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Semana del Cerebro: encuentran relación entre progesterona y tumores cerebrales

Los tumores primarios se originan en los astrocitos, las células más abundantes del cerebro. Diseño: Bárbara Castrejón Gómez.

11-03-2013

Por Sofía Flores Fuentes, DGDC-UNAM




Investigadores de la UNAM y de otras instituciones, como el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, confirmaron que la progesterona regula el crecimiento de tumores cerebrales primarios. Esta hormona sexual también está relacionada con otros tipos de cáncer, como el de mama y el cérvico-uterino.

Los astrocitomas son los tumores cerebrales primarios más comunes, agresivos y los que provocan el mayor número de muertes en todo el mundo, informó el doctor Ignacio Camacho Arroyo, durante un seminario organizado por el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química de la UNAM.

El coordinador de esta línea de investigación comentó que a diferencia de otros tumores que se forman en diferentes órganos y por metástasis alcanzan el cerebro, los primarios se desarrollan en el sistema nervioso central.

Destacó que las hormonas sexuales no solamente están relacionadas con aspectos reproductivos, pues también se asocian con otras funciones como la plasticidad neuronal o el estado de ánimo. “La progesterona puede modificar la actividad de las células a través de distintos mecanismos, ya que puede alterar la tasa de expresión de genes específicos o producir cambios en la conducta de las células”.

A lo largo de 12 años de estudios, los científicos han encontrado que la progesterona incrementa el número de células tumorales y modifica su crecimiento. Además regula a los genes encargados de la proliferación celular y la metástasis, características propias del cáncer.

Los tumores primarios se originan en los astrocitos, las células más abundantes del cerebro, encargadas de dar nutrientes al tejido nervioso y, de acuerdo a sus características histopatológicas, se les divide en cuatro grados. El primer grado tumoral es tratable con cirugía, mientras que los grados tres y cuatro, se tratan con quimio o radioterapia.

El pronóstico de vida del paciente disminuye en relación con el incremento del grado de evolución tumoral, pues mientras la esperanza de vida de un paciente grado 1 es de siete años, la de un paciente grado 3 o 4 es de un año a tres.

El doctor Camacho mencionó que la presencia de estos tumores suelen confundirse con dolores de cabeza, mareos y crisis convulsivas; solo hasta que el paciente detecta recurrencia de los síntomas, busca atención médica. “Por lo general, cuando un paciente llega a un servicio neurológico, desafortunadamente lo hace en estados 3 o 4, cuando el tiempo que le queda y la calidad de vida que va a tener son muy bajos”.

Terapia antihormonal

El doctor en investigación biomédica básica informó que en la actualidad, además de la radio y quimioterapia, no existe una alternativa terapéutica que pueda alargar la vida del paciente o mejorar su calidad de vida. Es así como surgió su interés por estudiar esta clase de padecimientos y como resultado, generar a futuro una terapia antihormonal.

Camacho Arroyo y sus colegas han realizado experimentos con moléculas que ocupan el lugar de la progesterona, impiden que ésta se una a las moléculas receptoras de las células y tienen un efecto contrario a la hormona, es decir, son antagonistas. Hasta ahora han encontrado que con el uso de estos antagonistas como el RU486, el crecimiento de las células tumorales disminuye considerablemente.

“Esto nos animó mucho porque pensamos que si tenemos un fármaco que puede impedir que la célula prolifere, quizá con un mayor número de estudios, esto podría ser una buena alternativa terapéutica para la regulación del crecimiento de los tumores primarios”.

Hasta el momento, los experimentos en cultivo celular y en ratas, han demostrado que la progesterona induce el crecimiento de los tumores cerebrales. Comentó que, en el futuro, la línea de investigación irá hacia entender los efectos de la progesterona en la metástasis y en la regulación de las moléculas receptoras a través de las cuales esta hormona ejerce sus efectos. Además, se investigará el papel de otras hormonas sexuales, como el estradiol, que también están relacionadas con estos tumores.

Camacho Arroyo concluyó que a pesar de que se pueden presentar a cualquier edad, los tumores son más comunes en adultos y más frecuentes en hombres. “No importa la raza, el sexo, la edad y la clase social, son tumores que pueden acabar con la vida de cualquier persona que sufra esta enfermedad”.

Destacadas personalidades como la cantante Celia Cruz, el escritor norteamericano George Gershwin y el científico mexicano Donato Alarcón Segovia, fallecieron por tumores cerebrales de este tipo. 

 

  

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