07-04-2022
Por Leticia Monroy Valentino, Ciencia UNAM-DGDC
“…el peligro es que, bajo el influjo de fuerzas poderosas, la medicina pierda cada vez el contacto con la condición humana de los enfermos y se convierta en una tecnología fría.”
Ramón de la Fuente Muñiz
En las civilizaciones antiguas los diversos trastornos mentales se atribuían a los espíritus malignos o al castigo de los dioses. Por ello se les combatía mediante exorcismos, rituales o amuletos
Con el tiempo, las personas que sufrían desórdenes mentales fueron confinadas en conventos, monasterios o en sus casas, donde se les “cuidaba” fuera del ámbito de la salud pública.
En el siglo XVI, Fray Bernardino Álvarez fundó en México el Hospital de San Hipólito, uno de los primeros hospitales del mundo que atendió a este tipo de pacientes.
Poco a poco estas afecciones se integraron a la sanidad y se crearon más hospitales para atenderlas pero, paradójicamente, estas instituciones se convirtieron en lugares de reclusión donde se maltrataba a los enfermos.
Fue hasta mediados del siglo XX, con el desarrollo de la psiquiatría, que las enfermedades mentales empezaron a tratarse con base en una metodología científica y fármacos. Asimismo, en esta época se hizo la primera clasificación de dichas enfermedades.
En México, el doctor Ramón de la Fuente Muñiz (29/08/1921-31/03/2006) lideró el movimiento que llevó a la psiquiatría de nuestro país a consolidarse como una disciplina científica, con una visión integral del ser humano como individuo y ente social.
El pensamiento del doctor De la Fuente quedó plasmado en un fragmento de su discurso de ingreso al Colegio Nacional en 1972.
“En el grado en que la salud y las enfermedades de los hombres están influidas por sus motivos, sus esperanzas, sus temores y sus contradicciones, el humanismo no es sólo un complemento sino una dimensión necesaria de la medicina”.
El 29 de agosto de 2021 se cumplieron cien años del nacimiento de Ramón de la Fuente, para conmemorar este hecho se llevaron a cabo diversas ceremonias. Durante el homenaje que organizó la Secretaría de Salud, el director general del Instituto Nacional de Psiquiatría, el doctor Eduardo Madrigal de León, expresó lo siguiente:
“Contribuyó a formar instituciones multidisciplinarias y recursos humanos especializados para desarrollar el estudio y tratamiento integrales de personas aquejadas de trastornos mentales, pero sobre todo, luchó contra el estigma hacia la enfermedad mental y las personas enfermas mentales, lo que permitió el desarrollo de la psiquiatría contemporánea bajo este esquema”.
Ramón de la Fuente Muñiz estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente se especializó en neuropsiquiatría en el Clarkson Hospital de la Universidad de Nebraska y el Bellevue Hospital de la Universidad de Nueva York (1944-1946).
A su regreso a México, continuó su formación en psicoanálisis bajo la tutela de Erich From, quien había llegado a México en 1949. Fromm y 13 de sus alumnos formaron el Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos, que después dio paso a la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis.
El doctor De la Fuente recordaba así a su maestro:
“Erich Fromm tiene para México un significado especial por haber pasado entre nosotros impartiendo sus enseñanzas… Desde México su filosofía ejerció influencia en algunos de los líderes de la medicina. Esta influencia contribuyó a reorientar la enseñanza dentro de un marco teórico que tomó en cuenta los aspectos humanos, es decir, psicológicos y sociales…”
En 1989 publicó el libro El pensamiento vivo de Erich Fromm.
De la Fuente formó a decenas de generaciones de médicos mexicanos. Entre ellos al doctor Adolfo Martínez Palomo, quién le dedicó estas palabras durante el evento en el Colegio Nacional.
