Una imagen característica de los desiertos son las dunas, cuyas formas crean espectaculares paisajes en amplios espacios de terreno. Pero no solo las hay en este tipo de zonas, también en los costas podemos encontrarlas de diferentes tamaños e incluso colores; en la actualidad también se estudia su presencia en el planeta Marte.

Ya sea en desierto, playas, ambientes fríos o en otros planetas, cada duna es una huella del paso y acumulación de la arena que nos permite entender los procesos marinos y eólicos en ambientes continentales y costeros.

La duna es un depósito sedimentario que se forma a partir del transporte y la acumulación de arena, sobre todo en medios ambientes desérticos y costeros.

El doctor Juan José Kasper, responsable de la Colección de Dunas del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM explicó que “para que se formen las dunas, se requiere de suficiente fuente de suministro de arena, viento, clima seco para transporte de arena y terreno ligeramente poco accidentado”. 

• Las dunas en las zonas litorales protegen a las costas durante la época de tormentas y de cambios significativos en la energía, orientación del oleaje y cambios en el nivel del mar. En el desierto, las dunas vegetadas estabilizan regiones y pueden llegar a asociarse a oasis.  

Con el fin de conocer estos microhábitats, desde hace 16 años el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología se ha dedicado a recolectar muestras de arena de dunas de distintas partes del mundo; en la actualidad cuenta con la única Colección de Dunas en México.

La recolección

El equipo de trabajo de la Colección de Dunas, encabezado por el doctor Kasper, es el responsable de recolectar la arena. Algunas dunas son pequeñas, pero otras alcanzan hasta 30 metros de altura y la alta temperatura que tiene la arena, muchas veces no hace de esta labor algo sencillo.

Una vez que la muestra de arena es colectada, los investigadores les hacen análisis sedimentológicos, petrológicos, geoquímicos y de microscopía electrónica para conocer el origen de la arena, las formas de transporte y el grado de alteración química y mecánica de la misma a través del tiempo.

Además se tamiza, se determina el tamaño del grano y se pulveriza.

• ¿Sabías que el tamaño de grano en arena de duna es medio a fino aproximadamente entre 0.4 a 0.1 mm?

Posteriormente, la muestra se envía al Instituto de Geología de la UNAM en donde se le realizan análisis geoquímicos para determinar elementos mayores (aluminio, titanio, fierro, sílice), elementos traza (cobalto, vanadio) y tierras raras.

Las coloraciones más rojas tienen mayor cantidad de fierro y las más blancas de minerales, como el cuarzo.

Asimismo, a estas muestras se les realizan difractogramas para ver cualitativamente qué tipo de minerales están contenidos en la muestra y se hace un estudio de microsonda de barrido, en el Instituto de Geofísica de la UNAM, para observar características geoquímicas de los minerales.

Clasificación

Cada muestra de arena que se colecta en las dunas integra la arenoteca de la Colección de Dunas. Una vez que se realizan los distintos tipos de análisis, la arena es clasificada de acuerdo con la región en donde se colectó.

Así, es necesario que cada muestra cuente con datos como las coordenadas, características del tipo de arena, la composición que tiene la arena de acuerdo con los minerales esenciales y el nombre del responsable de la curaduría.

Si quieres conocer o participar en la Colección de Dunas ingresa al sitio: http://www.icmyl.unam.mx/uninmar/index.jsf o ponte en contacto con el doctor Juan José Kasper al correo electrónico: kasper@cmarl.unam.mx

Colecciones Nacionales: Patrimonio bajo resguardo