09-11-2018
Por Isabel Pérez/Beatrix Gutiérrez de Velasco, Ciencia-UNAM
Médico, bombero, policía, panadero, veterinario, profesor… son algunas de las profesiones y oficios que, siendo niños, pensamos que podemos desempeñar cuando seamos mayores.
Pero ¿cómo mostrarles desde ahora que podrían ser científicos? esos profesionales que a partir de diversos métodos, hipótesis, experimentos y teorías generan nuevos conocimientos sobre la naturaleza y en otros casos, sobre el comportamiento humano y social.
Lo mejor, sin duda, sería acercarlos desde pequeños a la ciencia, despertando la curiosidad innata en ellos y demostrándoles que puede ser divertida e interesante; podrían aprender que los temas “difíciles” no lo son tanto y que la ciencia está presente siempre en su vida cotidiana.
Acercamientos a la ciencia
Desde la educación primaria, los niños deberían estar expuestos al conocimiento científico, de un modo lúdico y divertido; una manera de hacerlo son los museos de ciencia, lugares extraordinarios para provocarles a los pequeños “cosquillas en el intelecto”, expresa José Franco López, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
El también coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico considera que todos los niños que cursan educación básica, además de visitar los museos científicos, deberían participar en actividades que los acerquen al mundo de la ciencia, como “la Noche de las Estrellas”, que se lleva a cabo cada año y que es organizado, entre otras instituciones, por la Universidad Nacional.
En el evento astrónomos tanto profesionales como aficionados guían al público en la observación del cielo con telescopios. Este 2018, la Noche de las Estrellas tendrá lugar el 17 de noviembre en distintas sedes.
En palabras de José Franco, la ciencia, además de ser una extraordinaria forma de conocer todo lo que nos rodea, “es el sistema más poderoso que tenemos para comprender el mundo y para resolver los problemas a los cuales nos enfrentamos”.