“ Uno de los mayores empeños del doctor De la Fuente fue lograr que los estudiantes de la Facultad de Medicina recibieran una formación humanística. Con el libro Psicología médica nos iniciamos decenas de generaciones de médicos… Este libro, editado en 1959, tal vez ha sido el libro de texto de enseñanza médica de mayor impacto en México”. Obra que cuenta con más de 20 reimpresiones.
El rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue Wiechers —en el homenaje en esta casa de estudios—, refirió que la enseñanza de la medicina mexicana le debe mucho al doctor De la Fuente debido a que logró que el conocimiento de las ciencias básicas, el humanístico y la comprensión del paciente como un ser biopsicosocial tuvieran el mismo valor.
El psiquiatra De la Fuente, quien fue asesor de la Organización Mundial de la Salud en el ámbito de la salud mental, publicó más de 170 artículos científicos y varios libros, entre ellos Nuevos caminos de la psiquiatría, Aspectos clínicos sobre la angustia y Biología de la mente.
Además fundó varias revistas y fue consejero de varias otras dedicadas a la psiquiatría.
- Ramón de la Fuente propuso utilizar los principios de la epidemiología para estudiar fenómenos con un fuerte componente social y cultural, por ejemplo las adicciones y el alcoholismo.
Muchas personas, entre ellas, el doctor Graue, coinciden en que el mayor legado de Ramón de la Fuente Muñiz es el Instituto Nacional de Psiquiatría, el cual lleva su nombre.
“Fue él quien concibió el proyecto, su principal impulsor, y quien vigilara celosamente su construcción y estructura orgánica. Fue su primer director y en él se mantuvo activo hasta su lamentable fallecimiento”.
Este magno proyecto tuvo sus antecedentes en otros que también diseñó el doctor De la Fuente, entre ellos el establecimiento del servicio de psiquiatría en los hospitales generales y centros de salud y la reestructuración de los hospitales psiquiátricos.
También fomentó la creación de los departamentos de Psicología Médica y de Psiquiatría y Salud Mental en la Facultad de Medicina de la UNAM. Este último hasta la fecha brinda atención a la comunidad UNAM.
Ramón de la Fuente Muñiz dirigió las agrupaciones mexicanas de psiquiatría más importantes del país y la Asociación Psiquiátrica de América Latina. Fue miembro activo de la Asociación Mundial de Psiquiatría, de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de la ONU, y del comité Internacional para la prevención y Tratamiento de la Depresión.
La UNAM lo designó profesor emérito y doctor Honoris causa. Fue miembro del Colegio Nacional.
Durante una entrevista, el doctor Carlos Viesca, colega y amigo de Ramón De la Fuente durante más de 40 años, recordó sus numerosas y agradables charlas acerca de los problemas del Sistema Nacional de Salud, psicoanálisis, arte prehispánico, filosofía y la importancia de las humanidades en la salud, mientras degustaban de una rica comida —momentos que en repetidas ocasiones también compartieron con sus respectivas esposas—.
Asimismo mencionó que de manera respetuosa debatieron sus puntos de vista respecto a la psiquiatría biológica.
Carlos Viesca afirmó que Ramón de la Fuente era una persona reservada, directa y exigente, pero que también aceptaba sugerencias, “aunque no de cualquiera, él tenía que reconocer ciertas cualidades en las personas”.
Una de las preocupaciones del doctor De la Fuente fue “la muy correcta preparación de psiquiatras, tanto en la especialización como en la maestría en psiquiatría clínica —que él creó—”, señaló el doctor Viesca.
Se preguntaba lo siguiente: “¿Qué tanto se puede hacer para que los pacientes psiquiátricos puedan ser atendidos, pero no para que se queden encerrados sino para que se reintegren a la sociedad?”, finalizó Carlos Viesca.
- Cada año, el Consejo de Salubridad General otorga el Premio “Doctor Ramón de la Fuente Muñiz” a quien contribuye de manera especial a enriquecer el conocimiento en materia de la salud mental.
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