De la moda ¿lo que te acomoda?

¿Ropa casual o de vestir? ¿Tacones altos o zapatos de piso? ¿The Big Bang Theory ó Boys Over Flowers? ¿Adele o Nick Drake? La forma en que vestimos, los colores que elegimos, los programas televisivos que vemos y los productos que consumimos, todo está relacionado con nuestra personalidad.

Y es que el estar a la moda no solo se refiere a la forma en que vestimos y los accesorios que usamos, también a estilos de vida, conductas y productos.

A veces la presión por seguir estas tendencias puede generar que algunos adolescentes afecten su salud o pongan en riesgo sus vidas.

Modelos de identidad

Como lo menciona la doctora María Emilia Lucio y Gómez Maqueo de la Facultad de Psicología de la UNAM, la adolescencia es un periodo donde los jóvenes buscan conformar su propia identidad alejándose de la imitación de los patrones conductuales y de gustos establecidos por sus padres.

Durante este periodo, los adolescentes adoptan formas de vestir, gustos y conductas que les permiten reafirmarse socialmente. Algunas veces estas tendencias pueden ser rechazadas o condenadas por los padres al ser estilos contrarios a sus creencias y preferencias.

En esta búsqueda influyen las condiciones sociales, económicas y políticas donde se desarrolla el adolescente convirtiendo la forma en que visten, se peinan y lo que consumen más que en un objeto estético en un símbolo de identidad.

Esta búsqueda personal de los adolescentes también recibe la influencia de figuras deportivas y del medio del espectáculo que se convierten en íconos aspiracionales y sus conductas, formas de vestir y hablar, en modelos a imitar.

Gracias a la globalización, las nuevas tecnologías, la publicidad y los medios de comunicación los adolescentes están expuestos a artistas de diferentes países, quienes  se alejan de su realidad de política, económica, cultural, social y biológica.

Imitar a famosos

Algunas personalidades del medio del espectáculo que gozan de popularidad entre los adolescentes,  son modelos que exhiben vidas lujosas o conductas llenas de excesos como el consumo de drogas, el alcohol o la promiscuidad.

Estas actitudes suelen ser imitadas por jóvenes llevándolos a conductas negativas como la frustración al no poder cubrir el perfil definido por el artista o llevándolos a acciones como el robo, la violencia al no ver satisfechos sus deseos y problemas de salud en el caso del consumo de drogas.

Otra acción que se ha difundido entre los jóvenes es el cutting también conocido como self injury, donde los adolescentes se cortan con navajas u objetos afilados. Esta práctica puede ser usada como parte de círculo social, aunque no debe tomarse a la ligera ya que puede ser un síntoma de un problema psicológico de gravedad.

Por otra parte, en México, como señala la académica el aumento de la violencia y la exagerada información que se ha hecho de figuras  del narcotráfico ha provocado que cada vez más niños, deseen convertirse en narcos y llenarse de lujos como se muestran en la pantalla y otros medios.

Estas actitudes e ideologías negativas, sin embargo, pueden ser contrarrestadas con ejemplos positivos que brinden a los jóvenes mejores modelos a seguir. En ello pueden contribuir tanto los padres como los maestros.