23-11-2021
Por Karla Angélica Castro Yáñez*, Ciencia UNAM-DGDC
¿Alguna vez te imaginaste ver el genoma humano hecho una canción o una pintura? Hoy es posible gracias al proyecto ‘’Mosaico Genético en México: una mirada desde las artes’’. Un espacio en donde la ciencia y las bellas artes se conjuntan para que más personas puedan acercarse a conocer nuestro genoma.
En esta propuesta, presentada por el Instituto Nacional de Medicina Genómica en conversatorio virtual, participan más de 100 colaboradores, quienes desde sus diversas áreas de estudio representaron en una pieza artística su historia genética. De acuerdo con Alejandro Ortiz González, escritor y colaborador del proyecto, la esencia de esta investigación es la divulgación genómica, ya que aún es un campo poco conocido por la sociedad.
‘’Nuestro objetivo con este Mosaico Genético es el de tratar de traducir y convertir toda la información científica en información clara, nítida y atractiva para poderla poner a disposición de la sociedad y que sirva para propósitos de divulgación de una manera más ligera’’
Este espacio de arte y ciencia pretende invitar a la población a reflexionar sobre la ancestría genética en México y cuáles son las implicaciones éticas, legales y sociales que esto conlleva.
Según Sandra Romero, investigadora del Instituto Mexicano de Medicina Genómica, las pruebas de ancestría son un análisis de ADN por el cual es posible armar un informe sobre los orígenes y raíces de las personas.
Cada población se encuentra conformada por distintos genes, debido a que a lo largo de la historia han pasado por procesos evolutivos y cada pueblo tiene una subestructura genética que lo identifica; por ejemplo, se considera que la población mexicana está compuesta por tres genes principales.
‘’El componente de los nativos mexicanos o nativos americanos que estaban originalmente habitando el territorio, más el componente europeo que llega como consecuencia a la Conquista y un componente africano que también es producto de la historia de migración de esclavos’’, explicó la maestra en bioestadística.
En México la diversidad genética es enorme debido al mestizaje, así como a los diversos pueblos originarios. La doctora en Ciencias recalcó que dentro de las mismas poblaciones y grupos étnicos que habitaron en el país, se pueden identificar variaciones que permiten saber de dónde venimos.
‘’Cuando nosotros conocemos la prueba ancestral podemos ir más allá y conocer la ubicación del componente; por ejemplo, tienes componente europeo pero el tuyo es del norte, del este o del centro.’’
Las pruebas de ancestría son una estimación estadística en donde se compara la información genética de una persona y los componentes genéticos de otros individuos de diferentes orígenes, lo que significa que para poder conocer el resultado de alguno de estos test es necesario tener una población de referencia.
‘’Yo necesito una población de referencia para poder comparar y decir cuánta afinidad genética hay de esta persona con esas poblaciones de referencia. Si yo no tengo esa población de referencia, no voy a poder captar ese componente’’.
La investigadora expresó la importancia de ser conscientes de lo que implica realizarse una prueba genética, ya que al ser un área de estudio relativamente nueva aún no existe una regulación al respecto sobre el uso y resguardo de los datos personales que al realizar una prueba son almacenados.
‘’La mercadotecnia que se utiliza para vender esto es un poco ¿quién eres y de dónde vienes?’, pero realmente lo que nosotros queremos es motivar a las personas a reflexionar sobre qué quién eres tú y de dónde vienes, no es algo que sólo se va a responder con información genética sino que es un constructo social.
Estas campañas mercadológicas sobre pruebas de ancestría realmente lo que buscan es usuarios que les den oportunidad de seguir construyendo sus poblaciones de referencia. En la mayoría de los casos, no tienen una regulación de protección. Las empresas pueden ofrecer el servicio de prueba de ancestría a los usuarios, quienes incluso pagan para conocer su genética y no estar seguros de qué sucede con su información’’.
Al respecto, Alejandro Ortiz González, también miembro del colectivo de artistas y periodistas Ojos de Perro vs la Impunidad, sostuvo que la identidad personal se construye desde que nacemos hasta que morimos.
‘’A lo largo de nuestra vida vamos tomamos decisiones para ser quiénes queremos ser, por ello no se puede hablar de que una prueba genética nos dirá quiénes somos. A veces hay personas que no acaban de decidir quiénes quieren ser, pero eso es parte de la vida y los genes no les darán una respuesta porque se trata de algo que construimos’’.
Un estudio elaborado en 2018 por los científicos Jesse Ausubel y Mark Stoeckle, de la Universidad de Rockefeller, junto con David Thaler, de la Universidad de Basilea, reveló que la diversidad genética entre humanos es apenas de 0.1%. En este sentido, Ortiz González, también miembro de Bioscénica, explicó que esa desemejanza es la que hace rico al mundo.
‘’En ese mínimo porcentaje de diferencia y es ahí en donde está la diversidad de las poblaciones, por eso somos distintos, pese a ser tan similares en el código somos únicos y diferentes. Todos estamos hechos de lo mismo y nuestras diferencias hacen una riqueza. No somos ricos porque nos parecemos sino por lo contrario. Cada uno de nosotros debe apostar por la diversidad. El ser distintos es el que nos ha permitido evolucionar’’.
Desde esta perspectiva, el proyecto ‘’Mosaico Genético en México: una mirada desde las artes’’ tiene un posicionamiento en contra de la discriminación, el racismo, la homofobia, el determinismo y todo aquello que no celebre las diferencias.
Este proyecto contempla su difusión hasta junio de 2022, comenzando con actividades en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, así como el Museo de la Ciudad de México y el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México.
*Becaria en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia
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