06-10-2014
Por Naix’ieli Castillo, DGDC-UNAM.
Hace un siglo, la Ballena Gris, codiciada por su aceite, su carne, su grasa y sus huesos, estaba al borde de la extinción. Gracias a los esfuerzos de conservación de México, Estados Unidos y Canadá hoy en día su población se ha recuperado y se estima en 20 mil ejemplares. Incluso miles de turistas la visitan cada año en un punto clave de su ciclo migratorio, la Península de Baja California.
Un maravilloso ejemplo de conservación de esta especie es el Proyecto Ballena Gris, que llevó a cabo una expedición para documentar la migración de esta especie y cristalizó en la exposición Travesía, una propuesta de tecnología, divulgación científica y arte contemporáneo inaugurada este viernes 3 de octubre en UNIVERSUM, Museo de las Ciencias de la UNAM.
Durante la apertura de la muestra, en la que doctor Ernesto Márquez Nerey, director de UNIVERSUM dio la bienvenida a los asistentes, José Franco, director general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, dijo que la Ballena Gris es un emblema de los mares del norte de México, Estados Unidos y Canadá.
Añadió que la cultura del medio ambiente está fundamentada en educación y el conocimiento de la naturaleza y las herramientas de todas las áreas del saber, y la exposición Travesía es un ejemplo de esta filosofía, y un maridaje maravilloso de ciencia y arte.
El también ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias anunció que las personas que compren un boleto para la exposición de la Ballena Gris y donen tres alimentos o productos no perecederos, como un acto de solidaridad con la península de Baja California, afectada por el huracán Odile, recibirán una entrada gratuita al Museo UNIVERSUM.
Rocío Torres Moguel, directora de Comunicación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), a nombre de Luis Fueyo Macdonald, titular de la CONANP, expresó que en la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno y otras reservas de la Biósfera de Baja California, se necesita el apoyo de la sociedad civil para continuar con los programas de conservación.
Agregó que, dentro de un par de meses, iniciará la temporada de avistamiento de ballenas grises, por lo que la exposición es una excelente oportunidad de conocer a este cetáceo y tal vez inspirar a personas para ir a conocerlo en vivo al norte del país.
Por su parte, Marco Sánchez Lira, director del Proyecto Ballena Gris, agradeció la hospitalidad de UNIVERSUM para la exposición y destacó que su objetivo principal es acercar a la sociedad con la naturaleza.
La exposición, dijo, ha sido itinerante por los países que visita la Ballena Gris en su migración. Ha estado en el Museo de Ciencias de Vancouver, en el Zoológico de San Francisco y en el Centro Estatal de las Artes de Ensenada; y ahora, en la Ciudad de México.
En su oportunidad, Eunice Calderón Marroquín, coordinadora del Proyecto Ballena Gris, señaló que su principal interés es fomentar la conciencia y la sensibilización de que los hábitats, así como las especies que los integran, deben conservarse. En este caso, la especie carismática es la Ballena Gris, pero hay otros seres vivos que comparten el hábitat.
La exposición cuenta con una muestra fotográfica de la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, que testifica la biodiversidad de la zona. También se desarrolló una aplicación en la que la gente puede ver distintas galerías de fotografías geolocalizadas y conocer la bitácora de viaje de la expedición que se realizó en el Proyecto Ballena Gris para documentar la migración de la ballena.
Entre las piezas más emblemáticas de la exposición, se encuentran un esqueleto de Ballena Gris prestado por el Instituto de Biología de la UNAM, el cual se presenta intervenido por elementos de luz y sonido. También se puede apreciar un elemento del ecosistema en el que se desenvuelve el cetáceo, un grano de sal, donado por la empresa paraestatal Exportadora de Sal.
La exposición permanecerá en UNIVERSUM, Museo de las Ciencias hasta el 4 de enero de 2015. Una vez terminada su itinerancia, será donada a las autoridades de Baja California Sur, quienes construirán un ecomuseo en la población de Guerrero Negro, muy cerca de los santuarios laguneros -donde llega la Ballena Gris cada año- con la intensión de que contribuya al acervo cultural de la región.
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