23-10-2015
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
La guacamaya roja ocupa el cuarto lugar en tamaño entre las 17 especies de guacamayas en América. Es una especie de ave perteneciente a la familia de los psitácidos; además, es una de las nueve especies existentes del género Ara, una de las de mayor tamaño, pues llega a alcanzar 90 centímetros de longitud y un kilogramo de peso.
Debido a la fuerte disminución de su hábitat y a la captura de pichones para el comercio de aves de compañía, la guacamaya roja es una especie extinta en Los Tuxtlas, Veracruz. Su último registro es de 1975, en El Jicacal. En amplias zonas de la llanura tropical del Golfo de México, la guacamaya roja también ha sido exterminada.
Por esta razón, en México se clasifica como en peligro de extinción, expuso Bertha Patricia Escalante Pliego, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM. Para recuperarla en su antigua zona de distribución, el aviario de Xcaret, Quintana Roo, comenzó hace 20 años un programa de cría en cautiverio.
Actualmente cuenta con una colonia reproductiva suficiente para programas de reintroducción en áreas factibles de su distribución histórica.
Escalante Pliego, quien hace un año coordinó el Programa de Reintroducción de la Guacamaya Roja en Los Tuxtlas, alertó que por cada polluelo extraído de su hábitat, mueren siete.
Así, diversas empresas del sector privado se han interesado en reproducir guacamayas por lo que han invertido en colonias dentro de Xcaret y han perfeccionado la cría artificial.
La colonia reproductiva de guacamayas rojas en Xcaret, cuenta con más de mil aves, las cuales son entrenadas para sobrevivir y valerse por sí mismas en cuanto sean liberadas, pues de lo contrario podrían ser presa fácil de los depredadores.
Apenas en marzo pasado, fue liberado en segundo grupo guacamayas donadas para su reintroducción en Veracruz, las cuáles, provenían del aviario de Xcaret, indicó Patricia Escalante durante la conferencia “En pos de un sueño: la reintroducción de la guacamaya roja en la Reserva de los Tuxtlas, Veracruz”, realizada en el Instituto de Biología de la UNAM.
La reintroducción de la guacamaya roja está sustentada en el programa de reproducción de esta especie iniciado en Xcaret con mucho éxito hace más de 22 años, ya que permite proveer ejemplares sanos, en edad de adaptación al entorno y próximos a su etapa reproductiva, que están siendo reinsertados en sus hábitats originales.
Además de la liberación, existe una importante labor de sensibilización en las comunidades aledañas a la reserva, pues el éxito del programa radica en que los ejemplares no sean capturados para su comercialización ilegal; al contrario, se busca que la guacamaya sea una especie emblemática de la zona.
De acuerdo con la especialista, para la cultura maya la guacamaya roja es un ave sagrada, que se distingue por su plumaje rojo escarlata y el amarillo de las plumas secundarias que cubren sus alas; además, no tiene plumaje en el rostro, el iris en los adultos es de color gris y amarillo claros y las patas color oscuro.
En la conferencia la doctora Escalante presentó las conclusiones de los estudios genéticos y de ausencia de patógenos que se llevaron a cabo para poder iniciar los proyectos y se dieron a conocer los resultados de la reintroducción en Los Tuxtlas a la fecha, donde actualmente la colonia está conformada por 72 individuos en proceso de ser independientes.
Guacamaya Roja, crianza en cautiverio para emprender el vuelo
El vuelo de la Guacamaya Roja
La guacamaya roja formando su familia