07-09-2015
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
La vida en el planeta está seriamente amenazada por causas antropogénicas. La humanidad y su actividad han ocasionado que cientos de especies desaparezcan de manera definitiva e irreversible.
De acuerdo con estudios realizados por el doctor Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la UNAM, y un grupo de investigadores, se esperaría que en una tasa de extinción normal hubiera ocho especies extintas de vertebrados en los últimos cien años; sin embargo se ha encontrado que son 477 en el mismo período.
“En condiciones normales, se extinguirían dos especies por cada 10 mil en cien años, pero los resultados del estudio demuestran, sin lugar a dudas, que las tasas de extinción calculadas por los investigadores exceden por mucho, las de extinciones naturales. Esta información sugiere que está ocurriendo una extinción masiva de especies, la sexta en la historia de la Tierra”, advirtió.
Las extinciones masivas, abundó Gerardo Ceballos, se caracterizan por la desaparición de un gran número de especies en un período geológico muy corto; la presente extinción es enorme y está ocurriendo en un tiempo geológico que podría traducirse en un suspiro. Ésta es apenas la punta del iceberg, la situación va a empeorar inevitablemente si no hacemos algo pronto, alertó.
El humano, explicó, es el único responsable de esta extinción acelerada e incontenible. La destrucción del hábitat, de bosques, mares y selvas, así como la sobre explotación de la pesquería, la selvicultura y el tráfico ilegal de especies han derivado en la actual problemática.
Además, abundó, la contaminación del medio ambiente, han contribuido en gran parte a esta extinción. En México, por ejemplo, están a punto de perderse 200 especies de peces de agua dulce; extintas son más de 50.
De igual forma, el cambio climático ha favorecido la desaparición de especies, tanto, que en 30 o 40 años el planeta podría colapsar. Así, usar menos combustibles fósiles y disminuir la contaminación a causa de los gases de efecto invernadero son algunas medidas que podrían disminuir el calentamiento global.
Gerardo Ceballos y sus colegas advierten la necesidad de detener esta extinción masiva de manera apremiante. Esto implicará intensificar los esfuerzos para conservar a las especies que ya están amenazadas de extinción y aligerar las presiones que están sufriendo sus poblaciones.
Esto significa que, como especie, los humanos debemos combatir con mayor fuerza la pérdida de los hábitats, evitar la sobreexplotación de los recursos para beneficio económico y mitigar el cambio climático.
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