05-05-2023
Por María Luisa Santillán, Ciencia UNAM-DGDC
El tránsito de los peatones por las calles de la ciudad no siempre es fácil; muchas veces tienen que caminar entre banquetas con árboles cuyas raíces ya han botado el pavimento, o subir y bajar por entradas de coches que cada vecino construyó según sus propias necesidades.
Otras veces se transita entre la inseguridad de calles con poca luminosidad y si se tiene menos suerte, incluso hay que cruzar una avenida a través de un largo puente insalubre.
“Las personas tienen que ingeniárselas y establecer ciertas relaciones para poder moverse en el espacio público y entablar prácticas de cómo mejorar su movilidad”, destaca la maestra Sharon Ocampo Arias del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM.
Con el fin de mejorar la infraestructura en la que se mueven las personas, desde hace algunos años se habla de movilidad incluyente como aquella en la que todos tengan acceso a la red vial y peatonal, así como a los diferentes modos de transporte público sin que se vean limitados para trasladarse de un lugar a otro.
En la Ciudad de México existe desde 2014 una Ley de Movilidad, y hace alrededor de dos años fue aprobada a nivel nacional la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial; ambas enfatizan el hecho de garantizar el derecho a la movilidad en términos de seguridad, sostenibilidad, calidad, eficiencia, igualdad, inclusión, accesibilidad y eficacia.
Sin embargo, a pesar de que existen estas dos leyes, la maestra Ocampo Arias explica que en la práctica todavía hace falta trabajar para que los peatones puedan tener mayor seguridad al realizar sus trayectos.
“Para eso también es importante que las políticas públicas estén diseñadas en la mejora de la red peatonal para que nos animemos a caminar, porque ésta tiene deficiencias en su infraestructura, cuenta con grietas, con obstáculos y todo esto no permite una adecuada movilidad e incluso puede ocasionarnos lesiones”.
- Desde principios de los años 90 se ha visto la movilidad como una práctica social, que tiene que ver no sólo con el transporte público sino con el peatón.
Hablar de movilidad incluyente está ampliamente relacionado con la discapacidad, ya que busca que las personas que se encuentren en esta condición puedan tener acceso a servicios acordes a sus necesidades y desplazarse sin ningún problema.
Una estudiosa de este tema es la doctora Laura Paniagua Arguedas, de la Universidad de Costa Rica, quien ha trabajado el concepto de urbanismo capacitista en donde menciona que las ciudades están diseñadas en función de las capacidades que se consideran que deberían de tener todas las personas, esta definición por lo tanto deja fuera a quienes tienen algún tipo de discapacidad.
“Es decir, hay un estereotipo de que está diseñada la estructura, tanto del transporte público como de la red vial y peatonal, para ciertos cuerpos que se creen son los que pueden estar en el espacio público”.
Por lo tanto, las personas con alguna discapacidad tienen obstáculos para poder movilizarse por toda la ciudad, además de que su discapacidad se puede exacerbar cuando se enfrentan a un ambiente o un entorno urbano que los limita para poder movilizarse.
Y aunque una movilidad incluyente está relacionada con que todas las personas podamos desplazarnos de una mejor manera al caminar por una calle, andar en bicicleta o incluso al usar el transporte público, al no ser todos los cuerpos iguales es necesario llevar a cabo acciones para que las personas con alguna discapacidad e incluso los adultos mayores, los niños o las mujeres embarazadas también accedan a estos servicios y no se vean obstaculizados al momento de realizar sus actividades.
- La movilidad incluyente también se ha enfocado hacia cuestiones de género, de buscar alternativas para que las mujeres se sientan seguras de transitar por el espacio público, ya sea al ir en el transporte público o caminando.
A pesar de que ya existen distintos esfuerzos por hacer de la Ciudad de México un lugar más incluyente en materia de movilidad, es fundamental que las intervenciones de política pública en este rubro se realicen consultando a los usuarios, explica la maestra Ocampo Arias, quien además es coordinadora del coloquio Ciudad en movimiento del PUEC.
“Muy pocas veces las autoridades se acercan con grupos o colectivos que traen a lo mejor estas causas del tema de la discapacidad, para ver si realmente la intervención que se está realizando va acorde a sus necesidades, pues muchas de las intervenciones se hacen desde el escritorio, pensando que eso va a ser lo mejor para ese grupo y realmente cuando lo vemos en la práctica resulta que no les es funcional”.
Las encuestas origen-destino son una herramienta que ayudan a tener las características de la población y cómo se están movilizando.
La última que se realizó en México fue en 2017, sin embargo, la especialista menciona que desde entonces la movilidad ha cambiado pues con la pandemia se modificaron distintas prácticas, por ejemplo, algunas personas ya no acuden a la oficina o sólo van unos días, lo mismo ocurre con la escuela, en algunos casos ya se toman clases de manera virtual.
Además, es necesario que la población se involucre en aspectos de política pública y que haya mayor participación ciudadana para que los espacios puedan ser diseñados con base en las necesidades de los que transitan por ellos.
Agrega que con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial se tiene un marco legal para que todos los estados de la República atiendan temas de movilidad bajo determinados principios; se espera que con base en ese marco legal las autoridades de los tres órdenes de gobierno trabajen en políticas públicas de movilidad pensando en la jerarquía de movilidad y seguridad de los peatones y grupos más vulnerables.
“Una ciudad que se vive, que se habita, debe de estar siempre también en movimiento y usando los espacios que se tienen, pero si no están adecuados para las necesidades justo ahí es donde empiezan los problemas; siempre pensar que la ciudad es dinámica, es diversa y pensando en eso se tienen que generar las intervenciones en el espacio público que al final es beneficio de todos”.
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