Viaje a La Palma. Testigo de un volcán en erupción

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  Fuerza volcánica. Varias bocas explosivas, efusivas y mixtas, alineadas sobre una misma fisura eruptiva, construyen un cono de escorias de gran tamaño.

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  Vulcanólogos del CSIC (Consejo Superior de la Investigación Científica, España) monitorean la erupción. Me incorporé tres semanas a este grupo de trabajo, apoyando con mediciones de flujo y composición de gases.

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  Después de dos semanas de erupción el cono superó los 150 metros de altura. En su cima, dos fuentes de lava lo hacen crecer en altitud.

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  Mientras que en su flanco, bocas efusivas emiten grandes cantidades de flujos de lava, ensanchando y fortaleciendo su base.

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  Los flujos de lava bajan inicialmente a gran velocidad…

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  …a través del aire vibrante de calor, se distingue la meta de la carrera de la lava: el Océano Atlántico.

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  A medida que la pendiente se suaviza y que la lava se enfría, su velocidad disminuye.

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  La lava corta carreteras…

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  Quema casas y coches…

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  y alcanza finalmente el mar, donde construye un delta, que alcanzó una superficie de 40 hectáreas de tierra ganada sobre el océano.

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  En la luz apocalíptica de estas noches de fuego, la gente teme por sus viviendas. El nuevo volcán ha nacido en una zona periurbana muy poblada, más de 2000 edificios han sido destruidos.

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  Para la fauna y la flora también, la erupción es un desastre.

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  Los pinos canarienses, endémicos del archipiélago, perdieron sus hojas, arrastradas por la lluvia de piedra que cayó en la cercanía del volcán.

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  Mientras que a distancias más grandes, están asfixiados lentamente por la caída continua de cenizas finas y pegajosas.

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  La recolección de ceniza y su análisis permitirá entender su impacto a corto y largo plazo sobre la vegetación, los suelos y la agricultura.