Alianza nacional por la protección del suelo

Cerca del 45 por ciento de los suelos de México muestra algún nivel de degradación. Esta capa superficial de la Tierra, se pierde por erosión hídrica y eólica, además la labranza disminuye el contenido de materia orgánica, lo que afecta su fertilidad.

Con el propósito de conjuntar esfuerzos para preservarlo y cuidarlo, la UNAM participó en la conformación de la Alianza Nacional por el Suelo en Beneficio de la Sociedad y el Ambiente.

Esta iniciativa responde a la Alianza Mundial por el Suelo, un llamado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por sus siglas en inglés, en el marco de 2015, Año Internacional de los Suelos.

México se suma a esta movilización de voluntades para buscar que se adhieran más instituciones académicas, de investigación, organismos públicos y organismos sociales del país. Para la FAO, esta iniciativa es un llamado de la academia a la conciencia nacional para darle prioridad al tema.

Fuente de alimentos

Fernando Agustín Soto Baquero, representante de la FAO en México, destacó que, por un lado, la agricultura es responsable de parte de las emisiones de gases de efecto invernadero y por otro lado, es quizá el sector más amenazado por la pérdida de suelos, la desertificación, el aumento de temperatura y la variabilidad climática.

“Para 2050 se deberán producir alrededor de cinco mil millones de toneladas más de alimentos para una población que llegará a 9 mil 300 millones de habitantes, y para entonces, tendremos menos tierra y agua, y por si fuera poco, una biodiversidad reducida”, advirtió.

En la ceremonia para inaugurar la alianza en nuestro país, el rector de la UNAM, José Narro Robles, precisó que el suelo tiene que ver con la vida y con el conjunto de especies que habitamos el planeta, pero también con el ambiente, el cambio climático, la producción y la seguridad alimentaria.

De acuerdo con Elena Centeno García, directora del Instituto de Geología de la Universidad Nacional, con este foro se busca establecer compromisos para dar formalidad y un plan de acción en un corto plazo; además, intercambiar opiniones y compartir acciones realizadas.

A su vez, Jesús Murillo Karam, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, mencionó que el suelo es el sostén de la humanidad, la posibilidad de la alimentación. El problema es que lo hemos llenado de una carpeta de cemento, lo hemos transformado y no de la mejor manera. El suelo es aquél que tiene la posibilidad orgánica de generar vida.

“Lo que más nos afecta en el uso del suelo, es la expansión de las ciudades de manera no definida ni clara”, acotó.

Los suelos constituyen el fundamento de los ecosistemas terrestres; son indispensables para mantener la productividad agrícola, regular la calidad del agua y del aire, así como conservar la biodiversidad.

Más del 75 por ciento de la población mexicana vive actualmente en zonas urbanas. Las ciudades invaden los terrenos agrícolas, muchas veces, los de mejor calidad, y desde hace más de cien años los campos de cultivo remplazan a la vegetación natural lo que conlleva a la pérdida de biodiversidad.

En el acto, celebrado el 17 de agosto en la ciudad de México, estuvieron presentes Juan José Guerra Abud, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Enrique Fernández Fassnacht, director del Instituto Politécnico Nacional; Jaime Segura Lazcano, director general de producción rural sustentable en zonas prioritarias, y Jaime Urrutia Fucugauchi, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.