07-10-2016
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
Las áreas protegidas constituyen la estrategia más importante para la conservación del patrimonio natural de México y los servicios ambientales que prestan a la población. El Parque Nacional Izta-Popo Zoquiapan es una de las áreas protegidas más antiguas de México, y forma parte de esta estrategia nacional que lleva a cabo la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Fue creado en 1935 con el fin de proteger las montañas que conforman la Sierra Nevada, en el centro oriental del Eje Volcánico Transversal, y declarado por la UNESCO como Reserva de la Biósfera Los Volcanes en 2010.
Sin embargo, es un área en la que se han detectado tres principales amenazas. Una de ellas está relacionada con el cambio de uso de suelo ya sea por infraestructura o por cuestiones agrícolas, aseveró Gloria Tavera Alonso, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Otra amenaza latente es la tala ilegal, ocasionando que exista una menor calidad de la salud del bosque, y por último, está la parte no planificada, como el paso de gente que maltrata la zona, al generar residuos sólidos que impactan de manera negativa al Parque, subrayó.
Al participar en el VI Simposio de Investigación del Izta-Popo, que se llevó a cabo en el Instituto de Geofísica de la UNAM, indicó que por la importancia del volcán Popocatépetl y su actividad, esta entidad universitaria ocupa un papel fundamental en las tareas referentes al Parque Nacional, pues sus investigadores han sido persistentes en lo referente a la preservación del lugar y sus especies.
Los investigadores de este Instituto, insistió, han sido promotores e impulsores de muchas de las acciones que actualmente se están llevando a cabo dentro de la zona.
Para Amado Fernández, director del Parque Nacional Izta-Popo, este espacio natural es un territorio que tiene, entre otras virtudes, la de captar agua que abastece a los valles de Puebla, Morelos y el Estado de México. Aquí se realizan campañas de reforestación y labores de protección contra incendios forestales y tala, acotó.
Dijo además que existe una red de investigadores de diferentes instituciones para llevar a cabo estudios sobre la zona. Esta región, prosiguió, está catalogada como área de importancia para la conservación de aves y región prioritaria para la conservación en México dada su alta diversidad ecosistémica.
El Parque Nacional es un sitio ideal para los amantes de la naturaleza. Los alpinistas, con la preparación necesaria, pueden ascender a la cumbre del Iztaccíhuatl, mientras que los visitantes no especializados pueden hacer caminada de media montaña o practicar el senderismo, el ciclismo de montaña, acampar o disfrutar de un día de campo.
Desde el Paso de Cortés, los visitantes pueden observar, en el oriente, el Pico de Orizaba, la Malinche y los valles de Puebla y Tlaxcala; y en el poniente el Nevado de Toluca, la Sierra de las Cruces y la gran cuenca de México; este lugar puede ser el punto de inicio de recorridos por la zona.
Ahí, además de planear la estancia en el Parque Nacional, se pueden conocer los trabajos de conservación que se realizan en el área protegida y apreciar las exposiciones temporales que se presentan.
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