La violencia se aprende y es multifactorial

La violencia representa un problema complejo, cuyo origen y erradicación dependen de diversos factores.

Fue la conclusión de los participantes en la mesa redonda Más ciencia, menos violencia, con la que se inaugura el ciclo de mesas de reflexión en torno a temas de impacto social, como parte de un esfuerzo conjunto entre la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) y la Coordinación de Humanidades de la UNAM.

“El objetivo de este ciclo es que especialistas de diversos campos del conocimiento puedan discutir, proponer y reflexionar conjuntamente con el público sobre las problemáticas que se viven actualmente en nuestro país”, comentó el doctor José Franco, Director General de la DGDC.

En esta primera mesa estuvieron los doctores  Feggy Ostrosky, Sara Sefchovich, Enrique Krauze, René Jiménez Ornelas y por vía satelital, el doctor Rodrigo Guerrero, ex alcalde de Cali, Colombia.

Un problema que es responsabilidad de todos

Sara Sefchovich comentó  que “la violencia es un problema muy complejo, con muchas explicaciones. Desde mi perspectiva, la familia puede ayudar a evitarlo y mi propuesta para combatir la violencia es  trabajar conjuntamente y de manera simultánea para hallar la forma en que el Estado cumpla con sus responsabilidades.”

De acuerdo con esta propuesta, el doctor René Jiménez Ornelas sostuvo que “se deben construir acciones continuamente con base en el análisis de experiencias, conocimiento e intervención, donde la gente se percate de la importancia que tiene su participación para establecer soluciones.”

Por otra parte, la visión desde la neuropsicología expresada por la doctora Feggy Ostrosky, partió de la premisa de impulsar la educación con integridad moral del individuo.

“A partir de nuestras investigaciones concluimos que la violencia se aprende y todos tenemos la responsabilidad de tener actitudes en contra de ella. Mediante las estrategias que brindamos en nuestro Programa de intervención temprana, hemos visto que mejoran los estilos de crianza dentro de las familias y por tanto, la relación de los individuos con su medio”, agregó la doctora.

Desde una perspectiva histórica, el doctor Enrique Krauze comentó que debería haber mayores acciones de los jóvenes para encontrar más y  mejores modos de participar en la política más allá de las protestas. Además planteó la necesidad de establecer una nueva diplomacia respecto a la relación con Estados Unidos para tener un control en la exportación de armas.

Un problema sin fronteras

Debido a que el fenómeno de la violencia ha azotado otros países de Latinoamérica como lo es el caso de Colombia, se contó con la participación del doctor Rodrigo Velazco, ex alcalde de Cali, quien compartió su experiencia en el proceso de combate a la violencia en aquella ciudad.

Mediante el uso de una metodología de diagnóstico y evaluación desde la epidemiología aplicada a la problemática de la violencia que, entre otras cosas, logró implementar acciones como la apertura de casas de denuncia en funcionamiento las 24 horas del día,  como una manera de aproximar la justicia a la población, se logró un descenso en los índices de criminalidad en Cali.

Coincidió con los especialistas mexicanos en que la violencia es prevenible, con el aporte de la ciencia  y las acciones para atender los factores que intervienen en la replicación del problema. Pero para lograr buenos resultados es indispensable el compromiso de la clase política y de la sociedad.

La mesa redonda Más ciencia menos violencia se realizó en honor al joven actor Adán Aguilar, quien participaba en la obra  Ciber@acoso en la DGDC y quien falleció víctima de la violencia delincuencial.