31-03-2021
Por Ma. Luisa Santillán/Salvador Gutiérrez, Ciencia UNAM-DGDC
La mayor cantidad de incendios forestales ocurren en México entre los meses de abril a junio, aunque en otras partes del país esta fecha puede alargarse hasta septiembre. El humo y las partículas que se generan por éstos afecta principalmente a personas con enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Alrededor de 90% de los incendios forestales son ocasionados por las actividades humanas.
“El combustible vegetal, que consiste en ramas, pasto seco y árboles se encuentra extendido incluso en la ciudad, por lo que hay muchos sitios propicios para un incendio y cualquier chispa puede iniciarlos”, comentó el doctor Víctor Velasco Herrera, del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Cabe destacar que aunque algunas veces el fuego es necesario para que germinen ciertas semillas, como las coníferas, para otras especies puede ser muy dañino porque dejarían de reproducirse.
Por ello es fundamental contar con programas de concientización para que la gente comprenda que no puede arrojar colillas encendidas en los bosques, hacer fogatas o preparar alimentos con fuego al aire libre.
El investigador universitario trabaja en el uso de técnicas de inteligencia artificial para analizar los incendios del país, apoyándose además en sistemas matématicos y análisis multivariados de datos.
Contaminantes emitidos
La quema de biomasa no es completa durante los incendios por lo que aportan monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles que tambien son contaminantes y se suman a los emitidos por la quema de hidrocarburos.
Transporte de lugar
La composición química de los contaminantes emitidos por los incendios forestales, así como sus características físicas y su concentración cambia conforme se transportan lejos de su lugar de emisión, lo cual puede generar crisis ambientales en diversos lugares.
Cambios al ambiente
Incendios de gran magnitud modifican de tal manera la calidad del aire que se generan gases de efecto invernadero. Asimismo, en las áreas afectadas por el fuego se puede incrementar la erosión del suelo y propiciar, entre otras cosas, inundaciones en las partes más bajas.