20-02-2023
Por Liliana Morán/Luz Oliva, Ciencia UNAM-DGDC
Es conocida por realizar un viaje de más de 4000 km por Norteamérica para invernar en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca (RBMM), área natural protegida en los estados de México y Michoacán.
“La especie, como tal, no está en riesgo; no obstante, es el fenómeno migratorio y la subespecie migrante la que sí se encuentra en peligro de extinción. Hasta ahora la apuesta por la protección de la RBMM ha funcionado bastante bien durante los últimos años, según hemos podido constatar con diversos monitoreos”, explica el doctor Víctor Sánchez-Cordero, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
Los santuarios con más de 56000 hectáreas de territorio se encuentran situados en medio de montañas con altitudes que van desde los 2 300 a 3 500 metros sobre el nivel del mar. Ahí, entre los bosques, las mariposas encuentran las condiciones ideales para desarrollarse, aparearse y alcanzar su madurez. A finales de marzo emprenden un viaje de retorno hacia el norte.
“Esos viajes de ida de Canadá y Estados Unidos hacia México durante el otoño e invierno, y de vuelta durante la primavera, son también a los que nos debemos enfocar. Se requiere coordinar esfuerzos para conservar el fenómeno migratorio de la mariposa Monarca”, precisa el especialista.
Se calcula que en los últimos diez años, las poblaciones invernales han disminuido aproximadamente en 72%; de ahí que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), máxima autoridad mundial de monitoreo del estado de conservación de la diversidad biológica, haya declarado a la subespecie en peligro de extinción en julio de 2022.
Modelo de conservación
Antes de la declaratoria internacional de peligro, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), reportaron un aumento de 35% de presencia de mariposas Monarca en la RBMM, en la temporada más próxima anterior (2020-2021).
El área natural protegida creada desde 1980, catalogada como Reserva de la Biosfera en el año 2000 y reconocida en 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como un Bien de Patrimonio Mundial Natural, ha mostrado un crecimiento de colonias de mariposas a lo largo de la superficie forestal, gracias a un acuerdo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el desarrollo de diversos proyectos en los que se han involucrado varios órdenes de gobierno, academia, pobladores alrededor de la reserva, fundaciones y activistas que han creado una comunidad de guardianes del territorio.
La apuesta de la conservación incluye el cuidado del bosque, lo que evita la tala ilegal y la destrucción de los ecosistemas dentro de las llamadas zonas núcleo de la RBMM.
Además del decreto presidencial de 2020 para la reducción del uso de glifosato, herbicida no selectivo que elimina a las plantas consideradas malezas, como el algodoncillo, principal alimento de las mariposas Monarcas.
El doctor Sánchez-Cordero, especialista en biología de la conservación, destaca que se debe continuar con los esfuerzos actuales, pero el modelo debe ser más integrador: “Es necesario establecer redes de áreas de conservación a lo largo de la ruta migratoria, en donde se conecten las áreas protegidas decretadas con corredores de hábitat útiles para las mariposas Monarca, como las zonas donde se encuentran las plantas y árboles de donde se alimentan y descansan.