10-10-2018
Por Marisol Reyes/Luz Oliva, Ciencia UNAM, DGDC
La Ciudad de México posee uno de los niveles delictivos más altos del país. Como medida de seguridad preventiva las autoridades han optado por la instalación de alrededor de 15 mil cámaras de videovigilancia. ¿Cómo protegen?
Los sistemas de video-vigilancia son herramientas tecnológicas que ayudan a la prevención y atención de diversas emergencias y delitos en las calles de la Ciudad y en el trasporte colectivo.
Dichas cámaras son ubicadas estratégicamente y conectadas entre sí, permitiendo apoyar la operación y despliegue policial así como la atención de emergencias y la procuración de justicia.
En el área metropolitana se localizan por lo menos 35 mil cámaras colocadas en lo alto de los postes; cada una se encuentra conectada a un centro de control, cómputo y comando que se encarga del monitoreo de las mismas las 24 horas del día. En este se atienden y corroboran delitos y las emergencias denunciadas al 911.
Aún con este sistema de seguridad, la prevención y atención de delitos en una ciudad como la CDMX, es complicado.
“Si una persona puede monitorear alrededor de 10 cámaras, se requeriría de 4500 personas para monitorearlas en turnos de 8 horas sin descanso; sin embargo, las centrales de control no pueden albergar tanta gente”, señala Lucía Carmina Jasso López, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
“Resulta casi imposible revisar todo lo que pasa. Mucha evidencia de delitos queda grabada pero no será vista por nadie”.
Estadísticas revelan que el 3.4% de los delitos en la ciudad son captados por este tipo de sistemas de seguridad, de los cuales pocos son atendidos de manera eficiente. Por otro lado su colocación provoca un efecto de desplazamiento de los actos delictivos a zonas no monitoreadas.
La especialista explica que a este fenómeno se le denomina como “efecto cucaracha”: la actividad delictiva se aleja un radio de 250 metros del punto en donde se encuentra la cámara, lo que reduce la incidencia delictiva de la zona.
El principal objetivo de estos sistemas de seguridad es crear espacios que generen la percepción de seguridad a través de vigilancia y monitoreo de las cámaras, por eso en la CDMX muchas personas deciden invertir en este tipo de sistemas. Toman en cuenta la efectividad en contra de crímenes mayores y que en caso de que un delito ocurra queda una evidencia en video.
¿Cómo miden los investigadores sociales el funcionamiento de las cámaras?