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GALERÍA FOTOGRÁFICA: un hogar donde los colibríes estarán a salvo

GALERÍA FOTOGRÁFICA: un hogar donde los colibríes estarán a salvo

¡Si hay algo que distingue al colibrí es su impresionante capacidad de vuelo; son muy rápidos! Poseen unos poderosos músculos pectorales que les permiten batir las alas con gran rapidez. Los colibríes son una familia de aves nativa del continente americano; su tamaño pequeño, su pico largo y puntiagudo, además de sus grandes alas, son características que comparten las 330 especies conocidas.
Si has tenido la oportunidad de ver un colibrí vivo, seguramente fue cerca de una flor. ¿La razón? Ellos basan su alimentación en el néctar y debido a su rápido metabolismo, deben alimentarse aproximadamente cada 10 minutos.
Esta característica los convierte en una de las mejores aves polinizadoras. La polinización es una interacción fundamental para el mantenimiento de la diversidad, pues hace posible la reproducción de las plantas con flor.
Aquí vemos a un Colibrí pico largo en reposo. Se encuentra en el sur de México hasta Panamá, y más al sur, en Brasil y Trinidad. Cerca del 30% de las especies de colibríes que hay en México es migratoria. Se reproducen en EEUU, Canadá y pasan el invierno en México y parte de Centroamérica.
En 2014, la doctora María del Coro Arizmendi y su equipo comenzaron el proyecto de crear jardines de colibríes en la UNAM, después de participar en una iniciativa norteamericana para la protección de los polinizadores.
Los jardines de colibríes comenzaron en la FES Iztacala de la UNAM y actualmente han sido implementados en otras zonas como Iztacalco, Tlalpan e instituciones educativas privadas como jardines de niños.
En estos espacios abundan las plantas que les gustan a los colibríes, aquellas que tienen flores rojas, moradas, rosas o de colores contrastantes, tubulares y largas como las lavandas, los aretillos o los cepillos que parecen un limpiador de mamilas de bebés.
Si buscas información sobre esta ave, te recomendamos el libro Colibríes de México y Norteamérica, de la doctora María del Coro Arizmendi y Humberto Berlanga , además de los trípticos sobre los colibríes que habitan en la Ciudad de México (www.coroarizmendi.com.mx)
Si eres uno de los que ha sido cautivado por sus plumas iridiscentes, por su revolotear en todos los sentidos, o estás atrapado por las historias prehispánicas en las que ellos son protagonistas ¡ayúdalos! Cuida o siembra plantas que les ayuden a sobrevivir y evita prácticas que los pongan en riesgo.

02-05-2019

Por Laura García, Ciencia UNAM-DGDC/Información: Dra. María del Coro Arizmendi

En esta galería fotográfica te invitamos a conocer las sorprendentes características de los colibríes, así como a explorar el ambiente de un jardín especial para estas aves.

En la mitología mexica, Huitzilopochtli, que significa “colibrí zurdo”, era el dios de la Guerra y la principal deidad del pueblo azteca.

Según Alfonso Caso en El Pueblo del Sol, Huitzilopochtli era un joven guerrero, que “nace todas las mañanas del vientre de la vieja diosa de la tierra, y muere todas las tardes, para alumbrar con su luz apagada el mundo de los muertos”.

El colibrí, símbolo de esta deidad, es una pequeña ave que sólo se encuentra en el continente americano; no solo fue importante en la cosmovisión de algunas culturas prehispánicas, como la mexica o la maya, sino que cumple un papel fundamental desde el punto de vista ecológico: ser un polinizador.

A pesar de su valor biológico y cultural, estas aves están amenazadas por la deforestación, la creciente mancha urbana y las creencias que lo han asociado al amor y la fecundidad y que los han hecho víctimas de amuletos y “amarres”.

Desde 2014, la doctora María del Coro Arizmendi, del Laboratorio de Ecología de la FES Iztacala y actual secretaria técnica de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, se ha fijado un propósito: crear jardines de colibríes en la CDMX para ayudar a la preservación de esta bella ave.