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La fórmula química de la doctora Lydia Rodríguez Hahn

Lydia Rodríguez Hahn, su gran legado. Imagen: Erika López.

06-12-2016

Por Laura García J., DGDC-UNAM

En la historia de la ciencia, pocas mujeres han sido capaces de sobresalir y trascender más allá de su tiempo.

Marie Curie, Lise Meitner, Rosalind Franklin, Jocelyn Bell, Augusta Ada Byron y Emmy Noether han sido algunas de las mujeres que, en diferentes áreas de la ciencia, han dejado en claro que el conocimiento no es una cuestión de sexo.

En México, grandes personajes femeninos han desfilado por laboratorios, salones e institutos dejando una profunda huella en la historia del país. Una de ellas, sin duda, fue la doctora Lydia Rodríguez Hahn.

Ciudadana del mundo

Nacida en España durante 1932, su infancia se vio agitada por dos sucesos que sacudieron el mundo: la Guerra Civil Española y la segunda Guerra Mundial. Después de ir de su tierra natal a la URSS, llego a Ciudad de México donde comenzó la carrera de Química en la entonces Escuela de Ciencias Químicas, hoy Facultad de Química de la UNAM.

En 1954, obtuvo el título de Químico con una tesis asesorada por el doctor Francisco Giral González y cuyo papel fue fundamental en la formación de químicos en el país.

Su formación académica no se detuvo y el ansia por aprender la llevo a otros países como Chile y a relacionarse con grandes figuras internacionales como el ganador del Premio Nobel de Química, el doctor Derek Harold Richard Barton con quien realizo su estancia doctoral en el Imperial College de la Universidad de Londres.

A su regreso en México, ingresó al Instituto de Química de la UNAM como investigadora adjunta del doctor Jesús Romo Armería con quien realizo exitosas investigaciones en el campo de la química de los esteroides.

Sus investigaciones no se limitaron a un campo de la química, sino que se extendieron a diferentes áreas como la síntesis orgánica y el desarrollo de metodologías sintéticas.

En el campo de los productos naturales destacan sus aportaciones en el campo de la fotoquímica orgánica, área donde fue pionera en el Instituto de Química y cuyas investigaciones ganaron reconocimiento internacional.

“Tenía una sensibilidad enorme, para poder detectar la funcionalidad de ciertos productos naturales, y ver si estos podían tener una relevancia científica estudiando su fotoquímica”, recuerda el maestro en Ciencias Baldomero Esquivel Rodríguez, en el marco del ciclo de conferencias sobre Equidad de Género del Instituto de Química, realizado este 2016.

Los aportes de Lydia Rodríguez Hahn en el área de la química de productos naturales abarcaron las salvias del país, investigación que inició con el estudio de la especie Melissodora y que destaca por el número de reacciones químicas que se llevaron a cabo.

En vida, sus contribuciones a la química la hicieron acreedora a diferentes reconocimientos como el Premio Nacional de Química Andrés Manuel del Río, otorgado por la Sociedad Química de México y el Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Ciencias Naturales, otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México.

En el Instituto de Química, uno de los auditorios lleva su nombre como un constante recordatorio de su obra. Además sus enseñanzas  y recuerdos se mantienen vivos en la memoria de sus alumnos, algunos de ellos hoy investigadores y en el corazón de aquellos con quien interactuó en vida.

Más allá de la ciencia

Políglota, amante del teatro, devota de la literatura y una excepcional conocedora de la cultura, la doctora Lydia Rodríguez Hahn encontró el equilibrio entre su amor por la ciencia y el arte, lo cual la dotó de un sentido humanístico combinado con un fuerte talento científico que se hacía patente en su amor por la enseñanza y la pasión que sentía por compartir su conocimiento.

“Hay varias razones por las que es importante hablar de la doctora Lydia Rodríguez Hahn. La primera, es porque es necesario que las nuevas generaciones tanto de estudiantes como de investigadores conozcan la historia del Instituto de Química. En segunda, porque es fundamental que conozcan la trayectoria y los logros académicos de quienes con su esfuerzo, dedicación y trabajo han contribuido a la grandeza de éste” concluyó el maestro Esquivel Rodríguez.

Para saber más:

Mario Silva, El legado de la doctora Lydia Rodríguez-Hahn.

http://www.jmcs.org.mx/PDFS/V43/SMQ-V043%20N-003,%20N-004_ligas_size.pdf

 

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