28-02-2014
Por María Luisa Santillán, DGDC-UNAM
El turismo médico asociado con células troncales ha ido en aumento en México. Sin embargo, estas terapias no tienen ningún sustento científico y no se cuenta con estudios clínicos en pacientes que puedan demostrar su efectividad, declaró la doctora María de Jesús Medina Arellano, del Colegio de Bioética.
Explicó que México, junto con China, Costa Rica, India y Tailandia, se ha posicionado como uno de los principales proveedores de este tipo de turismo médico, situación que es preocupante. La carencia de una regulación existente en algunos países, facilita que los pacientes en estado de vulnerabilidad acudan a otras naciones en busca de estas terapias.
Alertó que existen clínicas privadas que ofertan tratamientos con células troncales para curar enfermedades como el autismo, la esclerosis o el Parkinson. Ante esta problemática, la especialista señaló que hay un desconocimiento sobre la falta de aprobación de las terapias con células troncales, tanto por parte de las autoridades como por los pacientes.
“A nivel internacional, una de las cuestiones éticas que a veces se discute es la explotación de la esperanza que tienen algunos pacientes de recuperar la salud”, dijo.
Los riesgos que conllevan estas terapias que se ofertan no solo están enfocados en recibir algún tipo de tratamiento que no ha sido aprobado por la Food and Drugs Administration (FDA) o en la desilusión que experimentan los pacientes al no obtener lo que buscaban, sino que en algunos casos pueden provocar la muerte.
La también directora de la Escuela Judicial del Poder Judicial del Estado de Nayarit expuso que México, al posicionarse como un lugar clave para quienes buscan obtener terapias con células troncales, ha mostrado que las regulaciones existentes y las autoridades encargadas de aplicar la ley son poco efectivas y han permitido que la oferta aumente y represente un riesgo por la falta de estudios científicos que demuestren su seguridad y eficacia.
“El desconocimiento de la ciencia de aquellos que estamos en el ámbito de políticas públicas y de regulación hace más complejo tener una estructura normativa, eficaz y eficiente para vigilar este tipo de avance científico. Además, en algunos casos también la regulación que tenemos en algunos países en cuestión de medicina alternativa o complementaria favorece que aquellas terapias que no han sido probadas o que no han pasado la rigurosidad de ensayos clínicos puedan ser ofertadas en complemento”.
Explicó que la investigación científica ha tenido grandes avances en nuestro país en el ámbito de las células troncales. Así, algunas como las embrionarias pueden servir para la investigación de enfermedades como Alzheimer, el Parkinson o la diabetes, entre otras.
“En México, el asunto de la regulación en materia de investigación con células troncales se ha visto interrumpida y estancada por el debate sobre el estatus moral del ser humano, es decir, nos preocupamos por el uso de células troncales embrionarias, cuando ahora se utilizan en terapias no sólo de este tipo sino también adultas."
"La discusión que tenemos no ha permitido tener un diálogo público y ordenado sobre qué hacer con la ciencia de las células troncales que existe en México, que es de alta calidad y no ha podido avanzar y que ahora muchos charlatanes ofrecen tratamientos como una esperanza de vida aprovechándose de que no tenemos ninguna legislación”.
Concluyó que la inefectiva aplicación de las provisiones legales pone en riesgo la integridad de la investigación con células madre.
“Los que estamos a favor del avance de la investigación de la ciencia con células troncales tenemos que fijar una postura ética y no vemos mayor riesgo en que se siga desarrollando esta ciencia, sin embargo el segundo paso que es la experimentación que se hace en seres humanos, por cuestión de seguridad y los riesgos que representa, debería de ser vigilada”.
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