06-06-2018
Por Susan Irais, DGDC-UNAM
Guerreros en combate con maravillosa indumentaria, algunos lucen pieles de jaguares, otros llevan exóticas plumas; hay sangre, muerte y vencedores en esta historia plasmada en una superficie de 22 metros.
Los colores son parte de la narración; destaca el fondo azul maya, un peculiar pigmento que usaban los artistas del México prehispánico, una mezcla entre el turquesa y el verde jade.
Hoy, contemplamos atónitos y maravillados esta pintura mural prehispánica llamada La Batalla. Se encuentra en Cacaxtla. Los visitantes aún podemos admirar sus colores y complejidad, pero debido a su cercanía directa con el ambiente, la obra ha perdido irreversiblemente algunos de sus detalles y parte de la fuerza de sus colores.
Años atrás, la pintura de los antiguos mexicanos solía ser eclipsada por la arquitectura y vestigios de las zonas arqueológicas, además, solía ser olvidada por los investigadores. Pero en 1990, la doctora Beatriz Ramírez de la Fuente, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, formó el proyecto La pintura mural prehispánica en México.
Desde sus orígenes, este proyecto tuvo como objetivos estudiar y comprender a la pintura mural, preservar su memoria histórica además de hacer conciencia de su valor.
Este proyecto es una herramienta para entender a estas civilizaciones antiguas desde disciplinas tan diversas como la historia del arte, la biología, la astronomía, la epigrafía, el dibujo y la fotografía.
A lo largo de los años ha ido creciendo hasta convertirse en una fuente de información especializada en pintura mural prehispánica, que incluye un archivo fotográfico, estudios multidisciplinarios y publicaciones con el fin de acercar y orientar a especialistas y público en general a estas obras.
- Los fragmentos que se conservan de los murales prehispánicos revelan la forma en que los pueblos prehispánicos entendían el mundo, su grado de sofisticación y de avances técnicos.
En el caso de Cacaxtla, uno de los sitios de estudio del proyecto, se publicó un tomo con 15 artículos científicos sobre arquitectura, astronomía, epigrafía, biodiversidad, análisis de técnicas pictóricas, relaciones de estos murales con el mundo maya, conservación y restauración.
Para llevar a cabo el registro fotográfico de los murales en Cacaxtla, fue necesario un equipo de alta calidad y algunas adaptaciones al mismo. Solamente para las fotografías del mural de La Batalla, se requirió la construcción de un riel y sesiones fotográficas nocturnas para controlar de manera correcta la luz.
La pintura mural prehispánica en México abarca distintas áreas de estudio en territorio mexicano, desde el Altiplano Central, Costa del Golfo hasta la zona maya, en donde nuestros antepasados dejaron huella en los murales de sus dioses, símbolos, sacrificios, su concepción de la vida y de la muerte.
El proyecto ha tenido grandes logros, entre ellos la publicación de cinco volúmenes disponibles tanto de manera impresa como en formato PDF. El archivo fotográfico puede consultarse con cita previa en el Instituto de Investigaciones Estéticas.
Además, algunos de sus integrantes participaron en la creación del Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la UNAM unieron esfuerzos para hacer realidad este recinto, ubicado en la zona arqueológica de Teotihuacán.
- Dioses, guerreros, sacrificios, cráneos, corazones, espinas, cuchillos y símbolos acuáticos son comunes en los murales del Altiplano Central mexicano.
- Naturalismo, sucesos históricos y temas del cosmos son frecuentes en la pintural mural de los antiguos mayas.
Agradecemos la asesoría y el apoyo de la Mtra. Fernanda Salazar Gil, del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, para la realización de esta publicación.
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