19-02-2018
Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM, DGDC
A cinco meses de los terremotos de septiembre en México, la tarde del 16 de febrero, un sismo de 7.2 grados, con epicentro localizado a 11 km al sur de Pinotepa Nacional, en las costas de Oaxaca, estremeció a los habitantes de varios estados del centro del país.
Lo más inquietante para la población ha sido las numerosas réplicas de este fenómeno: 2 mil 140 registradas hasta las 7:00 hrs. del lunes 19 de febrero, la más grande fue a las 00:56, de magnitud de 6.0. Pero ¿por qué tantas réplicas? ¿Acaso este sismo es atípico?
El sismólogo Víctor Manuel Cruz Atienza explica que la región de Pinotepa Nacional, Oaxaca es muy particular, ya que cuando el epicentro se da ahí, suele haber un gran número de réplicas.
El último terremoto ocurrido en esa región sucedió el 20 de marzo de 2012 con una magnitud de 7.5. Este fenómeno siguió presentando una cantidad considerable de réplicas, incluso dos años después.
De acuerdo con Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, dicho sismo de 2012 indujo un terremoto en la placa tectónica Superior Continental.
El que hoy se estén presentando tantas réplicas después del terremotos del 16 de febrero es algo esperado en esa región de Oaxaca, que se caracteriza por presentar una cantidad anómalamente alta de réplicas en comparación de otras regiones sísmicas de México como son Jalisco o Michoacán.
La razón más plausible de tantas réplicas es la geometría de la Placa Oceánica de Cocos que entra en subducción ahí mismo; si se observa con detalle la batimetría de dicha placa (i.e. la topografía del fondo del mar) se pueden advertir varios montes submarinos que entran en subducción por abajo del continente.
Entonces, esas protuberancias del fondo marino al deslizarse producen concentraciones de esfuerzo muy localizadas que eventualmente pueden disparar más sismos cuando ocurre uno grande que perturba y deforma toda la corteza al inducir tensiones a su alrededor. Al ocurrir esto es común que se rompa la corteza; de ahí que se presenten tantas réplicas.
“Por el momento no sabemos con precisión dónde ocurrió la ruptura del sismo. Sin embargo, llama la atención que sólo transcurrieron seis años entre aquel evento de 2012 y el de estos días en la región. Normalmente, el período de retorno (i.e. el tiempo que transcurre entre dos sismos) de terremotos significativos en un mismo segmento de subducción oscila entre 30 y 60 años."
En entrevista para Ciencia UNAM, el geofísico reconocido por la revista Nature como uno de los diez científicos más relevantes de 2017, agregó que habrá que estudiar con precisión en dónde se produjo la ruptura, pues seguramente no coincide con la del 20 de marzo de 2012; al parecer se encuentra un poco más al este, donde el último sismo significativo, de magnitud 7.3, ocurrió en 1968. Otros sismos significativos cercanos, recordó, sucedieron en 1982 con magnitudes de 6.9 y 7.
Respecto a si continuarán presentándose réplicas del sismo del viernes 16 de febrero, el sismólogo dijo que es posible y tal vez de magnitud considerable, aunque normalmente las réplicas de los terremotos decrecen en cantidad y magnitud rápidamente conforme pasa el tiempo.
Hay leyes que describen ese comportamiento, esa evolución de las réplicas; sin embargo, este es un caso particular porque el decrecimiento de la tasa de sismicidad es pequeño y durarán bastante tiempo como ocurrió en 2012.
Es importante no descartar, aunque sea poco probable, el que ocurra otro evento de magnitud similar al principal en los próximos días o incluso meses, como sucedió en 1982 con las dos rupturas mencionadas casi en el mismo lugar, resaltó Cruz Atienza.
El Servicio Sismológico Nacional ha reportado sismos con epicentro en distintos puntos de la Ciudad de México, se trata de microterremotos que ocurren desde hace mucho tiempo; de hecho existen artículos publicados desde hace 20 años que reportan la sismicidad local, lo que significa que no es algo nuevo, precisa Víctor Manuel Cruz.
Actualmente, “con la red de sismógrafos sensibles que monitorean la actividad sísmica del Valle de México, es más fácil registrar eventos aún más pequeños que antes no era posible.”
Para saber más
Servicicio Sismológico Nacional
Ciencia UNAM. Especial Sismos
Calcular la magnitud de un sismo: tiempo y recopilación de datos
Tertulias de prevención, a 30 años del sismo de 1985
Reporte del sismo, el de mayor magnitud registrado en un siglo