar a tener una vida normal siempre y cuando reciba un diagnostico oportuno y un tratamiento adecuado.
Uno de los principales retos a los que se enfrentan las personas con trastornos mentales, es tomar la decisión de acudir al médico, pues en muchas ocasiones piensan que es algo temporal y pasajero o por otro lado le pueden temer al resultado del diagnóstico.
“Todos podemos tener un trastorno mental y eso no nos convierte en malas personas o débiles, al contrario, requiere de una importante fortaleza aceptarlo y acudir a tratamiento.”
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